El Open House 2022: abrir las puertas a la “magia”

El Open House 2022 es acaso el festival de arquitectura y urbanismo que se desarrolla en las principales ciudades de todo el mundo. Tiene como objetivo abrir las puertas de los edificios más históricos de la metrópolis que será la sede y compartir con quienes no están dentro de este mundo, los espacios con una carga simbólica y social que en otras oportunidades no podrían disfrutarse.

En muchos casos se trata de edificios privados, destinados a empresas o bancos y en otros, aún más interesante, domicilios privados y habitados que sus dueños prestan para el evento internacional. Se desarrolló durante el primer fin de semana de octubre, con entrada libre y gratuita. Solo hacía falta presentarse con el DNI en el lugar y la hora indicada en la grilla publicada con anterioridad y disfrutar.

Una aclaración que se hizo desde la organización es que, al ser un evento tan conocido en el ambiente de la arquitectura, ciertos espacios tenían cupos limitados a los que hubo que anotarse con veinte días de anterioridad, aunque éstos fueron los menos. De todas maneras, la recomendación para esta edición así como las anteriores era llegar temprano para encontrar un buen sitio.

Para la edición de este año, el Open House 2022 se desarrolló a lo largo y lo ancho de nada menos que 169 edificios de la Ciudad de Buenos Aires. En pos de aprovechar el alcance, los organizadores se pusieron como objetivo el generar conciencia sobre ciertos hábitos y recursos que la humanidad tiene al alcance de la mano pero que, muchas veces, desperdicia o no valora lo necesario.

Estuvo organizado en su totalidad por la asociación Cohabitar Urbano, quien además está de festejo por su primera década de vida. Cada espacio que se prestó para el evento carga con un importante valor arquitectónico, patrimonial y cultural para que los asistentes puedan quedar maravillado con esos edificios que, tal vez por la rutina, en la vida diaria y el ajetreo que se vive, pasan desapercibido entre calles, veredas y cemento.

En paralelo a esta celebración, pero sin quedar al margen, también se llevó a cabo la 18° Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires. Una de las misiones de este evento tan importante a nivel cultural y social es el hecho de poder reflexionar respecto al patrimonio que se tiene y que muchas veces no es valorado como se debe.

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A modo de ejemplo, en la Ciudad de La Plata, los platenses están acostumbrados a viajar en transporte público, vehículos particulares o bicicletas, sin advertir que tienen ante sus ojos magias arquitectónicas que no hay en otras ciudades. Cada terraza -especialmente en el casco urbano- o frente de las casas más antiguas aún mantienen marcada en su fachada el nombre del creador y terminaciones hermosas, que no se encuentran en todas las ciudades.

El Open House se realiza de manera anual en los cinco continentes y con el tiempo logró llegar a más de 30 ciudades importantes del planeta. La primera vez se llevó a cabo en Londres y luego se expandió.

A la fecha, esta jornada se puede ver en Buenos Aires, Roma, Nueva York, Madrid, Tel Aviv, Lisboa, Dublín, Melbourne y Helsinki, solo por mencionar algunas.

En esta oportunidad, una de las propuestas que pensaron sus organizadores era poner en debate la rehabilitación de estos espacios, el valor de los recursos humanos de vital importancia -como el uso y abuso del agua-, los espacios verdes que a medida que la vida pasa se reducen notablemente, tanto en su utilización como en el lugar que se le dá, el transporte público y la sustentabilidad en la vida actual.

Se replica en las principales ciudades del mundo y abre las puertas de edificios históricos

Respecto a la sustentabilidad se determinaron dos escenarios que hacen pensar cómo la construcción de los mismos y la idea que se tiene de tal, puede aportar mucho al medioambiente y a cuidar los recursos humanos con los que se cuentan, en particular la utilización de energía que el mismo necesitará. Para ello, los organizadores propusieron la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Casa de los Scouts, la sede corporativa más joven del Banco Santander y el Edificio de Posgrados de la Universidad de Morón, entre otros.

Algunos de los 160 espacios que se pudieron recorrer fueron la galería Güemes, el Barrio Parque Los Andes, el Palacio Heinlein, el diario La Prensa, la Auditoría General de la Nación, la Asociación Argentina de Cultura Inglesa, el Hipódromo de Palermo, la Casa Roseti, la Casa Cubo, el Casal Catalunya, entre tantos otros.

Los más visitados

El Banco Hipotecario fue uno de ellos. Está considerado en el ámbito arquitectónico como una de las obras más trascendentes con las que cuenta el país.

El Palacio de Aguas Corrientes, que hasta 1978 era el encargado de mantener en sus depósitos de gravitación la distribución del recurso humano.

El Edificio de Posgrados de la Universidad de Morón fue otra de las grandes estrellas del fin de semana. Como indica su nombre, allí los estudiantes pueden realizar sus carreras de grado y posgrado. Fue reconocido como patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires.

La Casa de Estudios para Artistas fue construido en 1938, fue declarado de Interés Histórico Arquitectónico Nacional por el Congreso de la Nación y cuenta con la protección estructural del Código de Planeamiento Urbano de Buenos Aires.