Pese al alerta, el hincha acompañó en una nueva noche de Copa en UNO

La gente siguió el cruce con en un clima de alegría. La amenaza de lluvia no impidió otro reencuentro del León y la Libertadores

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Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

Cada vez la Copa Libertadores aparece en el calendario de Estudiantes de La Plata, los hinchas esperan ansiosos los días de partido. Las horas previas se viven de forma especial para los miles de fanáticos y fanáticas, quienes desde temprano se acercan a las inmediaciones del estadio para vivir un ritual particular, en el que se encuentran con amigos mientras crece la expectativa hacia el pitazo inicial, ya en el verde césped y con los protagonistas en cancha. Y la jornada de ayer, pese al alerta meteorológico de la previa, representó un ejemplo de la particular relación entre el Pincha y el certamen más importante del continente, el cual supo alzar ya en cuatro oportunidades.

Horas antes de que el operativo policial cortara calle 1 entre 59 y 53, cientos de camisetas rojas y blancas ya poblaban las inmediaciones del Jorge Luis Hirschi, algunos disfrutando del hasta entonces sol, y otros en grupos, imaginando el cruce con Bragantino y la forma de lastimar a los brasileños, quienes llegaban a La Plata también líderes del grupo C, con 4 unidades.

Mientras tanto, unos pocos hinchas del equipo que pertenece a la empresa de bebidas energéticas, que también tiene clubes en Alemania, Austria y Estados Unidos, recorrían las calles de la Ciudad antes de ocupar el nuevo codo estrenado hace unas jornadas en UNO. Aproximadamente unos 25 y no mucho más, los mismos que dijeron presente ayer por la noche para el cruce que tuvo como árbitro al peruano Kevin Ortega Pimentel.

Ya más cerca del pitazo inicial, varias filiales albirrojas cumplieron con su ritual habitual: decir presente en el estadio cada vez que el León tiene una cita con la Libertadores. Desde Catamarca (Pablo Leiva), Amaicha del Valle (Silvio Gramajo), Mar del Plata, Chaco, Tandil, La Costa, Pinamar, Verónica, Magdalena, Santiago del Estero, Salta (Bernardo Ruiz de los Llanos, Jesús Ramón Villa, Iván Guerino del Milagro Mizzau y Jorgelina Silvana Juárez), Jujuy, La Pampa, Neuquén, Gualeguaychú (Alberto Zozayade y Juan Mussio) y San Martín de Los Andes todos se fueron ubicando paulatinamente para el encuentro frente al Red Bull Bragantino, que llegaba tras igualar 1 a 1 con San Pablo por el Brasileirao.

Además, también se apersonaron ídolos históricos del Pincha, otra constante de los últimos tiempos en la vida institucional estudiantil. Juan Ramón Verón, Daniel Romeo y sus hijos, Abel Herrera, el “Bambi” Flores, Carlos Pachamé y Cristian Guaita, por mencionar a algunos resultaron espectadores de lujo ayer en UNO. Misma situación que el Senador Nacional por Salta, Sergio Napoleón Leavy o Bras Brooijmans y John Emmen, invitados provenientes de Holanda.

El festejo de los hinchas y el agradecimiento a Andújar / Dolores Ripoll

EL ALERTA AMARILLO NO FRENÓ LA PASIÓN ALBIRROJA

Horas antes del partido entre Estudiantes y Bragantino de Brasil, el Comité de Emergencia Municipal (COEM) elevó a amarillo el alerta por posibles lluvias fuertes, vientos e incluso caído de granizo. Ante esto, desde la Conmebol informaron rápidamente al Pincha y a Seguridad que se permitiría el ingreso al estadio con paraguas, pero únicamente de aquellos que no tuvieran puntas ni mangos, cuestión de que no pudieran utilizarse para un hipotético enfrentamiento.

De esta manera, y junto con los pilotos de distintos colores y aquellos también transparentes, los paraguas se abrieron minutos antes del partido, con los jugadores haciendo la entrada en calor, en lo que sería el primer aviso de un diluvio que nunca llegó. Hubo un segundo alerta, tras la presentación de los jugadores, con aplausos para varios y ovación para Mauro Boselli, quien ayer se presentaba ante una nueva chance de alcanzar a Juan Ramón Verón como máximo artillero de la historia Pincha en la Copa, con 13.

Banderas en los cuatro sectores del estadio también resultaron testigos partícipes de una noche que se comenzó a vivir bastante tiempo antes y que terminó entregando un capítulo más en la historia que desde hace muchísimos años une a Estudiantes de La Plata con la Copa Libertadores de América.

El Hirschi, colmado como en sus mejores épocas, volvió a ser el reflejo de esa sensación especial que sienten los hinchas del León cada vez que el certamen continental aparece en su destino. No importa el tiempo, ni siquiera el alerta meteorológica. Cuando se trata del Pincha y de la Libertadores, la postal va a ser siempre la misma.

Ayer fue ante Bragantino de Brasil, y bajo una lluvia que amenazó mucho pero que molestó poco. La semana que viene será el turno de Nacional de Uruguay. Pero ese será otro capítulo.

 

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