El día después: comerciantes de City Bell levantan la guardia

Los dos ataques en locales de la calle Cantilo entre Camino Centenario y 13A, ocurridos en la madrugada del lunes, profundizaron el miedo por una situación que parece fuera de todo control. Por eso reclaman patrullajes nocturnos

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Perduraban ayer en el radio céntrico de City Bell los ecos del millonario golpe delictivo sufrido por la dueña de una conocida marca de ropa de mujer, cuyo local está en la calle principal de esa localidad del norte platense.

Como lo reflejó este diario en su edición anterior, el audaz golpe ocurrió durante la madrugada en el comercio “Aldea Blanca”, que está en Cantilo entre Camino Centenario y 13A.

Para entrar a robar en ese negocio, los delincuentes apelaron a un adoquín, que arrojaron contra el vidrio de blíndex del frente, al que hicieron estallar en mil pedazos.

Y en apenas 20 minutos, según se estimó, los ladrones -presumiblemente menores de edad- se alzaron nada menos que con un botín de 900.000 pesos en efectivo y casi la colección completa de prendas para la temporada de invierno.

Con similar modus operandi, además, la llamada “Banda del Adoquín”, que viene actuando en ese sector de City Bell desde comienzos del año pasado y ya suma varios hechos similares, también robó y destruyó una puerta de la entrada al también conocido local de ropa femenina “Óleo”. Justo al lado de “Aldea Blanca”.

“DE NOCHE ES TIERRA DE NADIE”

Gerardo (55), propietario del local de ropa Mistral ubicado en Cantilo entre 13A y 13B, fue contundente cuando en la tarde de ayer sentenció ante EL DIA que “de noche esta zona es tierra de nadie”.

“Hasta las 8 de la noche en que tengo abierto el local se ve pasar a los patrulleros por acá. El tema es que seguramente más tarde y durante la madrugada, no debe haber personal policial suficiente para seguir vigilando las calles. Y esto los delincuentes lo saben y lo aprovechan”.

La inseguridad en esta zona está a flor de piel, tanto en la calle Cantilo como en las arterias transversales. Pero además de esta banda juvenil, hay robos también de día”

Sol
Empleada de una mercería

Conjeturó además que “también es probable que haya un móvil policial haciendo un rondín nocturno y que los ladrones esperen que pase, para después robar en los locales en los que realizan además destrozos con un adoquín”.

El comerciante luego aludió a que “la Policía nos dice que sabe quiénes son los ladrones, pero que cuando los agarran, como son menores de edad, después la Justicia los libera enseguida”.

Asimismo, citó que “los comerciantes tenemos un grupo de WhatsApp y siempre nos enteramos de algún robo nuevo”.

Los robos por acá son continuos y la preocupación por el tema es permanente. Después del robo, quedó el adoquín que arrojaron y quedaron filmados”

Micaela
Vendedora de Óleo

Y precisó que el radio en donde opera la referida banda es “desde Camino Centenario hasta 13B, desde 472 a 473 bis”. Y sostuvo que “estamos acechados por estos pibes desde principios del año pasado”.

En simultáneo, aportó otra observación sobre los movimientos de los ladrones: “Por lo general, roban en comercios con vidrieras que no están protegidas por cortinas”.

“NOS SALVARON LAS ALARMAS”

Micaela es vendedora del local de “Óleo” de Cantilo entre Centenario y 13A, al cual también en las primeras horas del lunes la banda de menores dejó su sello distintivo: destrozos contra el frente provocado con un adoquín y posterior robo en pocos minutos antes de escapar.

“Fue alrededor de las 3.45 de la mañana y me enteré de lo ocurrido cuando llegaba a la mañana del lunes y en el camino la dueña me contó”.

Sobre los faltantes constatados, dijo que “todavía no lo sabemos con precisión, pero se llevaron seguro camperas, algunas otras prendas y el posnet”.

En contrapartida, los ladrones dejaron dentro del negocio un “souvenir” : el adoquín empleado para romper por completo una de las puertas de vidrio.

De todos modos, con gesto de alivio, Micaela admitió que “nos salvaron las alarmas, que hicieron que se fueran rápido”.

Sobre la inseguridad existente en calle Cantilo y en sus arterias transversales, reconoció que “siempre está la preocupación por los robos, que son continuos”.

“De día se ven pasar patrulleros y los mismo los fines de semana, cuando vienen mucha gente. El problema evidentemente se da cuando cierran los negocios y ahí es cuando actúan los ladrones”, consignó.

A su vez, aseguró estar al tanto de que “hace rato” que la banda de adolescentes comete sus ataques contra negocios situados en pleno centro de City Bell.

Por su parte, Sol (21), empleada de la mercería de Cantilo entre 13A y 13B, expresó preocupada que “la inseguridad está a flor de piel por acá. No sólo en la Cantilo, también en las calles que la cruzan”.

Por último, expuso que “no sólo tenemos robo por esta banda de chicos que atacan de noche, porque también hay robos en comercios de día”.

 

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