Otra luz de esperanza: el avance de tratamientos con anticuerpos de personas recuperadas

Mientras muchos científicos de varios países buscan la vacuna que le gane la batalla al coronavirus, los primeros resultados de un estudio otorgan una luz de esperanza en esta pandemia. Se trata de 10 pacientes infectados con Covid19 en vías de recuperación debido a una dosis de anticuerpos tomados de personas que tuvieron la enfermedad y ya se recuperaron.  

Con este mecanismo se logró, en fase preliminar, acortar la duración de los síntomas, mejorar los niveles de oxígeno y acelerar la eliminación viral. Si bien se trata de un "estudio piloto" que se llevó a cabo en tres hospitales de China, los resultados alentadores fueron publicaron  en la revista PNAS (Actas de las Academias Nacionales de Ciencias).

Este método no es nuevo. El uso de anticuerpos inmunes de personas recuperadas para tratar pacientes activos se denomina terapia de plasma convaleciente y ya se ha utilizado como una cura para otras enfermedades como la poliomielitis, el sarampión, las paperas e incluso la gripe. Incluso los expertos señalan que el método demuestra ser mucho más efectivo que  otras formas de tratamiento  ya que los pacientes que obtienen plasma convaleciente parecen recuperarse más rápido y que los pacientes que no lo hicieron.

Es por ello que frente a la batalla que se le está dando al virus mortal y en busca de la vacuna efectiva, este tratamiento ya fue aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos como un método experimental para pacientes críticos sin otras opciones, el cual aún continúa en su fase de pruebas clínicas.

En la publicación se citan ejemplos de las metas alcanzadas, como por ejemplo el de un paciente masculino de 46 años en el cual se observa una eliminación completa del virus Covid19 del cuerpo del huésped mediante una dosis única del plasma convaleciente mencionado en un día. Por otro lado, se informa que el paciente también registró una disminución muy rápida de los síntomas dentro de los cuatro días posteriores a la perfusión, que es la introducción lenta y continuada de la sangre). Los mismos resultados se registraron en 10 pacientes diferentes, entre ellos una mujer de 49 años sin enfermedad subyacente pero sometida a un caso agudo de esta enfermedad y el de un hombre de 50 años que resultó negativo para la infección 25 días después de que aparecieron sus primeros síntomas.

Lo extraño y alentador es que ninguno de los diez pacientes murió a través del tratamiento convaleciente en plasma y apenas se detectó un efecto secundario inesperado en la cara de un paciente en forma de un hematoma rojo. Más allá de ello, todos los síntomas principales que habían llevado a estos pacientes a buscar ayuda de emergencia desaparecieron en algunos días.

Pese a los resultados que abren una luz de esperanza, el autor del estudio sugiere que se deben realizar estudios más exhaustivos sobre el tratamiento por lo que recién allí se podrá determinar su dosis óptima y las condiciones en las que debe administrarse.