No pegó adelante, sufrió atrás y tropezó ante el necesitado Rojo

Luego de la muy trabajada victoria del martes pasado ante Sarmiento en UNO, Estudiantes tenía una parada brava en Avellaneda, más vinculada al escenario y a la historia que al presente de un Independiente muy lejos de aquellos años. Y luego de un primer tiempo donde no aprovechó las suyas, el Pincha mostró dudas en el fondo, a las cuales sí les sacó rédito el Rojo para, en cuestión de segundos nada más, romper el partido, ponerse 2-0 con goles de Leandro Benegas y Leandro Fernández, de penal y así complicar una noche ya de por sí difícil. Finalmente fue 2-1 la derrota.

Sin las dudas de la previa, el Pincha finalmente contó con Emmanuel Mas en el lateral izquierdo y con Brian Orosco en el ataque, en lugar del expulsado Leandro Díaz. Y lo cierto es que pese a la ausencia del tucumano y la imposibilidad del juego directo, el León mostró buenos primeros minutos en el Libertadores de América, sobre todo desde un sector derecho que ya representa una marca registrada en los de Ricardo Zielinski.

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A partir de la sociedad formada por Leandro Godoy y Manuel Castro, el Pincha inquietó en todo momento, y desde allí llevó peligro al arco del uruguayo Sebastián Sosa. Dentro de un primer tiempo en que fue bastante superior a un Rojo hundido en el nerviosismo, lo tuvo Mauro Boselli tras una gran jugada colectiva que decantó en un centro desde la derecha del ex Talleres y un posterior rebote al que Fernando Zuqui no logró sacarle provecho.

Como contrapartida, cada avance de los dirigidos por Eduardo Domínguez se encontraron con un equipo prolijo y bien plantado, que siempre estuvo más cerca de abrir el marcador que su rival de ayer por la noche.

Tanto por derecha como por izquierda el Pincha dejó en evidencia los problemas de los de Avellaneda, y a lo bueno hecho por el ex Talleres y el uruguayo se sumaron Mas y Pellegrini.

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El de Magdalena también lo tuvo, pero su remate con la pierna más hábil se le abrió demasiado y se perdió lejos del arco local. Y ya sobre el cierre de la etapa inicial, en otra buena secuencia colectiva del León, con Castro ya recostado por la izquierda, el nacido en Durazno se encontró con una gran respuesta de su compatriota, que mandó su fuerte remate al córner.

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Lo cierto es que al Pincha le faltó precisión en los metros finales, cuestión que muchas veces termina inclinando la balanza para un lado o para el otro. En esta oportunidad, ante un flojo Independiente, la falencia adelante no le permitió irse al descanso arriba en el marcador, cuestión cercana a la justicia deportiva, si es que la misma existe.

En el complemento, el trámite comenzó de la misma manera, pero en cuestión de minutos cambió drásticamente. En la primera clara que tuvo su equipo, los de Domínguez se pusieron en ventaja con un cabezazo de Benegas, que se anticipó a Rogel y Noguera y le cambió el palo a Andújar. Y segundos después, con un Pincha que sintió el golpe, el propio delantero fue derribado por el central ex Banfield y Mastrángelo no dudó. Penal, Fernández y gol: 2-0 en un abrir y cerrar de ojos y en un encuentro que lejos estaba de anticiparlo.

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A partir de allí, el encuentro se quebró por completo. El León se vio obligado a salir mucho más, a descuidar sus espaldas, y ahí sí aparecieron los espacios para un Rojo crecido en confianza una vez que logró adelantarse en el marcador.

Zielinski movió el banco y puso a Alan Marinelli por Orosco, buscando mayor peso ofensivo. Pero lo cierto es que al DT no lo sobran alternativas al momento de tener que modificar un contexto adverso. Todo lo contrario, con la venta de Gustavo Del Prete semanas atrás y la expulsión infantil de Díaz en el cruce anterior, ayer quedó en claro que Estudiantes necesita algo más en ataque. Y si además de ello pierde a Pellegrini y a Castro (o a alguno de los dos, algo que parece que se dará), más todavía.

Con el correr de los minutos, quien también ingresó fue Aaron Spetale, por Pellegrini, y el León regresó al 4-4-2, con el ex Central por la izquierda. Y desde allí, los del Ruso llegaron al descuento. Boselli apareció por dicho sector, desbordó a su defensa y mandó un gran centro para Godoy, quien sólo debió empujar de cabeza para decretar el 1-2 pese al insólito off side que cobró el línea. el cual finalmente quedó en la nada por intervención del VAR.

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Ya en los instantes finales, el Pincha buscó a través de sus hombres altos en el área de enfrente, pero se repitió en envíos poco claros, producto de la impotencia.

Lo cierto es que León, que tuvo las suyas en el amanecer del partido, no les sacó provecho, algo que no suele ser habitual. Y como contrapartida, sufrió atrás, algo que sí suele ser moneda corriente. Todo desembocó en un cóctel fatal, que significó la caída 2-1 en Avellaneda.

ASÍ FUE LA PREVIA EN AVELLANEDA