VIDEO. Ni el tiro del final: Estudiantes y una inesperada derrota ante Defensa que lo aleja del objetivo

Estudiantes no tuvo su picnic por el Día de la Primavera. Esta vez no fue el frío ni la lluvia quien se lo arruinó, sino Defensa y Justicia y sus propios errores. Una derrota 2-1 que además de frenar el repunte del equipo en las últimas fechas lo deja más lejos del objetivo de clasificarse a la próxima Copa Libertadores.

El equipo albirrojo tuvo una mala noche, sobre todo en el retroceso y en la defensa de la pelota. Y, más allá de que en el tramo final estuvo cerca del empate que sin dudas mereció, lo cierto es que ni siquiera jugando con un hombre de más casi media hora tuvo argumentos futbolísticos como para quedarse con los tres puntos.

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Ganaron Racing y River, hoy jugará Gimnasia, que de obtener los tres puntos le sacará 8 en la lucha por clasificarse a la Copa Libertadores. Es verdad que todavía se le puede abrir un cupo (o dos) de acuerdo a quiénes ganen esta Liga o la Copa Argentina, pero ese no es el plan. O no lo era cuando se plantó el objetivo final del semestre. Está a tiempo y hasta con un poco más lo puede alcanzar, pero futbolísticamente el equipo está en deuda y anoche dio un paso atrás en el repunte que empezaba a mostrar en la Liga.

El primer tiempo de Estudiantes fue realmente pobre, de los peores de sus partidos como local. A diferencia de lo mostrado en las últimas fechas, anoche no empezó nada enchufado el equipo de Ricardo Zielinski, que se vio desbordado por un rival que hizo la cancha lo más ancha posible y pareció siempre estar una velocidad más rápida.

Pese a todo este contexto adverso, el Pincha tuvo una chance clara de gol en el primer minuto, con un remate desde afuera del área que Unsain desvió al córner. Parecía que lo iba a tratar de arrinconar con pelotazos frontales y cruzados, pero la verdad es que nada de eso sucedió.

Defensa empezó a hacer de la cancha un lugar ancho y largo. Además estuvo una velocidad más rápida que Estudiantes, que además de estar incómodo manejó muy mal la pelota, empezando de atrás para adelante con los errores.

En ese período no jugó nada bien el paraguayo Jorge Morel, que entregó demasiadas pelotas a los rivales, lo mismo que Fernando Zuqui. Así el equipo se mostró partido al medio, desde ahí su rival le manejó los tiempos, la pelota y los espacios, sobretodo por la banda izquierda de la defensa albirroja, que nunca encontró solidez, por la poca marca de Franco Zapiola y los problemas de Mas. Por allí se gestó la jugada que a los 7 minutos desperdició Tomás Galván ante la salida de Andújar. PEro no sucedió lo mismo a los 22 minutos, cuando Adonis Frías encontró un rebote tras un centro por la pérdida de Andújar y Zuqui en el afán de sorprender de contragolpe.

Zielinski hizo todos cambios ofensivos pero no alcanzaron para revertir los errores del inicio

Ese gol fue la confirmación que la visita estaba dominando, que jugaba más rápido y tenía espacios. Estudiantes no le encontró la vuelta al juego y en la medida que fueron pasando los minutos fue dejando en claro la necesidad de que llegue el entretiempo para hacer cambios. Así como estaba no podía seguir: la imagen de Mauro Boselli sin tocar la pelota hasta casi hasta el final del primer tiempo fue la señal que las patas estaban para arriba.

En el segundo tiempo Estudiantes intentó reaccionar, con el ingreso de Leandro Díaz por Méndez. En los primeros 10 minutos quiso llevárselo por delante con ganas y empuje. De hecho generó una jugada colectiva con sus delanteros aunque falló en los metros finales.

El cabezazo de Mauro Boselli tendrá destino de gol. es el descuento de Estudiantes ante el Halcón / D. Ripoll

Pero esa diferencia de imprecisión y velocidad se hizo notoria una vez más cuando el Corcho Rodríguez le quiso entregar una pelota con todo el equipo volcado en ofensiva a su compañero Zuqui. Fue un tanto previsible pero con mucha virtud del rival, que interceptó la pelota y generó una contra que acabó con un centro de izquierda a derecha para el gol de cabeza de Andrés Ríos. Un nuevo golpe para un equipo que intentaba ponerse de pie y en el arranque del complemento volvía a caer al piso.

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Entonces el público empezó a presionar y el equipo, con las mismas armas de antes siguió yendo al frente, con errores en el retroceso pero siempre intentando el gol, que encontró seis minutos más tarde del 2-0. Fue de Mauro Boselli, de cabeza, tras un tiro de esquina de Zapiola que mandó la pelota al corazón del área (lo que Zuqui no pudo) para el salto del goleador.

El Pincha tuvo el empate en la última jugada pero el travesaño le dijo que no al Loco Díaz

Entonces la cancha fue un griterío estruendoso para buscar torcer el rumbo de un partido complicado. En el peor momento del Pincha llegó el del descuento y minutos más tarde la expulsión por doble amarilla de Andrés Ríos. Con casi 25 minutos por delante el local encontraba un atajo para alcanzar algo de lo que se había propuesto de antemano.

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Estudiantes adelantó sus líneas, empezó a defender con tres jugadores, adelantó a Mas y desde el banco entró Rollheiser para reforzar la zona media. Con lo suyo quiso buscar el empate que casi consigue con un remate desde afuera del área de Manuel Castro que alcanzó a desviar el arquero visitante al córner a mano cambiada.

Pero ni los cambios y ni siquiera teniendo un jugador de más le alcanzaron para dar vuelta el resultado. La visita se defendió bien y salvo esa jugada de Castro y un cabezazo en el travesaño del Loco Díaz, no la pasó tan mal pese a jugar los últimos minutos dentro del área chica. Y así se fue apagando un partido emotivo y entretenido, pero para el olvido para el dueño de casa, que no pudo ni siquiera un punto como para sumar en la tabla acumulada. Una fecha menos para el final y el objetivo de la Libertadores que empieza a quedar lejos, cuando otra vez el futuro de un ciclo vuelve a quedar observado por los falencias de antes y los errores nuevos. Aunque mereció algo más, se fue con las manos vacías. Y el tiempo pasa.

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