Conductas delictivas horrorosas, que suponen una multicausalidad

PEDRO GARGOLOFF

Psiquiatra

Los casos de violencia inusual y tan extrema en estos últimos tiempos en el ámbito local, impactan, sorprenden y conmocionan a toda la sociedad. Los delitos contra personas observados en varios hechos de estos días marcan no solo esta extremada magnitud sino también evidencian comportamientos cualitativamente diferentes.

Sin pretender ni aspirar a establecer hipótesis que puedan explicarlos, sí podría ser aplicable una mirada amplia desde la perspectiva psiquiátrica. Conductas delictivas complejas, inesperadas, con un carácter tan tremendo y horroroso, suponen necesariamente una multicausalidad tal, que requieren una predisposición o vulnerabilidad individual previa, a la que se incorporan otros factores que contribuyen o precipitan estos comportamientos. Hay evidencia de que, entre estos componentes, el uso indebido de drogas representa una condición muy frecuente, además de muchas otras variables del desarrollo individual y del contexto social (experiencias vitales tempranas de maltrato y abuso, marginalidad, déficit en educación y en los valores vitales que representen menores y no armoniosas oportunidades sociales, etc.).

Es común que cuando se cometen delitos graves bajo los efectos de las drogas, la violencia extrema se manifiesta sin tomar en consideración el riesgo de su vida propia, sin ser precipitadas por la resistencia de las víctimas y aún ante la total ausencia de alguna conducta de defensa por la asimetría de poder, con escasa o nula posibilidad de detener la conducta violenta una vez iniciada, con ensañamiento y sin límites. Síntomas conocidos asociados al consumo de drogas, durante y en un tiempo inmediato después de cometer un delito -más evidente si se da ante una intoxicación por alta ingesta o por combinaciones de diversas sustancias-, serán manifestaciones que induzcan a la sospecha del vínculo droga/delito: alteraciones de la conciencia, confusión, habla dificultosa o de difícil comprensión, discurso impreciso y contradictorio, distorsión de la realidad, alucinaciones, entre muchas otras.