Magistratura, nueva era y un conflicto que no afloja
Edición Impresa | 23 de Noviembre de 2022 | 05:44

Una nueva era arranca en el Consejo de la Magistratura, el órgano encargado de seleccionar y sanciona jueces, donde ayer juraron once miembros en representación de los académicos, abogados, magistrados y el Poder Ejecutivo. Apenas una porción de los 19 que debieron hacerlo y que no lo hicieron en medio de la pulseada que el kirchnerismo mantiene con la Corte Suprema de Justicia.
La jura, sin público, se realizó en el Salón Bermejo del cuarto piso del Palacio de Tribunales, encabezada por el presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Magistratura de la Nación, Horacio Rosatti. También estuvieron presentes los otros tres miembros del máximo tribunal: Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
Con este trámite quedaron formalmente incorporados Hugo Galderisi y Guillermo Tamarit, en representación del ámbito científico y académico; Miguel Piedecasas, Héctor Recalde, Jimena de la Torre y María Fernanda Vázquez, en representación de la abogacía; Diego Barroetaveña, Alberto Lugones, María Alejandra Provítola y Agustina Díaz Cordero, en representación de la Magistratura; y Gerónimo Ustarroz, en representación del Poder Ejecutivo Nacional.
Pero el organismo no empezará a funcionar hasta tanto no resuelva la Corte qué va a hacer con los ocho legisladores que deben completar la integración del Consejo. Mientras se espera que los cuatro ministros traten el tema en su reunión mañana.
Y es que si bien con los once que juraron ayer más Rosatti se llegaría al quórum necesario para sesionar, eso requeriría del acuerdo del kirchnerismo, que improbablemente acceda sin los legisladores. Incluso, consejeros opositores ponían en duda que corresponda poner el Consejo a funcionar cuando todavía faltan los representantes del Congreso.
El viernes pasado, el Consejo envió a la Corte los nombres de los cuatro diputados y los cuatro senadores designados por sus respectivas Cámaras a propuesta de los distintos bloques, pero el máximo tribunal no los sumó a la jura de ayer, como pedía el kirchnerismo.
Sucede que hay una silla de la Magistratura que es motivo de pulseadas: la que el oficialismo le asignó al senador camporista Martín Doñate y que Luis Juez, del PRO, reclama como propia basado en un fallo del máximo tribunal que advirtió que Cristina Kirchner había recurrido a un “ardid” para quedarse con el representante en el Consejo de la segunda minoría de la Cámara Alta. Aludía así al movimiento de ajedrez por el que el Frente de Todos se partió en dos con el objetivo se ser mayoría y segunda minoría a la vez para, de ese modo, quedarse con la silla que, de no haber sido por esa jugada, le hubiera correspondido al PRO.
Por ese conflicto, como se dijo, la Corte no le tomó ayer juramento a los representantes del Congreso, lo que a su vez paralizaría el funcionamiento de la Magistratura.
En tanto, la jueza María Alejandra Biotti, titular del juzgado contencioso 5, debe resolver el amparo presentado por Luis Juez, que espera que el fallo se concrete antes de la asunción de Doñate.
“No sería adecuado que la Corte le tomara juramento a Doñate. El amparo debe resolverse rápido. Me parece obvio que la Justicia no puede admitir actitudes caprichosas como las de Cristina”, advirtió el senador del PRO, que mañana (el mismo día en el que el máximo tribunal tratará este tema) denunciará penalmente a la Vicepresidenta por lo que consideró como una “maniobra” para quedarse con un asiento en el Consejo de la Magistratura.
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