Sabella lo vivió intensamente desde un palco y “Pico” Mónaco estuvo en el campo y el camarín

No era un partido más para Estudiantes y así lo vivió la gente en el Ciudad de La Plata. Desde el inicio, el pueblo pincharrata tenía en claro que había que ganar sí o sí, por lo que la expresión popular que bajó desde las tribunas fue el tradicional “esta tarde cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar”.

Y así fue, el equipo se sobrepuso a un inicio con dudas y después del gol fue más que su rival, a tal punto que pudo haber triunfado por una mayor diferencia.

El partido contó con presencias importantes fuera del verde césped, una de ellas ilustre: Alejandro Sabella. Fiel a su costumbre en el último tiempo, Pachorra ocupó su lugar en un palco acompañado por familiares y amigos y vivió el partido con gran intensidad.

Salió el costado más futbolero y táctico del entrenador campeón de América de 2009, ya que se lo vio gesticular y analizar de manera vivaz cada acción del partido.

Al final, cuando se marchaba del estadio, recibió el afecto y cariño de todos los hinchas, muchos de los cuales lo frenaron para sacarse una “selfie” o pedirle una firma para sus camisetas. Y como siempre, Pachorra recibió feliz el cariño de los fanáticos.

pico mónaco dijo presente

También estuvo un reconocido fanático del León, Andrés “Pico” Mónaco, hombre que en su carrera de tenis llevó los colores del Pincha por todo el mundo.

En la víspera, estuvo un rato largo en el campo de juego en la previa y luego del triunfo pasó por el vestuario pincharrata a saludar a sus amigos y dar la felicitación por la victoria conseguida.

Fue un triunfo muy celebrado por los hinchas tras las tres caídas sucesivas. Se festejó, sobre todo, por el resultado y por acciones que se hicieron para sostenerlo cuando la historia se complicaba. Como por ejemplo, el momento en el complemento, en el tramo final, en el que Facundo Mura, muy al estilo de la escuela pincharrata, se llevó una pelota a “dormir” al banderín del córner para enfriar el trámite, ante la ovación que bajó desde las tribunas.