“La culpa es de Macri”, contestan en el Gobierno

“Cuando el Papa dice que la política hizo que la economía estuviera como está, esto es producto de los cuatro años que todavía estamos remontando, de lo que sucedió en esos cuatro años de gobierno macrista”, fue la respuesta que ensayó la portavoz presidencial Gabriela Cerruti sobre las duras críticas que hizo Francisco y que parecieron destinadas más para la administración actual, más allá que expresó que la inflación y la pobreza vienen creciendo desde 1955.

La funcionaria, en una entrevista radial,sintonizó así con el discurso que viene dando en cada acto el presidente Alberto Fernández sobre la herencia que cdice que le dejó su antecesor, Mauricio Macri.

En ese sentido, insistió en que los problemas más grandes de la economía son “producto de los cuatro años de gobierno macrista” y comparó las consecuencias de la gestión de Cambiemos en la Argentina con lo que produjo Jair Bolsonaro en Brasil al advertir que ese tipo de administraciones dejan “tierra arrasada”, lo que produce que el Gobierno que asume después “tiene que empezar a reconstruir todo de nuevo”.

En ese marco, abordó también las observaciones recientes del papa Francisco sobre la pobreza y la inflación, contestando con variables económicas: “Hay crecimiento económico, récord de exportaciones como nunca se ha visto, crecimiento de la actividad industrial y estamos viendo una temporada récord”, enumeró Cerruti.

Por otro lado, y al referirse a las perspectivas de corto plazo, la portavoz se basó en los indicadores de actividad económica, industrial y turística para señalar que la Argentina está llegando al “momento de empezar a cosechar, de alguna manera, lo que se sembró en medio de tempestades, de la pandemia, de la guerra y de todo lo que sabemos que ya pasó”. Otros de los caballitos de batalla con los cuales desde la Casa Rosada busca justificar la crisis económica y social.

De esta manera, planteó que la Argentina “se puso en marcha, se despertó, para que estemos mejor”, aunque en el Gobierno, de todas formas, son conscientes de que “falta un montón”.