¿Belo Horizonte?

La Selección nacional hizo un punto y aparte luego de la decepcionante derrota frente a Colombia en el debut por la Copa América, y tras una serie de movimientos de preparación que ofreció algún indicio de cambios para la segunda presentación, el plantel se despidió de la ciudad de Salvador para viajar en dirección a Belo Horizonte, donde anoche se instaló a la espera del partido de pasado mañana frente a Paraguay, que ayer igualó con Qatar, en el estadio Mineirao y le dejó una buena noticia a los nuestros.

Lionel Messi, para quien “el grupo está preparado para este desafío y va a intentar sacarlo adelante”, se entrenó en el gimnasio del predio deportivo del club Vitoria, junto con el resto de los jugadores que fueron titulares ante Colombia, menos Ángel Di María, quien fuera reemplazado al término del primer tiempo por Rodrigo De Paul, quien en cambio fue parte de la lista y asoma como parte del equipo.

Franco Armani fue otro que no trabajó en el gimnasio, sino que lo hizo juntamente con el resto de un plantel que se mostró golpeado por la caída del sábado, y al que Roberto Pereyra, el tucumano, trató de levantar con la música que hizo escuchar durante el traslado de la c concentración al sitio de entrenamiento, tanto en la ida como en la vuelta.

También la visita de familiares con motivo de la celebración del Día del Padre mejoró el ánimo general de una formación que tendrá mucho para corregir en las prácticas que vendrán en Belo Horizonte para borrar frente a los paraguayos la imagen ofrecida en la primera fecha del Grupo B, que el domingo completará ante Qatar.

La Selección desarrollada por Lionel Scaloni falló en todas las líneas, y ni siquiera la presencia de históricos como Messi, Agüero y Di María alcanzaron para imponer una mayor presencia en el ataque. Para resumir, el plan inicial fue mostrarse fuerte en defensa para liberar a los encargados del juego, pero no se consiguió nada.

A propósito del Kun, fue otro de los que se quedó ayer en el gimnasio haciendo trabajos de recuperación, según lo que informaron fuentes de la AFA. Al igual que Otamendi, Pezzella, Tagliafico, Lo Celso y Leandro Paredes, entre otros.

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Como es habitual en esta competencia, la actividad sólo estuvo abierta para los medios de comunicación durante los primeros 15 minutos. En ese tiempo, Scaloni reunió al plantel disponible a su alrededor y pronunció unas palabras.

Posteriormente, los jugadores, entre los que estaban Paulo Dybala, Ramiro Funes Mori, Milton Casco y Matías Suárez, realizaron ejercicios de estiramiento, velocidad, definición y fútbol reducido con consignas en la cancha auxiliar del predio utilizado durante toda la estadía en Salvador.

En el Novotel Salvador Hangar, además de registrarse visitas de familiares, hubo lugar para festejar el cumpleaños número 26 de Renzo Saravia, con torta y todo, y la tarde se completó con el empate 2-2 entre Paraguay y Qatar, el cual dejó a los albicelestes sin depender de terceros para clasificar a los cuartos de final. Claro, porque ganando los dos partidos que le restan tendrá el pasaje asegurado.

Las críticas para el debut de Argentina fueron unánimes, porque el repunte evidenciado en el tramo inicial del segundo tiempo, que rescató Scaloni, lejos estuvo de amortiguar el papelón, aunque en el aeropuerto internacional de Salvador el plantel escuchó voces de aliento de hinchas argentinos que estuvieron circunstancialmente en el referido lugar.

Messi y Agüero fueron los más alentados, y con ese panorama la delegación se trasladó en un vuelo charter con destino al aeropuerto Tancredo Neves de Belo Horizonte, un viaje que incluyó además 4500 kilogramos de utilería, entre indumentaria, material de entrenamientos, equipamiento médico, alimentos y bebidas.

Al caer la tarde, el equipo argentino abandonó entonces la ciudad de Salvador, para mudarse a Belo Horizonte, donde hoy comenzará la etapa de recuperación para lo que será poco menos que una final contra Paraguay, el miércoles a las 21:30, en la que se verá cómo responde el técnico a lo observado en el debut.

Di María parece estar ya con un pie afuera, pero no sería la única variante imaginada por Scaloni, quien frente a Colombia pareció debilitar el carril derecho con la presencia de Lo Celso, más capacitado para moverse como interno, y en el centro del terreno superpuso a Guido Rodríguez y Leandro Paredes, en una idea general que abandonó a Agüero en los metros finales de la cancha, sin posibilidades frente a marcadores que no lo descuidaron hasta que curiosamente Scaloni lo reemplazó por Matías Suárez.

Los primeros 20 minutos de la etapa complementaria parecieron mostrar la mejor versión de Argentina en su debut, lo cual evidentemente no alcanzó, por todo lo anterior, y porque cuando sacó ventaja sobre el terreno fue sorprendido por un contragolpe que le significó el principio del fin, ya que en adelante careció de respuestas para al menos recuperar el protagonismo que había logrado.

El equipo mostró signos de no haber sido trabajado lo suficiente para un compromiso muy esperado, en principio para empezar a borrar el fracaso, desde donde se lo mire, en el pasado Mundial 2018 de Rusia, y camino a la Eliminatoria sudamericana para Qatar 2022. Será entonces un volver a empezar, otro más, sin margen para errores, porque de fallar ante Paraguay estará en la puerta de una eliminación cuyas consecuencias no se pueden siquiera imaginar.

Lionel Scaloni no dramatizó la caída experimentada ante Colombia, como tampoco el equipo, empezando por Messi, pero el cuadro de situación es contundente, y puertas adentro seguro merecerá algún tipo de análisis más serio de la conducción del seleccionado y de los propios jugadores, quienes sin abandonar el buen clima reinante, van a tener que mostrar sobre la cancha los motivos que determinaron sus convocatorias.