Crece el microtráfico y hay más de 110 casas en venta en El Mondongo

Las ramificaciones y los efectos del microtráfico en la Ciudad se pueden rastrear hasta en las operaciones inmobiliarias. Abruptas caídas en los valores de las casas en venta, familias obligadas a mudarse y propiedades usurpadas son todas situaciones reales que afectan a vecinos de los diversos sectores en donde el narcomenudeo prolifera. El Mondongo, Los Hornos, Melchor Romero, El Palihue, por nombrar unos pocos.

Cuando los narcos copan un barrio, sus habitantes no tienen muchas opciones. Algunos eligen “colaborar” con la causa; otros, vivir con miedo y muchos terminan por abandonar sus hogares en busca de la tranquilidad perdida.

Con un tumor en la cabeza, Silvia Lescano, fue una de las pocas personas que denunció a las autoridades lo que ocurría en Santa Ana, una barriada comprendida entre las calles 155 a 161 y de 520 a 526. Abrumada por los crímenes y los enfrentamientos armados, la vecindad estuvo en el centro de una guerra entre bandos que comercializan drogas. Luego de aportar pruebas de algunos de estos hechos, Lescano contó que “me amenazan los familiares de los detenidos, pusieron mi nombre en la puerta de mi casa y la marcaron para que me la vengan a prender fuego”.

“No soy delincuente. Yo quiero vivir tranquila y que mis hijos puedan caminar tranquilos por la calle, no quiero ir”, pidió. Para despejar dudas, añadió: “Acá hay líos todos los días”.

Lo que sucede en el oeste también ocurre en la parte opuesta de La Plata. En El Mondongo, desde la Asamblea Vecinal manifestaron que la venta de droga “bajó en los lugares donde estaban siempre, pero creció en los sectores en donde no hay cámaras. Por ejemplo en 115 y 64 a 65, en 117 y 64, volvieron a la plaza Matheu, en 2 entre 71 y 72, por el hospital San Martín”.

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Al igual que Lescano, los asambleístas sostuvieron que “lo que hacemos ese denunciar y la Policía va enseguida, pero se necesita apoyo político. Estamos esperando que se vote el código de convivencia -que es lo más urgente que necesitamos- y que la Provincia se ponga las pilas y se sume a la Municipalidad en esta lucha”. En ese sentido, aclararon que “el cambio de la cúpula policial platense es un empezar de nuevo para nosotros, aunque por suerte nos dejaron al comisario (Cristian Di Giácomo, de la Novena) que era algo que habíamos pedido”.

La configuración de las operaciones en El Mondongo cambió un poco en el último tiempo, pero sus consecuencias son las mismas. Daniel Domínguez, miembro del grupo de frentistas organizados, reveló que “hay más de 110 propiedades en venta en la zona y muchos de esos inmuebles perdieron hasta el 30 por ciento de su valor por este tema”.

Por todo lo narrado, los moradores comenzaron a movilizarse a pesar de que “tienen mucho miedo”, señaló. “No se esperaban que la gente reaccione y eso hizo que se movieran algunas piezas”, indicó Domínguez.

Por otro lado, fuentes consultadas por este diario remarcaron que “ahora (los narcos) tienen soldaditos, menores de edad, que andan en motos y en bicis” que “lo que hacen es cuidar a las trans”. En ese marco, hubo disturbios de diverso calibre en 117 entre 64 y 65; 2 entre 63 y 64; 2 y 63; 2 y 64; diagonal 73 y 3.

Mediante un mensaje público, Domínguez dejó en claro su posición, que mantiene desde la creación de la Asamblea: “Está claro que no es prostitución la zona roja, es venta de droga. Que nadie defienda esto. Por eso pedimos al Estado, que lamentablemente está sordo y ciego, que erradique la Zona Roja del barrio El Mondongo. Solamente eso pedimos, tranquilidad y vivir en paz”.

OPERATIVOS Y SECUESTROS

Por otro lado, en las últimas horas se llevaron adelante diversos procedimientos antidrogas en las localidades de Ensenada, Melchor Romero y Los Hornos.

En la primera hubo cinco allanamientos -realizados por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado- que tuvieron lugar en una casa y cuatro departamentos situados en Joaquín V. González y Andrade. La investigación había comenzado hace un mes y tenía como objetivo principal la captura de “Davi”, quien se dedicaba al narcomenudeo. La causa recayó en la UFI N° 18 a cargo del fiscal Hugo Tesón y del Juzgado de Garantías N° 1, cuyo titular es Federico Atencio.

Los pesquisas detallaron que “en Alberdi y Sidotti interceptamos al sospechoso, a quien se le incautó un teléfono celular, $ 750 y tres envoltorios de nylon que contenían cocaína en su interior, con un pesaje total de 19” que el sujeto había descartado segundos antes. En la requisa a su domicilio los efectivos secuestraron un recipiente plástico con 183 gramos de cocaína que estaba oculto dentro de la cámara séptica del pozo del baño, se informó. Asimismo, en los otros inmuebles hallaron cinco teléfonos móviles; 11,6 gramos de marihuana; algunos gramos de cocaína y 4.000 pesos.

En las últimas horas se realizaron allanamientos en Ensenada, Romero y Los Hornos

En tanto, en 142 y 54 la DDI aprehendió a un hombre de 51 años apodado “Josecito” por la gente del barrio. Una denuncia anónima indicaba que éste comercializaba estupefacientes en su bicicletería. El mensaje en clave era “vamos a emparchar a lo de Josecito”. Tras dos registros en el local y en la casa del acusado, se incautaron de 52 gramos de cocaína, elemento para corte, dos celulares, anotaciones y $12.000, se informó.

Por último, un ciudadano paraguayo de 39 años quedó detenido el martes tras amenazar de muerte a una mujer y ser denunciado por “hacer entregas” de drogas a domicilio. El operativo contó con la participación de agentes de la Comisaría decimocuarta, con el apoyo de La Motorizada y las seccionales séptima y decimoprimera.

En la vivienda de 518 y 162, donde reside el presunto dealer, descubrieron 132 envoltorios de cocaína, una balanza digital, quince fragmentos de nailon cortado, un revólver calibre 38 y dinero en efectivo, entre otros elementos de interés.

“Hace días una mujer denunció que el imputado la amenazó de muerte con un arma de fuego. Además estaba sospechado de comercializar estupefacientes en el barrio”, dijo uno de los investigadores. La causa fue caratulada como “amenazas calificadas, tenencia ilegal de arma de fuego e infracción a la ley 23737”. Interviene la UFI N° 3, a cargo del fiscal Marcelo Martini.