En La Plata, cerca de otro caso Fernando: la violencia juvenil sin límites mandó a una chica al hospital
Edición Impresa | 24 de Febrero de 2020 | 02:52

Jóvenes, noche, alcohol y violencia. La combinación aparece en las hipótesis de las investigaciones de un nuevo episodio en el que una feroz descarga de golpes de puño y patadas desencadenaron una emergencia médica por la cual una joven de 20 años debió ser internada de urgencia en el Hospital San Martín.
El cuadro se presentó en el inicio de la mañana de ayer, en pleno centro de la Ciudad. Pasadas las siete, el descontrol sumó varios elementos que pudieron desencadenar una nueva tragedia en semanas de conmoción por el crimen de Fernando Báez Sosa, en otra madrugada de locura en Villa Gesell.
Las cámaras del sistema de monitoreo público Municipal captaron una pelea entre alrededor de diez jóvenes en la intersección de 4 y diagonal 80.
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Se puede observar en las imágenes el momento en el que una mujer le aplica un golpe de puño a la víctima, cuando atendía a un foco de pelea entre varones. Tras el impacto, atina a darse vuelta hacia la agresora, pero cae al piso sin siquiera poder protegerse en el aterrizaje. Prácticamente desvanecida, recibió tres patadas en la cabeza de quien antes la golpeó de atrás con el puño.
El castigo no terminó en esa secuencia. Mientras un varón que intervenía en la gresca se acerca e intenta hacerla reaccionar, la mujer vuelve a la carga y le aplica otra patada. Cuando el chico intenta frenar ese nuevo ataque, aparece en escena otro varón que le descarga una lluvia de trompadas. Entonces, la agresora aprovecha para lanzar otro puntapié. En esos segundos parece quitarle un celular a la víctima.
La espeluznante secuencia en la que, una y otra vez, una persona ataca a otra que parece sin ninguna posibilidad de protegerse, sigue hasta el momento en que parece diluirse la gresca generalizada y la mujer, es corrida de la posición de la caída. Ahí, aparece nuevamente la joven de la trompada artera y le aplica otra patada.
Según el registro Municipal, la mujer no logra reaccionar en los alrededor de 2 minutos que dura la secuencia, con la agresora yendo constantemente a la carga, mientras alrededor intercambian trompadas y patadas varios hombres.
Las agresiones se detienen cuando llegan la ambulancia y un patrullero. Nadie se mueve del lugar mientras el equipo médico carga a la joven en una camilla.
Según informaron fuentes de la Policía y el Ministerio de Salud, la víctima de la golpiza, identificada como Patricia Suárez, sufrió un “trauma encéfalo craneal leve, con cefalohematoma en la región temporal izquierda, sin deterioro de su nivel de conciencia”.
La mujer recibió un golpe por la espalda y el castigo siguió en el piso, cuando no podía defenderse
En el Hospital, le realizaron exámenes que dieron resultados positivos y tras ser atendida por especialistas se retiró a su casa a las tres de la tarde. “Quedó en observación, con pautas de alarma”, se indicó.
Según se informó desde la Comuna, mientras los operadores de las cámaras (el centro de monitoreo está a una cuadra, sobre 5 y diagonal 80) observaban la reyerta convocaron a la Policía. Los efectivos arrestaron a cuatro varones de entre 19 y 22 años, y una menor de 17 años. En la Policía y la Justicia coincidían ayer en señalar que es quien aplicó los golpes a Suárez.
La investigación quedó a cargo de la fiscal penal en turno, Ana Medina (UFI Nº 1). En tanto, la situación de la menor quedó en análisis en el fuero de Menores.
Inicialmente, la Policía enmarcó el cuadro de violencia en un robo callejero. Según se indicó, la joven golpeada y su novio caminaban por la calle cuando fueron abordados por un grupo con intenciones de quedarse con el celular de la chica.
Una fuente del caso indicó que “todos estaban alcoholizados”.
La versión no convencía en Tribunales, donde asociaban los tres minutos tomados por las cámaras como una disputa entre grupos. No descartaban que hubieran compartido la noche en algún boliche de las inmediaciones.
Todo duró tres minutos. La cámara toma a una decena de personas moviéndose por la diagonal en sentido descendente. La mayoría parece escapar de una pedrada de dos jóvenes.
Luego, todo se hace más confuso, con varios cruces de golpes entre varones y una pelea entre las dos mujeres. Cuando caen al pavimento e intercambian golpes, un varón se presenta a separar. Otro parece impedírselo. Al final, se ponen de pie y se separan. En segundos vendrá lo peor de la agresión.
Se investiga un robo callejero, pero no se descarta que todo haya empezado en un boliche
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