Pescaderías: luz amarilla por la competencia y precios pisados

Aunque el pescado aumentó por debajo de la inflación y cuesta menos que muchos cortes de carne, en las pescaderías de La Plata se indicó que, tras la pandemia, el consumo viene rezagado. En el sector se precisó que el cuadro se agrava por la competencia de carnicerías y pollajerías que incorporaron el pescado a sus góndolas.

El responsable de una pescadería cercana a Plaza Malvinas señaló que el panorama viene muy complicado, aún desde antes de la pandemia. “Hay países como Chile en los que se come más pescado porque no hay tantos impuestos como acá; en Argentina, desde el barco pesquero al consumidor, el producto pasa, al menos, por tres manos y eso lo encarece”, sostuvo.

El comerciante indicó que la merluza aumentó el último martes $100 de costo, pero estimó que tiene que ver con la cantidad que se pesca porque muchos barcos están en el sur en busca del langostino. “Es posible que la semana que viene baje un poco el precio, tampoco hay gran variedad de mercadería, falta cazón, pez pollo y lenguado”, dijo.

En esa línea, se expresó que lo más requerido es la merluza y el cazón y que los mejores momentos para la actividad son Semana Santa y cuando se celebra el Año Nuevo judío. Fuera de esas fechas el ticket promedio ronda los $1.500.

De 30 a 4 kilos

En ese comercio el año pasado se vendía alrededor de 30 kilos de salmón por semana y ahora, unos 4 kilos, lo que se asoció al precio, ahí está a $6.000 el kilo.

El pescadero dijo que, con relación a 2019, entra la mitad de clientes y que deben soportar la competencia de carnicerías y pollajerías que anexaron pescados y medallones congelados. “Venden de todo por la desesperación, pero se ve pescado al lado de los chorizos, la morcilla o el pollo, o sea en lugares que no están habilitados”, apuntó.

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Esta observación se repitió en otras pescaderías. En plena pandemia comenzó a observarse que pollajerías y carnicerías que hasta ese momento no comercializaban pescados incorporaban el producto a sus heladeras.

Eso molestó a quienes se les exige distintos cuidados de almacenamiento de los alimentos. “No puede ser que en una misma heladera haya cerdo, carne de vaca y pescado porque cada producto necesita condiciones de frío diferentes”, se explicó en una pescadería céntrica.

Roxana, responsable de una cadena de distribución de pescado, reconoció que es importante que los productos se guarden en las condiciones que requieren para mantenerse aptos para el consumo, además indicó que cuando esos comercios “polirrubros” están cerca de una pescadería puede perjudicarla.

“En todas las pescaderías de nuestra firma podemos garantizar que se cumple con los requisitos de seguridad e higiene, almacenamos todo en cámaras y heladeras adecuadas”, dijo y agregó que tanto carnicerías como pollajerías “no se pueden dedicar a todo” si no cuentan con los medios.

En cuanto a los precios, dijo que en los últimos meses la merluza se mantuvo mas barata que la carne de vaca, a $1.100 el kilo y el martes último subió a $1.200. “Desde abril hasta agosto hubo precios que casi ni se tocaron, pero ahora hay dificultades con la pesca en Mar del Plata y por eso aumentó”, apuntó.

Salmón chileno

En relación al precio del salmón que se importa de Chile, que tuvo un pico con el aumento del dólar, pasó de $ 7.000 a $5.000.

Por su parte, los productos rebozados subieron entre un 7 y un 8 por ciento mensual por el impacto de los aumentos del pan rallado y del aceite.

Se advierte en las pescaderías que esa carne requiere una conservación distinta

En las pescaderías se insistió en que hubo momentos en los que los productos tuvieron ajustes por debajo de la inflación.

“Este mes repuntaron algo las ventas, pero también resignamos parte de la ganancia para que eso ocurra, bajamos algunos precios y organizamos distintas ofertas que son iguales para todas las sucursales de la cadena”, sostuvo Roxana.

En los comercios consultados por este diario se indicó que deberían reforzarse las campañas a favor del consumo de pescado porque es un alimento muy beneficioso.

Es fuente de vitaminas, grasas, proteínas y minerales que ayudan a reducir el riesgo cardiovascular y a mantener un peso equilibrado.

Por ejemplo, el pescado blanco no llega a tener un 2 por ciento de materia grasa. Entre esos pescados “blancos” está la merluza, el lenguado, abadejo y el salmón de mar.

En Argentina se consumen 9 kilos de pescado al año, mientras que el consumo mundial alcanzó los 20 kilogramos anuales por persona.