Se van las reinas y llegan las embajadoras

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Alejandro Castañeda

afcastab@gmail.com

Las reinas de la belleza están en retirada. Los concursos que las elegían han sido demonizados porque -según bastiones del feminismo- consagraban la cosificación de la mujer. Hasta los certámenes pueblerinos son mal vistos. Se considera que por premiar a las más lindas al final se acaba menoscabando al resto. Esta nueva alternativa ha puesto a la apariencia en entredicho. Las lindas hoy no la tienen fácil. Buscan un nuevo estereotipo que ignore la belleza y empiece a ponderar otros valores.

Tampoco se puede armar competencias que recompensan la gracia, el donaire o la elegancia. Es decir todo aquello que invite a la contemplación femenina puede ser dañino. ¿Pero será tan pernicioso elegir una reina de la primavera en Brandsen o Atalaya? ¿Las segundas princesas se echarán al abandono?

Detrás de lo políticamente correcto, a veces asoman algunas exageraciones. El buen gusto está en retirada en estas horas de fanático emparejamiento. Y parece exagerado ver a las más lindas como mensajeras del rencor y la frustración pueblerina. ¿Por qué prohibir un festejo? ¿Por qué darle tanta chapa al desconsuelo de las postergadas?

Cuando en 2014 La Angostura dio la patada inicial en este avance contra los certámenes de belleza, se conoció un proyecto en la Legislatura bonaerense que adhería gustosa a esa prohibición y sugería terminar con reinas y princesas y empezar a elegir embajadoras o representantes. Creían que así acabarían con odiosas competencias.

A partir de la entrada en rigor de la Ley 26.485, que establece a la violencia simbólica como un tipo de agresión contra la mujer, “era una contradicción que el Estado convocara a cosificar y elegir como si fuese un adorno a una mujer en una fiesta popular, bajo patrones claramente sexistas”, cuenta Verónica Bajo, integrante de Acciones Feministas. También cargan contra las ciudades que sólo cambiaron el nombre de “reina” por “embajadora” sin modificar las características evaluadas.

El propósito de exaltar otros valores parece merecido y loable. Es justo distinguir a las que aportan solidaridad, entrega y dedicación a este mundo peligroso. Los buenos merecen todo. Pero parece menos justo descartar estos reinados de fantasías que duran menos que su corona.

Hace un par de semanas glosamos el exagerado ruego de una muchacha que había apelado al tik tok para contar que era tan linda que la tenían loca con invitaciones y pedidos. Demolía a los babosos del barrio y a las mujeres -“las peores”, decía- porque la envidiaban, la ninguneaban y la maldecían.

Y esta semana la belleza demostró una vez más su poder provocador. Un profesor de Folklore del secundario “11 de septiembre”, de la ciudad de Salta, será imputado por mandarle a una alumna quinceañera un WhatsApp proponiéndole subirle las notas a cambio de ser “amigos con derechos”. ¿Se llevaba “Chacareras” a marzo?

Es un viejo truco esto del canje de boletines y favores. Su vergonzosa oferta provocó un doble daño: ahora todos miran como sospechosos a los otros profes y también a las de mejores promedios. Las alumnas salieron con una pancarta que pone a la hermosura entre comillas: “No quiero que me subas las notas porque soy linda” La justicia ya intervino. Chicas y padres aguardan que la fiscal Cecilia Flores Toranzos lo tenga zapateando a este profe que ofrece mejorar zarandeos a cambio de algunos derechos.

Pero la apariencia se abre camino como sea. Las nuevas embajadoras que ocupan el lugar de las ex reinas, también son elegidas por la mirada. Se sabe: no hay elecciones inocentes. En la Fiesta del Inmigrante, en Berisso, hace un par de semanas, por una falla en el recuento de puntaje, la elegida como embajadora de la comunidad de 19 colectividades, estaba mal elegida. ¿Qué pasó? Alguien empezó a revisar los papeles y todo cambió. ¿Descuido inocente o escrutinio sospechoso? El error dio lugar a una salida sin antecedentes: según expresó en un comunicado la Asociación de Entidades Extranjeras (AEE), ahora hay dos embajadoras. Y dos vice.

¿Se repartirán juiciosamente las tareas? A las embajadoras no les gusta compartir nada. Y las vice, ni te cuento.

Un profe de un secundario de Salta le propuso a una alumna subirle las notas a cambio de ser “amigos con derechos”

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