El ex juez Moro denuncia acción de "grupo criminal" en su contra

"No tengo ningún apego por el cargo en sí; si hay alguna irregularidad de mi parte, yo salgo", aseguró el ministro, quien pasó de la justicia al gabinete de gobierno por designación del actual presidente, Jair Bolsonaro

El ministro brasileño de Justicia, Sergio Moro, admitió hoy que no se aferrará a su cargo si se comprueba que manejó con irregularidades la gigantesca operación contra la corrupción que encabezó como juez en el país, pero al mismo tiempo denunció la existencia de un "grupo criminal" que pretende desprestigiarlo.

Moro hizo una larguísima presentación ante la Comisión de Constitución y Justicia del senado brasileño, donde esgrimió una defensa frente a la revelación de unos audios que lo comprometen en su papel como juez de la causa que llevó al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva a la prisión.

"No tengo ningún apego por el cargo en sí; si hay alguna irregularidad de mi parte, yo salgo", aseguró el ministro, quien pasó de la justicia al gabinete de gobierno por designación del actual presidente, Jair Bolsonaro.

La sesión estuvo plagada de momentos de tensión, en especial en los tramos en los que formularon sus preguntas o hicieron sus conclusiones los senadores del Partido de los Trabajadores, la fuerza de Lula.

"Moro, has engañado a millones de brasileños. Discúlpate y ten la humildad de renunciar", le pidió el senador opositor Humberto Costa, citado por Prensa Latina.

La oposición considera que esas revelaciones demuestran que hubo una conspiración para cerrar el paso a la reelección de Lula, que iba a postularse en 2018 como adversario de Bolsonaro, y minar las posibilidades del Partido de los Trabajadores para volver al gobierno. 

Una vez conocidas las conversaciones, el máximo tribunal de Brasil informó que la semana próxima resolverá un pedido para que Lula sea liberado.

La actuación de Moro como juez del Lava Jato quedó bajo la lupa de los brasileños cuando el portal The Intercept difundió unos audios que contenían conversaciones entre el entonces magistrado y algunos fiscales involucrados en la investigación que pusieron en duda la imparcialidad de los letrados.

En su defensa, Moro consideró que la divulgación de esas conversaciones privadas es fruto de un ataque "sensacionalista" y un "revanchismo" por el resultado de su trabajo, consignó la agencia EFE.

Dijo que se trató de una invasión por parte de un "grupo criminal y organizado" que tuvo como objetivo invalidar condenas por corrupción y lavado de dinero u obstruir investigaciones en curso, o simplemente atacar las instituciones brasileñas.

Sobre la autenticidad de las charlas divulgadas, dijo que no puede hacer un juicio valor, debido a que pudieron haber sido "editadas total o parcialmente".

Moro negó que hubiera acordado acciones de la Lava Jato con los fiscales, pero admitió que conversaba con ellos sobre la marcha de los procesos, así como también con los abogados defensores.

"Eso es normal en la tradición jurídica de Brasil y de otros países. Tengo absoluta convicción de la corrección de mi actuación como juez y de mis comunicaciones", afirmó. 

Para reafirmar su actuación, recordó que "más de 90 denuncias. 45 sentencias. 291 acusados. 211 condenas. 298 pedidos de prisiones cautelares y 207 fueron aceptadas, en todos los casos con pruebas muy sólidas".

Según el ministro, el principal resultado de la Lava Jato fue "romper con el ciclo de impunidad" que en Brasil amparaba a los políticos y a influyentes empresarios, que durante años habían incurrido en diversas prácticas corruptas.

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