Votar a los 15 o después de los 80: cuando la clave está en las ganas de participar

La experiencia de quienes ayer votaron por primera vez y de quienes siguen haciéndolo en la tercera y la cuarta edad

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Cuando Gronchi Cociancich sale del cuarto oscuro y pone su voto en la urna, en la mesa 0057 de la Escuela Media Número 31, estalla un aplauso. Es que el dato de que tiene apenas 15 años y de que es la primera vez que vota se difundió rápido entre las autoridades de su mesa y entre los que esperan para votar. Todos premian con ese aplauso su voluntad de participación, aún cuando no tiene la obligación de votar.

Un poco sorprendido por la reacción de la gente, Gronchi reconoce que la previa del debut electoral lo puso algo nervioso, pero también cuenta que se preparó mucho para decidir.

“Estuve leyendo atentamente la propuesta de todos los candidatos”, dice.

Después reconoce que, en el momento de entrar al cuarto oscuro se puso algo nervioso y dice que si fue a votar fue “porque me interesa participar y por el futuro”.

Pocos minutos después, en la misma mesa, votaba María, de 92 años.

Para ella tampoco es una obligación participar en las elecciones, pero dice que cree que “es una obligación venir a votar mientras tenga fuerzas”.

En una escuela de Melchor Romero, en tanto, votaba la hermana Georgina Duarte, de las Hijas de la Misericordia, tercera orden regular de San Francisco.

A sus 81 años y vistiendo sus hábitos, Georgina cuenta que fue a votar después de participar de la misa de las diez de la mañana en la iglesia de la Divina Gracia y que en la escuela donde le tocó votar (la número 39) se encontró con “un silencioso y respetuoso clima electoral”.

Otra emotiva historia de adultos mayores que eligieron votar fue la de Josefa, una jubilada que con sus 92 años acudió ayer a las urnas en la escuela 102, en 7 y 32 para emitir su voto.

“Sigo cumpliendo con la responsabilidad de venir a votar”, expresó la abuela. Además, dijo que su deseo para este año marcado por las elecciones presidenciales es que “el que gane ayude a la gente, a los trabajadores y que esté bien el país”.

El paso de Josefa por el colegio para cumplir con su deber cívico no pasó desapercibido y derivó en un momento de emociones, ya que tanto las autoridades de mesa como los vecinos que aguardaban su turno en la fila la despidieron con un gran aplauso.

Al igual que ella, en la escuela 12 de Villa Elvira, votó Iris, otra abuela de 90 años. Utilizando un bastón para desplazarse, Iris , después de emitir su voto, opinó: “Es importante que los políticos en vez de hablar mal uno del otro, hablen de las propuestas que tienen”.

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