Índices que preocupan: pese a la baja de casos positivos
Edición Impresa | 26 de Agosto de 2021 | 02:38

El número de personas contagiadas de coronavirus en el país se redujo “en forma sostenida” más del 85% entre el pico del mes de mayo y la semana pasada, según un reporte dado a conocer ayer por el Ministerio de Salud de la Nación. Y mientras algunos especialistas hablan de “un buen momento para la Argentina” en el marco de la pandemia, aunque advierten sobre la necesidad de mantener los cuidados preventivos ante el avance de la variante Delta, otros consideran que el número de muertes todavía sigue siendo alto con relación a los contagios.
Mientras tanto, otra de las inquietudes que aparecen en este momento de la pandemia tiene que ver con el ritmo de vacunación: cuando en el AMBA ya se habla de circulación comunitaria de la variante Delta, sólo alrededor del 33% de la población cuenta con las dos dosis de la vacuna, según los datos oficiales.
Entre quienes ayer manifestaron su preocupación por la falta de la segunda dosis se cuentan los padres autoconvocados de chicos con comorbilidades reunidos en la red Vacuname, quienes indicaron que está por cumplirse el plazo para recibirla, pero todavía no recibieron las notificaciones.
Los decesos
“El número de muertes sigue siendo alto”, indicó ayer a este diario la infectóloga platense Silvia González Ayala, quien agregó que “la cifra de decesos expresa en cada momento lo que pasó con los contagios entre dos y cuatro semanas antes”.
Según destacó la especialista, si bien el informe difundido ayer por el ministerio de salud de la Nación habla de una baja de casos del 85% en el curso de las últimas 13 semanas, recién en la semana del 14 de agosto se alcanzó la marca de menos del 10% de testeos positivos” , por lo que una posibilidad es que entre 2 y 4 semanas después de ese momento la curva de los decesos refleje la de los contagios.
Con todo, hay otros factores que pueden estar incidiendo, como un posible retraso en la carga de casos.
No es el único elemento que los especialistas ven con preocupación. El otro es el ritmo de la vacunación en momentos en que la variante Delta comienza a ser detectada en distintos puntos del país.
Ayer, por caso, un nuevo contagio con esta variante fue registrado en Córdoba que ya suma 61, al tiempo que ya se habla de circulación comunitaria en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Como se sabe, ante esta variante una sola dosis de la vacuna es menos eficaz.
En ese marco, en las últimas horas se desató una polémica cuando el infectólogo Eduardo López, que integra el grupo de especialistas que asesora al Poder Ejecutivo en la pandemia del coronavirus, aseguró que hay unas 5 millones de dosis de vacunas en Argentina sin aplicar, que están “guardadas en heladeras” y opinó que eso representa un “fracaso” del sistema.
La ministra de Salud Carla Vizzotti respondió defendiendo enfáticamente el proceso de distribución de las vacunas en las 24 jurisdicciones de país. Dijo que “no hay ninguna vacuna contra el coronavirus en la heladera“ y destacó que el stock de dosis está en “constante movimiento” entre que llegan al aeropuerto y son enviadas a los distintos puntos del país para su aplicación.
“Cada vacuna que llega está en constante movimiento desde que baja del avión, hasta que sube al camión del operador logístico”, sostuvo la funcionaria.
“Las vacunas llegan y se distribuye a las provincias. Hay miles de kilómetros hasta que llega a destino y una vez que llega tiene el mismo proceso. Hay provincias extensísimas, se dan los turnos, van las personas, se aplica la vacuna y se registra. Es un proceso sostenido; cuando hay un ingreso muy grande de dosis, esa diferencia se agranda y a medida que se van aplicando las vacunas se achica, hasta que vuelve a ingresas otra partida grande y la diferencia se vuelve a agrandar”, explicó la funcionaria.
En tanto, aclaró que “leer el Monitor Público de Vacunación no quiere decir que esas vacunas estén en la heladera, tiene una complejidad muy grande que hemos explicado muchas veces”.
Desde el ministerio de Salud de la Nación se destacó, en tanto, que el proceso de sacar las vacunas de Ezeiza, controlar la temperatura, volver a empaquetar, mandar a las provincias y que las provincias lo distribuyan a todos los vacunatorios de su territorio, “es un logro del sistema”.
“Una cosa -se puntualizó- es vacunar en centros urbanos donde el ritmo de vacunación es mucho más rápido porque la gente está cerca y puede acercarse a los vacunatorios más fácilmente, y otra cosa son los territorios más alejados, con menos densidad poblacional y dificultades de acceso, donde los vacunadores tienen que llegar casa a casa, con las heladeras al hombro. A eso se suman las disparidades de conectividad que en algunos casos del país enlentece la notificación inmediata de las aplicaciones”, se indicó.
En cuanto a la cadena de distribución de vacunas, la cartera que encabeza Vizzotti explicó que siempre “queda, como es habitual, un stock estratégico mínimo para cubrir cualquier eventualidad, en cualquier jurisdicción” y enfatizó que “se trata de un proceso logístico complejo que abarca varias etapas”.
Para la infectóloga platense Silvia González Ayala, en tanto, en lo relacionado con la vacunación, el país está “muy complicado”.
“Alrededor del 27% de la población tiene las dos dosis, cuando se dijo que se iban a completar las segundas dosis en agosto. Hay mucha gente que hace más de cuatro meses espera la segunda dosis de la vacuna. Hace rato que habría que haber acelerado el ritmo de vacunación”, consideró.
La situación con las segundas dosis preocupa, entre otros, a los padres nucleados en la red Vacuname, cuyos hijos tienen comorbilidades. Padres de esa entidad difundieron ayer un documento y anunciaron medidas debido a que, aunque está cerca de cumplirse el plazo, no los convocaron para las segundas dosis.
“El gobierno no mandó los turnos para las segundas dosis de los menores en riesgo, A pesar de contar con las vacunas de Moderna donadas por Estados Unidos y ante la angustia de miles de chicos que necesitan urgente completar su vacunación para recuperar sus vidas”, indicaron ayer a través de un comunicado elaborado en una reunión virtual nacional en el que manifestaron que “vamos a ir a los vacunatorios el día que les corresponde la segunda dosis y si no los vacunan lo certificaremos y los vamos a denunciar penalmente”.
Los padres nucleados en Vacuname anunciaron también que si el problema no se resuelve realizarán un nuevo reclamo nacional en las plazas de todo el país el 4 de setiembre.
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