Arévalo dijo que la política lo persigue y crece el escándalo en la Legislatura

La entradera que sufrió un matrimonio en su casa de 29 entre 32 y 33 es la punta de un ovillo judicial. Al tirar, sostienen en Tribunales, se podría encontrar una hilera de decenas de asaltos parecidos: viviendas donde hay ahorros, ladrones con armas poderosas y algo de ropa policial, vehículos veloces y de alta gama para huir e impunidad. Con la secreta expectación de avanzar con la investigación sobre aquel robo del 18 de enero en La Loma y asomarse a todo lo demás, la fiscal Cecilia Corfield citó a Domingo Arévalo, el sindicalista de los taxis que hizo detener el martes. Se encontró con algo que no esperaba: el detenido adjudicó sus problemas con la Ley a su actividad gremial. Solo eso.

En un párrafo aparte de lo que se consideró como un monólogo de 3 horas y media, el titular de la Asociación de Taxistas, Peones y Choferes de La Plata, anunció que recurrirá al Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) para que investigue a quien investigó los ingresos de uno de sus hijos, Domingo alias “Noni”.

Como informó este diario en su edición de ayer, la fiscal Corfield se interesó por una foto en la que el joven de 21 años posa con una “montaña de billetes” y le preguntó de dónde los sacaba.

El abogado mandó a la UFI Nº 15 un recibo de sueldo como contratado en la Cámara de Diputados de la Legislatura Provincial. Dice ese documento que cobra casi 75 mil pesos. Corfield chequeó y le informaron desde el Poder Legislativo que el documento es real. Además, que el otro Arévalo conocido, “Tete”, también formaba parte de la planta de personal de la casa. Lo mismo que tres mujeres y un jovencito de la misma familia. Todos con el mismo sueldo.

Arévalo padre también pasó por allí, según le detalló a este diario una fuente de la causa. Pero hace un buen tiempo: entre agosto y diciembre de 2001.

Según trascendió ayer, tanto “Noni” como “Tete” fueron cesados en sus contratos de locación de servicios. El primero, está preso desde julio, acusado por integrar una presunta asociación ilícita. Todo empezó con una investigación iniciada en una persecución a un taxi con cinco sospechosos a bordo. Del auto se incautaron 530 balas. Los pasajeros escaparon de la Policía cuando el auto estacionó en 1 entre 515 y 515 bis, cerca de la casa de la madre de los hermanos Arévalo. Los policías lidiaron además con una pedrada de allegados al grupo.

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“Tete” tiene antecedentes penales que emanan de medio centenar de causas. Corfield pidió su detención por el mismo robo que le imputa al padre (en el supuesto rol de conductor de un vehículo de apoyo), pero la Policía no lo puede agarrar desde febrero. En aquellos días quién lo investigaba era el fiscal Álvaro Garganta, pero su planteo para la detención luego quedó sin efecto al no litigar en la Cámara de Apelaciones. Unas semanas más tarde, esa causa la tomó Corfield y volvió a la carga contra el hombre de 35 años, dueño del apodo que le dio nombre a la “Tetebanda”. Detrás de esa marca hay varias decenas de entraderas y asaltos de envergadura. En caso, con botines millonarios, según investigaciones de la Policía.

Arévalo padre fue arrestado el martes por la noche, mediante un nutrido operativo policial (diez vehículos) que lo interceptó en 8 y 521, cerca de su casa de Tolosa y de la zona donde viven su ex mujer y sus hijos. Ya había estado en una comisaría en 2014, tras un incidente en el área de habilitaciones de taxis de la Municipalidad. Ese día fue arrestado con “Tete”, quien se fugó de la seccional de Abasto en medio de un supuesto ardid montado por una familiar. El escándalo dejó a dos policías bajo la lupa.

Ayer, Corfield lo citó a indagatoria y el titular del gremio de taxistas, aceptó hablar.

“Declaró tres horas y media. Respecto ala investigación no dijo nada”, indicó una fuente de la causa.

Luego, habló de política: “primero mencionó a la Municipalidad como promotora de su detención junto con la fiscal. Dijo que lo metieron preso para que no reclame por los derechos de los trabajadores”, indicó la fuente en relación con la tarea en el gremio que nuclea a peones de taxis. En otro tramo, repasó su últimas décadas y sus inicios en el mundo del trabajo “vendiendo golosinas en una esquina”.

El argumento de la persecución se vinculó en Tribunales con una versión que circulaba tras la detención de “Noni” -a mediados de julio- y se le asignaba a la familia Arévalo: las investigaciones en su contra dieron un respingo luego de un asalto a la familiar de un sindicalista vinculado a la política Municipal. Eso ocurrió en junio.

Entonces, la Policía informó que los ladrones habían despojado a la mujer de 1.300 dólares y alhajas. La versión hablaba de millones en el botín.

Siguiendo el eje de la contra denuncia, el hombre arrestado anunció también -según le dijo a este diario la fuente- que “van a denunciar a la fiscal por demonizar al hijo, al saberse que estaba contratado en la Legislatura”.

El taxista hablaba con locuacidad ante dos interlocutoras que sacaron poco. También escuchaban los tres abogados de la defensa, Germán Oviedo, Ariel Dorr y y Rubén Lobos.

Afuera, sonaban bombos en señal de acompañamiento al hombre que ahora afronta cargos por robo agravado.