Del Prete y el Loco Díaz ya es la dupla ideal para llegar a la Copa
Edición Impresa | 20 de Noviembre de 2021 | 04:47
Por MARTÍN MENDINUETA
La fiesta del Pincha fue “all inclusive”. En un lapso breve, la institución unió el acierto de ofrecer y acordar la renovación contractual de Ricardo Zielinski, con una victoria tremendamente deseada como para regresar al sendero más optimista,
Salvo defender bien (sufrió especialmente cuando los delanteros rivales picaban en diagonal al vacío), El León del Ruso supo construir una victoria de carácter esencial frente a la multitud que se lo pedía con insistencia.
Después de ocho fechas sin poder cerrar el puño disfrutando el desahogo triunfal, Estudiantes recordará el aniversario 139 de la fundación de la Ciudad como una jornada que rozó la perfección. Ganó, goleó y ratificó que, después de mucho rotar, hoy ya tiene una dupla de ataque temible por potencia, técnica y olfato de gol.
Gustavo Del Prete, el mejor acierto de los últimos mercados de pases, y Leandro Díaz, un “toro” bravo, desprolijo y desprejuiciado capaz de facturar un gol impresionante y, también, de desperdiciar situaciones muy favorables, actúan como un complemento ideal. La riqueza técnica de quien sabe llevar la camiseta número diez, por momentos necesita descansar en la potencia intimidante de un atacante dispuesto, literalmente, a todo.
EL “LOCO” ACUMULA MÉRITOS COMO PARA QUE COMPREN SU FICHA
El mes que viene, cuando termine el campeonato y se sepa cómo será la agenda competitiva albirroja durante el almanaque 2022, la comisión directiva y el Ruso tendrán que resolver unas cuantas situaciones con nombre y apellido. Y, entre ellas, si van a adquirir o no el pase de quien ha recibido críticas durísimas, y también algunas valoraciones positivas. A Zielinski le gusta mucho la prestación del tucumano temible y a quien escribe estas líneas, también.
El esquema táctico 4-4-2 parece ser la identidad que mejor le sienta para desplegar su juego
Con Del Prete el camino es lineal, desnudo de aristas polémicas, fácil de transitar y está plagado de adjetivos halagadores. ¿Quién no va a querer a ese chico que ataca con hambre, garra, recursos técnicos muy respetables y notable eficacia?
“Tuti” no tiene detractores en esa olla hirviendo de pasiones en que se convierte el hormigón de la tribuna. En cambio, Leandro Díaz, seguramente como producto de sus decisiones y ejecuciones adentro del área, tiene bastantes.
Este fin de semana sus oídos escucharán comentarios dulzones, pero no tiene que confiarse. La torpeza que suele acompañarlo en algunas situaciones decisivas dispara críticas con las cuales debe saber convivir.
RECUPERÓ EL OPTIMISMO POR REGRESAR A LA COPA MÁS LINDA
Estudiantes, asfixiado por la necesidad de sumar puntos, hace menos de un año fue a contratar a un técnico que interpreta bien la idiosincrasia pincha. Buscaba alivio y ¡vaya si lo consiguió! Ahora, apelando a la sensatez y al sentido común, decide prolongar la estadía de un entrenador que, sin haberlo confesado públicamente con tono acaramelado, ha encontrado un club que le sienta como un traje hecho a su medida.
Los hinchas, sus socios, los que lo valoran a full y aquellos que no están entusiasmados con la manera en que hace jugar al equipo, regresaron a UNO sabiendo cual es el rumbo elegido. Sólo debía ganar. Ni más, ni menos.
La recta final del torneo escribirá el final de esta historia. Mientras tanto, la gente de Estudiantes guarda en un bolsillo del corazón esas gotas de confianza indispensables para ir en busca de cualquier objetivo genuinamente seductor.
Tarea para la intimidad del Country: continuar puliendo el trabajo en defensa. Sigue permeable y debe compensar con recursos más rendidores la pesadez de sus zagueros.
El esquema 4-4-2 parece ser la identidad táctica que mejor le cae a esta formación que ha vuelto a ser antipática para cualquier oponente que se cruce en su camino.
Faltan cuatro fechas y una tiene un peso específico muy grande. Lo que falta, será muy atractivo.
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