La "nave solidaria" creada por alumnos y docentes platenses para ayudar a los que no pueden conectarse

Con la premisa de ayudar a los estudiantes que no pueden mantener el contacto virtual con la escuela, ya sea porque no cuentan con conexión a internet o con posibilidad de acceder a dispositivos móviles, un profesor y unos 300 alumnos de nuestra ciudad emprendieron una novedosa iniciativa denominada “Física va a Marte”, la cual consiste en producir y poner en circulación cuadernillos con instructivos para el armado de distintos artefactos tecnológicos como pilas, un motor de oxígeno o una “cocina marciana” a energía solar. Lo importante de la producción de estos materiales escolares es que constituyen un reservorio de contenidos, conceptos y saberes trabajados por el grupo y que seguirán desarrollándose con las actividades de los chicos en sus hogares.

La explicación de esta novedosa idea puede encontrarse en el trailer de la película de ciencia ficción “Misión Rescate” (2015), que es el material audiovisual que el docente, Sergio Bruno, usó para enganchar a los alumnos en esta movida. El filme trata de un astronauta (Mark Watney) varado e incomunicado en Marte que tuvo que recurrir a sus saberes científicos para sobrevivir, y que una vez retomado el contacto con la Tierra necesito de la ayuda y el trabajo en equipo.

Bruno se basó en el espíritu colaborativo, grupal y la importancia del saber para la vida. Así señaló que “con la dificultad de los celulares y de conectividad de las familias, la idea es que los alumnos que se pueden conectar ayuden a sus compañeros desde este círculo de virtualidad o marco presencial que brinda la escuela”.

“Esto se basa en la solidaridad el proyecto. Los alumnos tienen esta posibilidad de la tecnología para ayudar a aquellos que no la tengan”, añadió.

El docente explicó que el proyecto permite desarrollar un proceso educativo de “ida y vuelta constante”. En ese sentido, destacó la importancia de captar el interés de los estudiantes apelando a la “imaginación”. “Es importante que los alumnos aprendan jugando, motivándolos y que ayuden a sus compañeros”, expresó.

En una analogía con la situación del astronauta varado en Marte y la situación de los estudiantes en el marco de la materia de Física, analizó que si “vos tenes compañeros de tu clase virtualmente incomunicados para realizar tareas, nosotros lo vamos a ayudar desde la nave para darles los conocimientos de ciencia necesarios”. En esa línea, contó que “hora van a  hacer una pila casera para tener electricidad, luego un motor para tener oxigeno y posteriormente una ‘cocina marciana a energía solar’”.

Bruno relacionó el nacimiento del proyecto con el contexto de pandemia y la problemática del acceso a la conectividad que se interpone en la continuidad educativa. “A medida que se prolongan la situación tenemos que ser creativos para seducirlos e invitarlos a aprender. Es como que podemos enseñarles”, sostuvo.

Cabe remarcar que durante las instancias de producción los alumnos van compartiendo y socializando sus conocimientos a través de redes sociales. Allí priorizan más las imágenes y usan menos cantidad de texto: “Instagram es como la nave, van a trabajar a groso modo con más imágenes que palabras”, explicó. 

En ese sentido, sostuvo que los estudiantes “son nativo del ciberespacio y nosotros como profesores estamos migrando. Nosotros tenemos que ir al espacio de ellos, es todo un desafío, lo tenemos que hacer. Los alumnos son del sigo XXI y los profesores somos del siglo XX y hay cuestiones que vienen incluso desde antes”. Además, destacó que se sumarán al proyecto otras asignaturas como Fundamentos de la Química, Biología y Ciencias de la Tierra.

En torno a la propuesta, el profesor compartió a sus alumnos un atractivo material audiovisual a fin de motivar a los alumnos. "Te prometo que después de ver este video vas a amar la Física", expresa. Según indicó, los cuadernillos producidos por los estudiantes son entregados a los padres de sus compañeros cuando concurren a la escuela, ya sea para retirar los bolsones con comida o por otros asuntos. Bruno se dedica a al enseñanza universitaria y hace cinco años decidió embarcarse también en el nivel secundario, donde enseña Física en el Normal 1 (ES 32), el Normal 2 (ES 33), la Escuela Secundaria 13, la Escuela Secundaria 8 y la Escuela Secundaria 46.

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