Miles Christi y una trama de conflictos que lleva 20 años
Edición Impresa | 30 de Diciembre de 2022 | 04:12

La gestión de los sacerdotes de Miles Christi en el colegio San Francisco de Asís y su parroquia San Luis Gonzaga, en Villa Elisa, estuvo atravesada por el conflicto desde su inicio, hace 20 años. Se trata de la congregación que recientemente fue separada de la administración de esa institución educativa, que quedará a cargo del Arzobispado.
Reconocida en La Plata en 1994, la orden de la “Milicia de Cristo”, que integra una de las líneas más ortodoxas de la Iglesia, desembarcó en el colegio en 2001 enviada por el entonces prelado Héctor Aguer. Y desde el inicio del siguiente ciclo lectivo la convulsión se adueñó de la institución, provocando denuncias cruzadas, movilizaciones y el éxodo de un importante grupo de chicos hacia otras escuelas.
Una de las polémicas desatadas en aquellos años se dio cuando una profesora de Catequesis y delegada gremial denunció su despido y un grupo de docentes inició medidas de fuerza para su restitución.
Más tarde la tensión crecería hasta enfrentar a padres, docentes, directivos y religiosos, escalando a climas de exaltación, gritos y enfrentamientos entre padres y directivos, desmanes, la suspensión asidua de clases, amenazas de bomba y denuncias cruzadas en la comisaría 12º de Villa Elisa.
“Por una educación sin discriminación, contra la impunidad y el autoritarismo y por una escuela abierta”, rezaban las consignas de las marchas a la sede del Arzobispado en plaza Moreno, encabezadas por asambleas de padres que rechazaban el estilo conservador de grupo sacerdotal y reivindicaba la tradición franciscana del colegio.
También denunciaban la discriminación a las mujeres ante los varones, la indagación sobre las orientaciones políticas de los padres de los alumnos y la difusión de material en contra del aborto, que los padres consideraban “inadecuado” para la edad de los chicos.
Pero también hubo denuncias por parte de los sacerdotes por intimidaciones, roturas de vidrios en puertas y ventanas por parte de desconocidos, incidentes que relacionaron a ese conflicto. En ese contexto, para octubre de ese año los padres afirmaban que más de un centenar de chicos se habían retirado de la institución. En otro caso, también se realizó una denuncia por “discriminación”, por parte de un padre a quien le negaron la rematriculación de sus hijas luego de una protesta que interceptó al entonces arzobispo Héctor Aguer. El prelado debió cambiar autoridades en más de una ocasión en busca de la armonía en la institución y defendiendo la permanencia de los religiosos.
A los polémicos antecedentes en la gestión educativa del San Francisco se sumó en 2020 la expulsión del fundador del Instituto Miles Christi , Roberto Juan Yannuzzi, tras haber sido encontrado culpable en proceso canónico de los “delitos contra el sexto mandamiento con adultos, absolución del cómplice y abuso de autoridad”. Las acusaciones que afectaban al religioso, iniciadas por los propios miembros de la orden, redundaron en la dimisión clerical, dispuesta por la Santa Sede.
“Después de una rigurosa y exhaustiva investigación y recogidos los testimonios pertinentes, las nuevas autoridades de Miles Christi, junto con el Arzobispo de La Plata, llevaron adelante el proceso de expulsión de Yannuzzi del Instituto religioso, proceso que la Santa Sede tomó directamente a su cargo y llegó al presente dictamen”, concluía ese texto. Ahora, como decidiera el Arzobispado platense, ya no tendrán el San Francisco a su cargo.
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