Represalia real: el rey Carlos les saca la casa a Harry y Meghan
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2023 | 01:07

LONDRES
El rey Carlos III retiró a su hijo menor Harry y a su esposa Meghan Markle, ahora instalados en EE UU, el uso de Frogmore Cottage, su residencia en Reino Unido, tras la publicación del polémico libro de memorias del príncipe.
Según reveló ayer el diario The Sun, el Palacio de Buckingham envió “un aviso de expulsión” a la pareja, que en 2020 se fue de Reino Unido y desde entonces ha multiplicado los ataques contra la familia real. Frogmore Cottage, una residencia de cinco habitaciones situada cerca del castillo de Windsor, al oeste de Londres, fue otorgada como residencia a los duques de Sussex por la reina Isabel II en 2018 como regalo de boda.
Las costosas obras de renovación que hizo la pareja, por más de 2,4 millones de dólares, financiadas con dinero público, causaron un escándalo y el príncipe Harry tuvo que devolver la suma.
De acuerdo a The Sun, Carlos III no ha propuesto una nueva residencia a los duques de Sussex, así que no tendrán residencia real durante sus contadas visitas a Reino Unido. Esta decisión parece una represalia por la publicación a principios de año del libro de memorias “En la sombra”, en el que el hijo menor del monarca británico ajusta cuentas con su familia.
El plan de Carlos III responde además, según subrayó por su parte el diario The Telegraph, a su intención de recortar el presupuesto asignado a su hermano Andrés, que recibe 249.000 libras anuales (280.000 euros) y reside desde 2003 en el Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones en Windsor.
Frogmore Cottage, con diez habitaciones, será en el futuro la residencia de Andrés, según The Telegraph, que cita una fuente cercana a la casa real que asegura que el monarca no piensa dejar a su hermano “sin hogar ni sin dinero”.
Una fuente cercana a Harry y Meghan indicó que la decisión de negarles el uso de la vivienda que utilizan cuando viajan a Reino Unido “no fue bienvenida” por los duques de Sussex, quienes estarían “horrorizados” por la medida.
“Habían hecho de ese sitio su hogar”, indicó esa fuente, que recalcó que los príncipes ven esa residencia como “el único lugar seguro que queda” para ellos cuando visitan Reino Unido, después de que el Ministerio de Interior decidiera sacarles la vigilancia policial, al haber dejado de ser miembros activos de la familia real.
Buckingham comunicó en enero a los duques que debían dejar la vivienda, días después de que Harry publicara sus memorias, donde ventila la mala relación con su hermano William, heredero del trono, entre otros temas.
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