Un gran causante de discapacidad

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Natalia González Rojas

Doctora

“La prevalencia de migraña en la población general es del 12 por ciento, y de migraña crónica del 1,5 al 2,5 por ciento. Es considerada como el sexto trastorno más prevalente y la segunda causa de discapacidad en el mundo. Sabemos que la migraña tiene un gran impacto en la esfera personal, social, emocional y laboral del paciente. Es una patología más frecuente en mujeres en edad fértil, soliendo ceder en la menopausia; no así en los hombres afectados, a quienes suele acompañar de por vida.

La migraña es el segundo tipo de dolor de cabeza más frecuente después de la cefalea tipo tensión, se caracteriza por su localización hemicránea, pulsátil, intensidad severa, pudiendo estar asociada a náuseas y/o vómitos en algunos casos; puede estar precedida o no por fenómenos prodrómicos, días antes del evento doloroso, con síntomas tales como bostezos, hiperoralidad (hambre), cambios de humor, etc. Seguidos por la siguiente etapa llamada aura (hasta una hora antes de la cefalea), en la cual los pacientes pueden referir síntomas visuales (destellos de luz en el campo visual, áreas de no visión), del lenguaje o bien sensitivos, seguidos por los síntomas dolorosos con las características antes descriptas.

Se genera por una hiperexitabilidad de estructuras a nivel del sistema nervioso central y es considerada una de las patologías más incapacitantes, implicando altas tasas de ausentismo laboral y grandes efectos a nivel social y económico., con un impacto negativo sobre la calidad de vida de la persona que la padece.

Se define como migraña clásica a la presencia de al menos 5 eventos al mes de entre 4 y 72 horas de duración con alguna de las siguientes características: localización unilateral, calidad pulsátil del dolor, intensidad moderada o severa y/o que empeora con la actividad física. Puede estar asociado a nauseas y/o vómitos así como también a fono y fotofobia (molestias a los ruidos y a la luz).

En estos casos, el tratamiento está dirigido al momento agudo de aparición y se basa en analgésicos comunes tipo naproxeno, ibuprofeno, dexketoprofeno, etc., asociados en la mayoría de los casos a metoclopramida para facilitar su absorción. Otras opciones terapéuticas son los fármacos llamados triptanes, que pueden usarse solos o en combinación con los antes mencionados en el tratamiento agudo e inmediato del dolor.

“Todo tratamiento preventivo debe ir acompañado con cambios en el estilo de vida”

Cuando los episodios exceden los 15 por mes por al menos 3 meses, se define a la migraña como migraña crónica, y a fin de evitar el consumo excesivo de analgésicos se prefiere indicar un tratamiento preventivo (consumo diario de un fármaco a fin de disminuir frecuencia e intensidad de los ataques) por al menos tres meses. Entre los fármacos de primera línea se encuentran el Topiramato y el Ácido Valproico. Cabe aclarar, que todo tratamiento preventivo debe ir acompañado con cambios en el estilo de vida que incluyen: dormir una cantidad regular de horas (entre 6 y 8), realizar actividad física regular (2 a 3 veces por semana 45 minutos - 1 hora) y evitar horarios de ayuno prolongado respetando las 4 comidas principales; ya que varias veces esto es suficiente para reducir tanto la frecuencia como la intensidad de los episodios.

En el caso de haber intentado el uso de dos de estos fármacos preventivos sin respuesta alguna por parte del paciente, actualmente contamos con opciones más novedosas tales como la aplicación local de toxina botulínica en puntos estratégicos y estandarizados craneocervicales y la utilización mensual de anticuerpos monoclonales (Erenumab) administrados en forma de inyección subcutánea por el mismo paciente (anticuerpos dirigidos contra el receptor CGRP – íntimamente relacionado con la generación del dolor). Ambos con una excelente respuesta a los 10 días de su administración.

En 2019, la FDA aprobó en EEUU el uso de un dispositivo llamado Nerivio Migra. Se coloca en el brazo del paciente y se basa en la utilización de pulsos electrónicos controlados con el celular para aliviar los síntomas migrañosos a través de la modulación condicionada del dolor por este mecanismo analgésico, la estimulación inhibe el dolor en distintas regiones del cuerpo. De todas maneras, el número de pacientes en el estudio que lanzó el dispositivo no fue significativo comparado con placebo, y la duración del efecto analgésico alcanzó las 48 horas en el 37% de los pacientes. Actualmente no contamos con este tipo de tratamiento en el país.

De todas maneras, teniendo en cuenta lo antedicho, es de relevancia recalcar la consulta al especialista en neurología ante dolores de cabeza que se perpetúan en el tiempo, a fin de evitar un abuso de analgésicos que empeoren y cronifiquen el cuadro, complicando así el tratamiento a elegir.

(*) Médica Neuróloga del Hospital San Juan de Dios de La Plata.

 

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