Mascotismo en La Plata: el delito que amenaza a la fauna
Edición Impresa | 10 de Julio de 2022 | 04:08

El robo de “Dientes”, un mono tití pincel que fue sustraído del Bioparque por segunda vez en el año, destapó nuevamente una maniobra delictiva conocida como “mascotismo”.
Esta práctica se relaciona con el tráfico de fauna e implica que los animales silvestres sean extraídos de su hábitat, retenidos y transportados en pésimas condiciones. Es por eso que 9 de cada 10 mueren antes de llegar al comprador.
El mercado del comercio ilegal de vida silvestre genera, según estimaciones, entre 15 y 20 mil millones de dólares al año. Es el cuarto comercio ilegal mundial después la venta de drogas, la falsificación y el tráfico de personas.
Este delito es denunciado a diario por organizaciones proteccionistas y se lograron centenares de allanamientos y decomiso en rutas y fronteras de todo el país.
En ese contexto, “Dientes”, un mono tití pincel que tiene el tamaño de una ardilla y que estaba siendo protegido por las autoridades del exZoo de La Plata, fue sustraído por segunda vez. El robo anterior había ocurrido en febrero de este año, y se lo habían llevado junto con otros dos ejemplares.
“Dientes”, apareció días después en el marco de un operativo contra la venta ilegal de animales. Fue hallado en Punta Lara, lugar donde intentaba ser comercializado.
“Presumimos que se trata de un delito vinculado al tráfico de animales, lo que ha causado una gran consternación porque es una práctica ilegal que repudiamos fuertemente”, expresó en su momento el director Alejandro Serena. Y agregó que, para evitar hechos similares, “se reforzará el personal de seguridad en las instalaciones”.
Sin embargo, delincuentes volvieron a vandalizar el tejido que protege el predio y se llevar otra vez a “Dientes”.
Este último hecho ocurrió el miércoles pasado. “El día 6 de julio apareció roto el alambrado del Bioparque y constatamos que se llevaron otra vez al mono tití macho. Ya se hizo la denuncia en la comisaría 9ª y se inició una causa penal por robo”, informaron fuentes comunales a este diario. Se trata de un ejemplar color gris, que estaba alojado en el parque en el mismo recinto que “Mili”, una mona tití hembra.
A su vez, informaron que este tipo de animales nacieron en cautiverio y necesitan cuidados especiales. “Si llegan a ser liberados, no sabrían cómo sobrevivir”, aclararon.
“Los tienen de adorno”
Fernando Pieroni, activista que trabaja en la preservación de la fauna autóctona, contó a EL DIA que el mascotismo está a la orden del día y este tipo de hechos son denunciados constantemente por las organizaciones proteccionistas.
En ese sentido, Pieroni sostuvo que “es una práctica frecuente, sobre todo en este tipo de animales que son chiquitos, hermosos y amigables”, haciendo referencia al robo de “Dientes”.
“Suelen ser las grandes víctimas del tráfico ilegal de especies, justamente para que las personas los tengan adentro de una jaula como si fuera un adorno”, sostuvo y agregó: “Los monitos son iguales a nosotros. Imagínense el sufrimiento que padecen durante años, el de vivir en el encierro y en cautiverio”.
“Pésimas condiciones”
El primer cuestionamiento que hacen los proteccionistas sobre el Bioparque es que los animales están en “terribles condiciones” y solicitaron que sean trasladados lo antes posible.
Fernando Pieroni, desde su experiencia trabajando dentro del exZoo durante varios meses, aseguró que el predio “viene sufriendo vandalismo y los animales están en condiciones terribles”.
En ese contexto, detalló que “los recintos donde están alojados los animales son pequeños”, y resaltó que “no tendrían que estar ahí, merecen algo mucho mejor que eso”.
A su vez, opinó que la idea de la Comuna de transformar el predio en un Bioparque le resulta “innecesaria”, y aclaró que “lo más lógico que debería hacerse es un centro de rescate y rehabilitación de fauna autóctona silvestre, donde se pueda atender animales de nuestra región”.
Sin embargo, rescató que “lo único bueno que tiene son los profesionales que están trabajando ahí adentro. Ellos son las verdaderas personas que realmente velan por el bienestar de los animales. Incluso, muchas veces tuvieron que poder dinero de su bolsillo para poder darle lo que necesitan los animales que están encerrados”. Y reveló que, hace no mucho tiempo, “se escaparon dos guanacos y uno de ellos se cayó a la fosa de los pumas. Por suerte no le hicieron nada porque no saben cazar”.
Es por eso que, desde su ONG, se encuentran en tratativas para “sacar a los animales de ahí y llevarlos a un santuario de Entre Ríos que reúne todas las condiciones necesarias”.
Pieroni contó que necesitan la autorización de la Dirección de Fauna de la provincia de Buenos Aires, que son los que deberían permitirlos trasladarlos, y la disposición de la Municipalidad de La Plata.
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