Las historias dentro del barrio Cabezas, antes y después del aislamiento

El barrio Cabezas ya no fue el mismo de siempre. El aislamiento de un sector convivió con una nueva jornada de casos positivos: 13 en total, de los cuales 12 nuevos los detectó Ensenada y otro Berisso. Ya hay 50 contagiados en el lugar, a la espera que entre hoy y mañana lleguen los resultados de los hisopados realizados en las últimas horas.

La situación, sin lugar a dudas, generó un impacto en la Región. La atención de la prensa nacional se trasladó a ese sector de la avenida 122. Se observó, con atención y preocupación, la propagación de un brote que -por ahora- no tiene techo.

Ayer el aislamiento tuvo su primera jornada. Personal de los municipios de Berisso y Ensenada repartió bolsones de alimentos. También familiares y amigos de dichos vecinos se acercaron para dejar comida, garrafas y demás. No hubo contacto directo.

También se cerró por completo la salida peatonal por la avenida 129, por donde cruza el ferrocarril que conduce hacia el Puerto de La Plata. Allí hubo dos móviles policiales y una valla que impide que se ingrese o egrese. Lo mismo sucedió del lado del Bosquecito, el predio de Gimnasia en donde se practica fútbol infantil y hockey. Se cerraron las puertas del alambrado lateral y se colocó personal de seguridad las 24 horas.

CÓMO SON LOS CONTROLES

En el ingreso principal hubo una docena de personal perteneciente al ministerio de seguridad de la provincia de Buenos Aires que desinfectó a cada persona del barrio que necesitó salir. Eso le correspondió a todos, hasta los ministros e intendentes. A los que salieron se los roció con amonio cuaternario (se utiliza como desinfectante para eliminar gérmenes, virus y bacterias) cada vez que cruzaron la frontera. Además se les lavó las manos con alcohol en las proporciones 70/30.

La vida cambió para todos. Los que están del lado Oeste de la frontera miran por las ventanas con asombro y temor. Algunos caminan por las veredas y se pierden por los angostos pasillos del barrio. Los que están sobre la avenida 122 pueden sortear los controles, el resto no.

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“Me siento triste, pero hay que cumplir nomás. Lo que dijeron de salud y los intendentes está bien. Sólo pido víveres de consumo”, reclamó José Juan vecino de la zona, que confesó tener miedo.

Aníbal, que vive por la zona de 122 y 40, llegó hasta el lugar con una garrafa para su sobrino, que vive en la parte cerrada. “Sé que no puedo verlo, pero que por favor alguien se la acerque”, les suplicó a los encargados de custodiar la zona.

En tanto siguió el debate respecto de cómo ingresó el virus en el barrio. Algunos creen que la puerta de entrada fue el personal de la Salud que vive allí y trabaja en hospitales provinciales en La Plata. Otros aseguran que el contagio masivo se provocó por dos eventos que reunieron a mucha gente en un lugar cerrado: un bingo y una fiesta popular. Nada, por ahora pudo ser confirmado por fuentes oficiales.

El drama de las travestis: 12 contagiadas

En el barrio Cabezas hay una comunidad muy grande de travestis, todas de nacionalidad peruana. Aquí está puesta la atención de los municipios, del ministerio de Salud y de Organización Trans Argentina.

Según los últimos datos, 12 de los 50 casos positivos dentro del barrio son travestis, situación que obligó a un seguimiento especial por su complejidad. Una de ellas se encuentra internada en el hospital Cestino, las otras 9 aisladas en la zona cerrada del barrio.

“Hay allá 30 compañeras travestis y trans. Ya dieron positivo 10, pero estamos esperando los resultados de las demás”, le confirmó a este medio Claudia Vásquez Haro, presidenta de la Otrans Argentina.

Las travestis del barrio viven en casillas de 3 por 3 metros, muchas de ellas juntas y otras con personas mayores. “Son de extrema vulnerabilidad y es probable que todas estén contagiadas”.

“Nos convocaron para trabajar en la zona los intendentes de Berisso y Ensenada y los ministros de Salud y Desarrollo Social. No es sencillo abordarlas. Una travesti no te abre la puerta ni te cuenta nada porque siempre se las busca para criminizarlas. Muchas ellas tienen enfermedades crónicas como HIV”, continuó y aseguró conocer el barrio a la perfección.

Vázquez contó que la llamaron luego de un incidente de la Policía con una trans del barrio, que por tener prisión domiciliaria fue sacada violentamente de su casa. “Por suerte está todo muy organizado y todas fueron muy bien tratadas. Tenemos la seguridad que podrán ser atendidas como lo merecen”.

Un jugador de la Novena de Gimnasia se entrena en la vereda

Sobre la avenida 122, muy cerca de donde está el ingreso principal al barrio Cabezas, se encuentra la casa de la familia Molinas. Padre, madre e hijos viven allí. Son de 9 de Julio, cerca de El Dorado, en Misiones. Los mayores acomodan unos alimentos que les trajeron “desde La Plata”. Aunque no estés aislados, tratan de no salir muy lejos. Tampoco el más chico de la familia, que está en zoom con su celular haciendo ejercicios en una colchoneta y con un bidón lleno de agua como una pesa.

Se trata de un chico de la Pre Novena de Gimnasia, que por culpa de la cuarentena no puede entrenarse. Lo hace en el barrio, el Cabezas, lugar en donde su familia alquiló una casita para estar cerca suyo. Hoy les toca vivir esta situación, muy lejana a las expectativas previas. Esto también es parte del momento que está viviendo la zona, conmocionada por la cantidad de positivos de coronavirus.