Conmoción en Olmos: un nenito cayó a un pozo ciego y lo hallaron sumergido

La caída de un nene de siete años en un desagüe sin tapa, porque se la habían robado (vea: https://www.eldia.com/nota/2022-5-17-2-6-7-trampas-urbanas-un-peligro-que-acecha-en-varias-zonas-de-la-ciudad-la-ciudad), no fue el único episodio grave, que involucró a un menor de edad en nuestra ciudad. Hubo otro hecho, de consecuencias aún más terribles, que se registró en una vivienda de la localidad de Lisandro Olmos, donde un chiquito de tres años fue encontrado sumergido en un pozo ciego.

Al igual que el primer caso, el padre de la víctima fue quien lo rescató de la profundidad del hueco, aunque en este último incidente el desenlace aún no está del todo claro.

Es que, en estado de inconsciencia, al pequeño le hicieron tareas de reanimación, a las que no reaccionó.

La derivación en un patrullero, primero al hospital de Melchor Romero bajo el código rojo de emergencias, se hizo desde una propiedad situada en las calles 238 y 48.

Los voceros consultados por este diario indicaron que en ese centro asistencial lograron finalmente estabilizarlo y que después se optó por su derivación al hospital de Niños Sor María Ludovica, donde permanecía internado anoche en estado crítico.

Los momentos posteriores al hallazgo, demás está decirlo, fueron terribles.

El cuadro de shock familiar era total, había nerviosismo y gritos desesperados.

El nene había sufrido una asfixia por inmersión y, mientras aguardaban el arribo de la Policía, la mamá comenzó con los masajes cardíacos.

Más allá de que el menor no reaccionaba, la mujer no cesó en su actitud, que continuó incluso arriba del móvil.

Ya en el hospital de Romero, fueron los especialistas quienes pudieron acomodar sus parámetros, aunque el escenario es complejo.

Por el hecho, se inició una investigación judicial, a cargo del titular de la UFI N° 12 de La Plata, Fernando Padován.

Trascendió que, de una inspección por el lugar, se habría comprobado que el pozo ciego no estaba correctamente obturado.

Apenas dos maderas cruzaban de lado a lado, aunque el espacio hacia el fondo de la cavidad “era por demás ostensible”, reflejó un vocero de tribunales.