Debe tener aceitado un plan B para cuando le toman la mano

Facturó sin convencer. Estudiantes, puntero invicto y con dos victorias consecutivas como antecedentes a tener en cuenta, sabe perfectamente que anoche logró quedarse con la alegría final por escaso margen.

En una batalla de enorme rigor físico, el León del Ruso sintió en cada roce que el equipo de Damonte podía hacerle daño en el momento menos pensado. El gran mérito albirrojo estuvo en arremangarse para luchar, y en sentirse capacitado, a pesar de algunas limitaciones, para ir en busca del triunfo.

Ya sin Tuti Del Prete y en pleno mercado de pases, Estudiantes percibe que debe esforzarse al máximo para no alejarse de aquella imagen poderosa que mostró con brillos meses atrás. Hoy todo le cuesta más y, por eso, festejó con el puño cerrado los tres puntos que adosó a su cuenta bancaria.

Insistir con su fórmula ya conocida o tratar de incorporar una idea alternativa de ataque es lo que debe definir, esencialmente, su entrenador. Cuando el rival le cierra bien los caminos y le toma la mano a su vigor habitual, Estudiantes debiera tener aceitado un plan B a la hora de buscar el gol.

Anoche quedó la sensación de que Franco Zapiola debió ingresar antes por la sencilla razón de que nadie mostraba inventiva ofensiva.

LA JERARQUÍA DE BOSELLI GESTIONÓ UN GRITO DE GOL FUNDAMENTAL

En el contexto de una prueba nada sencilla, Estudiantes consiguió el alarido tan buscado como producto de una lucida combinación entre Leonardo Godoy y ese formidable artillero que es Mauro Boselli.

Hasta el quiebre supremo no había jugado muy bien el León del Ruso. Sin furia, todo le cuesta más.

Yendo para adelante más que atacando con inconfundible convicción, el Pincha no encontraba los caminos para perforar a una defensa muy nutrida.

Es cierto que el hecho de haberse puesto en ventaja representó para el dueño de casa un alivio que lo liberó, pero mostró algunos desajustes defensivos y también le faltó mayor autoridad para imponer condiciones creativas en el mediocampo.

Ya sin Del Prete, la responsabilidad de llegar al gol ahora es mayor para la dupla Boselli-Loco Díaz

ALGUIEN DEBE PONERLE LÍMITES A LOS DESBORDES IRRESPONSABLES

Leandro Díaz, jugador sumamente valioso para el estilo y la estructura colectiva albirroja no puede estar siempre en la cornisa de la expulsión. Ayer cayó al precipicio y dejó a su equipo en inferioridad en un partido muy complicado.

¿Nadie le va a poner límites a su conducta? Zielinski es el jefe del vestuario y el principal encargado, aunque está claro que el Sebastián Verón tiene la autoridad real como para hacerlo recapacitar.

Con un futuro competitivo por demás exigente, Estudiantes no puede darse el lujo de perder por una irresponsabilidad a uno de los dos buenos delanteros que tiene.

Alguien debe actuar para corregir la falla a tiempo.

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