Piti Fernández: “La música hace que uno sienta que pertenece a alguna tribu”
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2021 | 02:54

“Siempre en movimiento”, lanza Piti Fernández, el líder de Las Pastillas del Abuelo, que decidió no detenerse ante la pandemia: lanzó un nuevo disco con la banda, hicieron recitales por streaming, sacaron un DVD, y también aprovechó el freno a las giras y las actividades presenciales de 2020 para seguir desarrollando su carrera solista, con un puñado de singles que adelantan su próximo disco, “Caminos bríos”.
“Había que mantenerse en movimiento, así que decidimos sacar un disco en el año pandémico”, cuenta Piti, en diálogo con EL DIA, entusiasmado antes de presentarse en la Ciudad (esta noche, desde las 21 en el Teatro Metro) porque “en La Plata siempre hubo muy buen rock, así que las expectativas son altas”.
Piti revela que “Caminos bríos”, una obra con “un sentimiento más cercano al blues y al country”, saldrá de a sencillos, uno a uno, hasta completarse. Un ingreso de lleno en la lógica del siglo XXI, que desplaza el álbum como obra completa y se adapta a las formas de escucha del oyente, siempre con poco tiempo, dándole pequeñas pastillas musicales para sus burbujas de ocio.
Algo que a Piti no le disgusta: “Me pliego a la idea del single: tiene varios beneficios, entre ellos el no correr para terminar canciones a las corridas que tienen que entrar en un disco de 12 canciones; tampoco se corre económicamente, se va canción a canción en lugar de tener que desembolsar todo en una obra conceptual. En el caso de querer un formato físico, me seduce más la idea del vinilo”, explica.
Piti traerá a La Plata los primeros temas de “Caminos bríos” (que incluyen una versión del clásico “La Doctora”, “que ha formado tantas parejas”, que Piti pasa de la chacarera al country) y también recorrerá las canciones de su primer álbum solista, “Conmigo mismo”, en el marco de una gira que lo ha llevado a Córdoba, Mendoza, Rosario y más, que marca el regreso a la actividad presencial para el guitarrista de reconocible voz.
“Con un poquito de miedo que nos metió la tevé, todos nos metimos adentro”
El retorno a los escenarios, tras un año complicado para todos, que a Piti le ha causado indignación, además de mucho dolor: en todas las radios sonaba “¿Qué es Dios?”, canción de Las Pastillas para Diego Maradona, tras su muerte, pero Juan Germán Fernández lloraba también a su amigo, Alberto Sueiro, el taxista poeta que compuso la letra de esa canción.
“No por nada se fueron los dos en el 2020. Uno se fue destapando la olla de la mediocridad, la olla de algunas mentiras oficialistas, la olla de los privilegios, decidió que el último acto que iba a hacer también iba a ser un acto trascendente: morir y hacer que pisen el palito, que generen una despedida como si no fuera un humano, cuando él siempre dijo que era humano. Tratos especiales… para mi, sirvió para desenmascarar a esta gente que dice no tener tratos especiales”, dispara Piti, que cuenta que “a Beto lo extraño un montón. No lo pude abrazar, debido a los ‘protolocos’ que propusieron en un momento, que obligaban a estar lejos de los moribundos, una aberración, pero esa angustia se disipó un poco cuando supe que se fue al cielo y que se pudo dar un abrazo con Diego”.
Más allá de eso, Piti revela que en un inicio, disfrutó “mucho”, de la cuarentena: “Parecían unas vacaciones obligadas. Fue el único momento donde disfruté alguna serie de Netflix”. Luego llegó la extensión infinita del confinamiento y el guitarrista comenzó “a informarme sobre lo que pasaba, a no adormecer mi intelecto ni nuestra reflexión con series de Netflix. Sí miré documentales, me informé a través de canales informativos alternativos, para no estar dormido ante este plan arrasador del Nuevo Orden Mundial”.
Pero Fernández trabajó en la cárcel de Marcos Paz durante años, dando talleres, y por eso aunque es muy crítico se niega a la metáfora fácil del confinamiento en pandemia como prisión: “No tiene ningún parecido con este encierro: uno acá está en el hogar, y en la cárcel está en una verdadera academia de la maldad. Pero la cabeza está hecha para asociar situaciones, entonces uno puede involuntariamente asociar este encierro a de esos pibes que por esa burbuja sistémica vuelven a reincidir, pasan largos años de su vida en ese círculo vicioso. Pero este encierro fue voluntario, con un poquito de miedo que nos metió la televisión todos nos metimos adentro”, lanza.
Sí acepta, sin embargo, que ante ambas situaciones, la música puede ser terapia. “Ha sido siempre un bálsamo, muchas músicas hacen que uno sienta que pertenece a alguna tribu, y eso tiene que ver con la emoción de no sentirnos solos. Así que es sanadora”.
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