Un barrio de Estancia Chica se suma al mapa del terror en la zona rural

En un barrio de amplias y elegantes viviendas situadas en la zona de ingreso a Estancia Chica, en jurisdicción de Abasto, los vecinos conviven con el miedo. Eso, por una sucesión de robos que se vienen registrando últimamente, protagonizados, según denunciaron, por bandas armadas y de proceder violento. De eso pueden dar cuenta las últimas víctimas, este fin de semana, quienes sufrieron un ataque en su casa de 511 y 202.

El peligro, según contaron a este diario varios vecinos, viene golpeando en un radio comprendido por las calles 511 a 515, desde 202 a 208.

La preocupación que se arrastra desde hace varios meses se acrecentó en las últimas horas a partir del atraco que sufrió un comerciante del centro, afincado junto a su familia en forma reciente.

El episodio ocurrió el domingo a la noche, cuando fueron sorprendidos por dos ladrones.

Según consta en la causa que se abrió por este hecho, el matrimonio y sus hijos fueron reducidos por los maleantes, que inicialmente les apuntaron con sus armas de fuego.

En segundos, se indicó, apelaron a la violencia física como método de amedrentamiento: uno de los hijos de la pareja, de 17 años, recibió un culatazo en la cabeza.

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“Están robando en este barrio una ó dos casas por mes. Esto es una lotería, no sabés cuándo te puede tocar”

Susana Toledo Vecina del barrio

Con los dueños reducidos y aterrados, la banda revisó todas las habitaciones del amplio chalet con líneas coloniales, hasta que se alzaron con “700.000 pesos y alhajas de oro”, se consignó en la denuncia policial radicada en la comisaría séptima.

Luego, los ladrones escaparon en un auto similar a un Volkswagen Gol. Desaparecieron en la oscuridad y nada más se supo de ellos.

En esa seccional, se instruyeron actuaciones por “robo agravado”.

Una vecina de los damnificados le contó a este diario que las víctimas “tomaron la decisión de mudarse de esa vivienda “, angustiados por el pésimo momento sufrido, y aseguró que ayer a la tarde estaban abocados a retirar sus pertenencias. “Eso es cierto, vino un camión y cargaron todo en un rato”, apuntó otra vecina.

“SIN LUCES, CÁMARAS NI POLICÍAS”

A 200 metros de allí, en 202 y 509, otra familia padeció hace un mes un dramático intento de asalto en su coqueta vivienda, que a poco estuvo de terminar de la peor manera.

Susana Toledo contó en el lugar que “fue a las 9 de la noche, cuando cenábamos. De repente vimos a dos tipos grandes que querían romper con una maza el vidrio del ventanal que da al parque”, recordó.

“Mi marido salió al parque y los ladrones, a lo mejor creyendo que les tiraría con un arma de fuego, efectuaron un disparo. Por suerte no lograron herirlo. Ahí nomás escaparon y sin robarnos nada. Pero el susto que pasamos, no se lo deseamos nadie”, reflexionó.

Enseguida, la vecina se encargó de aclarar de que, lejos de tratarse de un caso aislado, fue otro eslabón de una larga cadena de inseguridad que los tiene en vilo.

La “lotería” de los asaltos

“Esto es como una lotería. Todos los meses roban en una ó dos casas por acá. Hay que ver cuando le toca a cada uno”, graficó Toledo sobre la situación que afrontan en esa zona.

El accionar delictivo no es lo único que preocupa a los residentes. También, que hay condiciones que contribuyen con los planes de los delincuentes.

“Por acá no tenemos luminarias, ni cámaras de seguridad ni policías recorriendo las calles”, reflejó la mujer, para recordar que “tampoco contamos con sistemas de alarmas”.

La mujer detalló que “esto, a la noche, tiene una inmensa oscuridad. Las únicas luces que se ven son las de nuestras casas. Hace 7 meses que reclamo a la Municipalidad para que cambien una luminaria quemada, pero no se ocuparon del tema”.

Tampoco encontraron eco, aseguró, cuando plantearon que “se instale una garita policial, por ejemplo en la ruta 36, para desalentar a los que llegan desde el Conurbano para robar en esta zona” y luego huir por el mismo camino.

“Además, se necesitan cámaras de seguridad, para que al menos los delincuentes queden filmados y la Policía a lo mejor después los reconozca para ir a detenerlos”, agregó. Toledo, reveló a su vez que “analizaremos con otros vecinos de organizar alguna protesta o de ir a la comisaría”. Otra vecina, citó que en una casa que está en 515 entre 202 a 208 “robaron 200.000 dólares” y otros vecinos se mudaron a un country después de un asalto que ocurrió a las siete de la mañana, hace pocos meses”.