Comienzan a funcionar los centros de aislamiento platenses y recibirán contagiados de otros distritos

Los centros de aislamiento que se montaron en distintos puntos de la Ciudad en las primeras semanas de la cuarentena, ante la previsión de un desborde en el sistema sanitario por la disparada de casos de coronavirus, ya están a punto para comenzar a funcionar, recibiendo pacientes leves o asintomáticos de La Plata y de otros distritos según un esquema que definirá la Provincia.

En medio de lo que las autoridades consideran como el inicio del pico de la pandemia, con la curva de casos en fuerte aumento en el Gran La Plata, los cinco centros de la Ciudad están siendo acondicionados tanto en cuestiones de logística sanitaria como de "hotelería".

En la Municipalidad local trabajan para definir cómo se proveerá los alimentos a quienes los alojados, cómo trabajará el personal de limpieza y cómo será el manejo de los residuos, cuestiones de enorme importancia, habida cuenta que allí vivirán y convivirán hasta 400 personas positivas de coronavirus al mismo tiempo y por un período de diez días cada uno.

Días atrás, el intendente Julio Garro y otros jefes comunales que montaron este tipo de espacios en sus ciudades firmaron un convenio con el gobierno de Axel Kicillof, y acordaron que los centros serán puestos a disposición de las autoridades sanitarias. De esa forma, la Provincia definirá a partir de criterios sanitarios cuándo abrirán y cuántos y qué pacientes recibirán y la Comuna, por su parte, se encargará del funcionamiento, la logística, la provisión de los servicios y del manejo del residuos. A cambio, recibirá dos mil pesos por día por cada persona alojada. 

En el gobierno bonaerense dijeron a este diario que "la idea es que comiencen a funcionar ya mismo". De hecho, hoy abrió sus puertas el enorme centro montado en Tecnópolis, partido de Vicente López, donde se instaló una "ciudad sanitaria" con capacidad para alojar a 500 pacientes leves o que no presenten síntomas de la zona norte del Conurbano.

La decisión se toma en un escenario de fuerte aumento de casos en la Región y con la capacidad de respuesta del sistema sanitario amenazada. En La Plata, según informaron voceros municipales, el porcentaje está llegando al 55 por ciento. En el Gran Buenos Aires, en tanto, ya se superó el 60 por ciento, con algunos hospitales al 100 por ciento de ocupación de camas de terapia intensiva. 

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Los centros de aislamiento, entonces, servirán para derivar a pacientes leves que, de esa forma, desocuparían camas generales de hospitales. Pero, también, para mantener fuera de circulación a casos positivos asintomáticos. La estrategia sanitaria es que esos casos detectados permanezcan al menos diez días aislados en los centros. "Lo pensamos sobre todo para casos donde las condiciones de infraestructura o vivienda no son las mejores o que tienen familias muy numerosas", explicó el intendente Julio Garro. 

En la Plata hay cinco centros ya instalados, con una capacidad total de 399 camas. El principal es el que se abrió en la República de los Niños, el primer lugar en el que se pensó para aislar pacientes. Allí, hay 115 camas divididas en tres pabellones: uno para niños, otro para mujeres y el último para varones.

El otro gran centro que dispuso la Municipalidad y que se instaló con ayuda del Ejército fue el del Polideportivo Los Hornos, con capacidad para 90 camas, y pensado para la posible demanda en el oeste de la Ciudad, con la ventaja de estar ubicado a poca distancia de la UPA de esa localidad.

También hay dos centros preparados en espacios cedidos por Gimnasia (50 camas en el Polideportivo) y Estudiantes (50 camas en una gran carpa ubicada en el estacionamiento de el Estadio de calle 1). 

Y finalmente, el montado en el hotel del gremio SUTEBA, sobre avenida 13, a partir de un convenio firmado entre el intendente Garro y el secretario general de ese gremio, Roberto Baradel. 

Como se trata de un sistema solidario, en los centros de La Plata se alojarán también pacientes que vendrán de otros distritos. De hecho, aunque nadie lo diga oficialmente, ése es uno de los primeros escenarios que se prevé, ante la posibilidad de que algún municipio cercano ya no tenga capacidad de atención hospitalaria. 

CONFLICTOS SOCIALES Y PREVISIONES

Con un ojo puesto en la experiencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que tiene centros de aislamientos funcionando desde abril en hoteles sindicales y pabellones en Puerto Madero, en la administración Garro se preparan para el manejo de estos centros y los desafíos que supone no solo en términos sanitarios, sino sociales. 

"Hay que pensar que son grandes espacios donde deben convivir durante muchos días decenas de contagiados que están aislados de sus familias, muchos de ellos sin síntomas y sin malestar físico", explican fuentes de la Comuna que no ocultan cierta inquietud por la amenaza de conflictos interpersonales dentro de esos centros una vez que empiecen a funcionar. Las imágenes de las peleas ocurridas días atrás en los centros de Puerto Madero por el robo de un celular encendieron las alarmas. 

Los otros desafíos serán logísticos. Por ejemplo, se dispuso que en cada uno de los internos deberá hacerse cargo de la higiene de su espacio personal, para evitar que personal de limpieza entre y salga. Además, se les dará cuatro comidas diarias y se brindará servicio de lavado para sábanas, toallas y la ropa de los alojados.