La Ciudad de los asaltos al filo de la tragedia: le tiraron y se corrió a tiempo
Edición Impresa | 14 de Abril de 2019 | 04:52

Una cámara de seguridad de 19 y 77 cronometró, ajena a todo, lo que duró un asalto callejero que pudo terminar con la vida de un agente penitenciario que paró en un kiosco después de salir de su trabajo y un ladrón lo abordó para sacarle su moto: en 18 segundos le apuntó con un arma para obligarlo a bajar y, aunque la víctima no se resistió, le disparó a un pie. Quiso la suerte que la bala no lo hiriera. Y el agresor escapó con un compinche que lo esperaba en otra moto, según se ve en el video.
Este caso se suma a una seguidilla de robos que, coqueteando con la tragedia, tiene en jaque a la Región desde hace algunas semanas.
Como el que pasó el miércoles último en Arana y 141, en Arturo Seguí, donde un comerciante fue atacado por 4 encapuchados en el acceso a su amplia casona y reducido, adentro, junto a su esposa y su hijo, hasta que un vecino que vio la maniobra hizo un disparo al aire que puso en fuga a la banda. El dueño de casa fue golpeado.
O como el que padeció un profesional del Servicio Penitenciario Bonaerense que el 4 de abril se despertó en su departamento del barrio Norte con un cuchillo en el cuello y debió soportar que dos ladrones “jugaran a la ruleta rusa” con él, antes de irse con el dinero del alquiler y otras pertenencias. Por este caso la policía detuvo en las últimas horas a dos sospechosos.
“No le tembló el pulso”
El asalto que puso al filo de la tragedia a una víctima sucedió a las 19.53 del viernes pasado, según indica la cámara de seguridad que funciona en 19 y 77, donde un agente del servicio Penitenciario Bonaerense qu había salido de su trabajo un rato antes paró en un kiosco para hacer una compra.
Si escuchó la moto que se acercaba, no le prestó atención. Los dos ocupantes sacaron provecho del efecto sorpresa.
El que iba como acompañante bajó y, sin sacarse el casco, le apuntó a la víctima con un arma de fuego. El otro se quedó a un costado, con el vehículo en marcha.
El delincuente no necesitó más de 18 segundos para quitarle a la víctima su moto, una Yamaha Crypton de color azul.
La esposa del hombre aclaró a este diario que en ningún momento su marido insinuó un movimiento que a los malvivientes los indujera a interpretar algún tipo de resistencia.
Sin embargo “al ladrón no le tembló el pulso para dispararle a uno de sus pies”, balazo “que no alcanzó a herirlo por un movimiento reflejo” que hizo la víctima.
“Mi marido estaba desconcertado y cuando le pidieron la billetera tardó un poco en reaccionar para buscarla y entregarla”, comentó la mujer, tratando de encontrarle explicación al disparo.
Con la billetera en su poder, el ladrón se subió a la Yamaha azul y se fugó detrás de su secuaz, mientras el penitenciario -que pidió mantener su identidad en reserva-se alejaba de la escena caminando.
El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad instaladas en el frente del negocio, material que analizan los investigadores para tratar de identificar a los responsables. No parece fácil. El casco impide ver la cara del que disparó, mientras que a la figura del otro apenas se adivina en la oscuridad de la calle.
ruleta rusa
Por el caso mencionado antes, en el que otro penitenciario vivió una madrugada de terror hace un par de semanas, policías de la comisaría Segunda detuvieron a dos jóvenes de 27 y 32 años en allanamientos que se hicieron en diagonal 80 entre 39 y 40, en barrio Hipódromo. En esos registros secuestraron un automóvil Sandero Stepway y el celular de la víctima, entre otros elementos.
Como ya informó este diario, el hecho ocurrió en la madrugada del 4 de abril en un departamento de 14 entre 38 y 39, donde dormían un gestor contable que trabaja para el SPB y la amiga con la que alquila esa vivienda, en otra habitación.
Dos intrusos se metieron a través de la puerta balcón y despertaron primero al hombre, de 47 años, al que amenazaron con degollarlo y hasta le gatillaron dos veces el revólver en la cabeza, con la fortuna de que las balas no salieron.
Se llevaron del lugar 20 mil pesos, la credencial del SPB de una de las víctimas y una cámara de fotos Nikon, además del celular que se recuperó ayer y resultó clave para esclarecer el caso.
Es que “uno de los detenidos lo ofreció a la venta” a través de la red social Facebook y los testigos lo identifiaron como autor material del atraco, explicó un pesquisa. En cuanto al otro aprehendido, se cree que manejaba la camioneta Sandero Stepway con la que escaparon.
Luego del hecho, el damnificado contó que uno de los ladrones intentó justificarse diciéndole: “Yo hago esto porque tengo un hijo”. Después le dio la mano y le agradeció “por lo bien” que se había portado. El le agradeció seguir vivo.
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