Suspenden a un diputado que tuvo una escena de sexo en pleno debate

Una situación insólita, con ribetes de escándalo, se vivió ayer en la Cámara de Diputados cuando el legislador salteño Juan Emilio Ameri apareció, en plena sesión virtual, en una escena íntima con su pareja. La “conducta indecorosa” del diputado fue sancionada con una suspensión fulminante, votada por unanimidad a propuesta del presidente del cuerpo, Sergio Massa.

Ameri, que tendría denuncias públicas por acoso en su provincia, podría ser expulsado de la Cámara baja si una comisión que evaluará su conducta así lo determina. Massa invocó el artículo 188 del reglamento del cuerpo para echar del recinto al diputado, lo que fue respaldado por todos los bloques. La comisión tendrá cinco integrantes y un plazo máximo de actuación de 60 días.

Pero, según pudo saber EL DIA, el diputado del Frente de Todos salteño recibirá una “sanción ejemplificadora” la semana próxima. Massa tomó la decisión de suspender a Ameri tras una conversación con el jefe del bloque oficialista, Máximo Kirchner. “Se cumplen la ley y las reglas sin importar el color político que cada uno represente”, dijo el titular de la Cámara baja.

El escándalo llegó a oídos del presidente Alberto Fernández, con quien se comunicó el propio Massa. “Compartió la sanción, porque hechos así lo único que hacen es divorciar a la política del conjunto de la sociedad”, afirmó el tigrense en una rueda de prensa que dio en el salón de los Pasos Perdidos, contiguo al recinto donde se estaba desarrollando la sesión parlamentaria.

En medio del bochorno, Ameri intentó justificarse: “La verdad, estaba convencido de que no tenía internet y cuando volvió, me reconectó en forma automática. Estaba con mi pareja y le dije si le podía dar un beso. Y le di un beso en una teta, nada más”, sostuvo en declaraciones a diversos medios, sin pudor, el diputado que fue sancionado por “ofender” al cuerpo legislativo.

Ameri había asumido como diputado nacional en diciembre pasado, para completar el mandato de Sergio Leavy, quien juró como senador por Salta. En su provincia habría sido denunciado por acoso a una militante peronista de 17 años, pero lo negó y desde la Justicia aseguraron que no hay causas abiertas en su contra. En caso de que sea expulsado de la Cámara baja, la banca pasará a ser ocupada por Alcira Figueroa, indicaron a este diario fuentes del bloque oficialista.

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Mientras los diputados debatían el proyecto de defensa de los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, a Ameri se lo vio en la transmisión oficial de la Cámara de Diputados mientras mantenía una escena de sexo con una mujer. “Como salteño, pido disculpas. Nos sentimos avergonzados. No todos somos así”, afirmó el justicialista Andrés Zottos.

Antes, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, había asegurado que hubo “un hecho indecoroso y el reglamento establece hasta la expulsión”. Aunque la reacción del presidente de la Cámara lo había tomado por sorpresa en el recinto, porque el radical cordobés, al igual otros pares, no se percató de lo que sucedió en el mismo momento.

En efecto, la misma situación ocurrió con Graciela Camaño, la bonaerense del Interbloque Federal, que pidió más prudencia pero luego, cuando se enteró de lo que había pasado, se corrigió al punto de afirmar que “decir que fue un bochorno, es quedarse corto”.

Sin antecedente directo

La suspensión de Ameri fue tan fulminante que no registra antecedentes en el Congreso nacional. En los últimos 100 años hubo cuatro expulsiones, aunque por otras razones, entre ellas la del catamarqueño Luis Luque, acusado por el asesinato de María Soledad Morales, en 1991. También el bonaerense Luis Patti fue impedido de asumir por carecer de “idoneidad moral” en 2006.

“Quiero pedirle disculpas a mis tres hijas. Mi pareja está llorando hace horas, porque estamos avergonzados de lo que sucedió”, dijo anoche entre sollozos Ameri mientras era entrevistado por el noticiero Telenoche. El diputado sostuvo de todos modos que no estaba “en condiciones de analizar absolutamente nada”, en referencia a la posibilidad de presentar su renuncia.

La incorporación de la virtualidad a las sesiones y al trabajo en comisiones en la Cámara de Diputados se produjo este año como una forma de mantener el funcionamiento del cuerpo en medio de la pandemia. Las pantallas del recinto ya habían mostrado “in fraganti” a diputados que se quedaron dormidos, que se cambiaron la ropa o que tomaron whisky a la vista de todos.

La semana para el olvido en la Cámara baja había tenido su primer mojón insólito el martes, cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, no advirtió que estaba el micrófono encendido y se ofreció a “sarasear” hasta que estuviera listo un “powerpoint” con el que iba a presentar el Presupuesto 2021. El titular de Hacienda tuvo que explicar su desafortunado comentario.