El partido más esperado puede haber sentenciado el ciclo

Consumada la eliminación en el estadio Florencio Sola, Mariano Messera y Leandro Martini se fueron sin hablar y envueltos en un gran manto de dudas respecto a su futuro. Lo claro es que la dirigencia albiazul no tomará ninguna decisión en caliente y se dará un poco más de tiempo para esperar cómo asimilará la dupla el cachetazo de ayer ante el Bicho. Es un hecho que el cuerpo técnico salió al menos abollado del encuentro que esperó con tanta ilusión y que era el claro objetivo del semestre.

Habrá reuniones en la jornada de hoy. Las partes charlarán, darán sus pareceres y se verá si los técnicos aún tienen la fuerza necesaria para seguir al frente de un equipo que volvió a sufrir otro golpazo anímico. River será el rival el próximo domingo y tal vez sea la última chance para que los DT puedan enderezar el rumbo.

NO ESTUVO A LA ALTURA

Gimnasia no estuvo a la altura del partido de ayer. El equipo pecó de ingenuo desde el minuto uno ante Argentinos Juniors y la Copa Argentina ya es cosa juzgada.

El partido que tanto esperó el Lobo y también su dupla técnica fue jugado como uno más. Errores por todos lados. Decisiones equivocadas en el banco y adentro de la cancha. “El fútbol es para vivos”, repitió siempre su ex entrenador Pedro Troglio, y Gimnasia no fue vivo cuando más debió serlo.

Desde el vamos la cosa fue mal barajada. Gimnasia contrató al mejor jugador del torneo pasado. El goleador del último campeón, justamente pensando en este torneo. Incluso Luis Rodríguez fue preservado ante Colón para jugar el encuentro de ayer. ¡Y jugó sólo 20 minutos! ¿Decisión de Mariano Messera y Leandro Martini? ¿Por qué no lo pusieron como titular?

Al parecer, el atacante no estaba al ciento por ciento, pero nadie tampoco salió a aclararlo. ¿No era el momento de arriesgarlo en el juego más importante del semestre? Y pareciera que sí.

Un flojo mercado de pases que terminó pasando factura en el partido más importante

Capítulo aparte para un mercado de pases con desaciertos compartidos. Gimnasia trajo un refuerzo estrella y su dirigencia se desentendió de todo después. Insistió con Cristian Vega durante dos meses y no pudo contratarlo. Perdió la posibilidad de contratar a Marco Pérez y optó por Rodrigo Holgado, quien llegó fuera de forma y apenas pudo jugar ayer un puñado de minutos. Y a las claras está quedando, que trajo a un lateral que si no jugaba en Unión, difícilmente podría aportar soluciones en Gimnasia. Francisco Gerometta fue uno de los más expuestos en la cancha de Banfield, haciéndose expulsar con un 1 a 0 favor que ya era un milagro y dejó al equipo al borde del abismo. La otra pregunta es: ¿No tiene el club un lateral que al menos le haga un poco de sombra? Evidentemente el flojo trabajo que se ha hecho en inferiores en el último tiempo también termina haciendo mella y aflora en este tipo de situaciones determinantes.

DISCUTIBLES DECISIONES DESDE EL BANCO

Gimnasia pateó al arco dos veces en un partido de eliminación directa contra un equipo que en los papeles está a la par. Incluso la tabla del torneo doméstico lo demuestra. Sin embargo, desde el inicio, Argentinos Juniors lo hizo correr por toda la cancha y prácticamente no le dejó tocar el balón. Así y todo tuvo la posibilidad de ponerse en ventaja. Un portento que no supo aprovechar.

Tras la infantil expulsión de Gerometta, la dupla técnica debió tomar una decisión y reforzar la última línea. Y sacó al autor del gol, Eric Ramírez. De los pocos futbolistas que justamente pueden aportarle en la red.

En la cancha continuaron Matías Miranda, notoriamente incómodo, y también Johan Carbonero en una posición en la que es evidente, no suma.

El colombiano es delantero. Lastima en los últimos metros, tiene desequilibrio. Pegado contra la banda izquierda y sin sentir la marca, es un valor desaprovechado. Comete un penal típico de un futbolista que no sabe marcar, arriesgando demasiado en una zona delicada.

Ya con el marcador en contra 1-2 los entrenadores recién optaron por el ingreso de Luis Rodríguez y de Rodrigo Holgado. Iban 25 minutos del complemento. Tarde nuevamente y no es la primera vez que los cambios se demoran más de la cuenta en el ciclo.

Ciclo que ya venía siendo cuestionado por muchos hinchas y que se va quedando sin fuerzas. El partido que tanto ilusionaba puede haber sentenciado su futuro. River, seguramente, será juez y parte de la historia que siga.

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