Sin descapotable, pero con gente al borde de la locura en el viaje del equipo al estadio

La presencia en Santiago del Estero del seleccionado argentino campeón del mundo, para completar el doble festejo que comenzó el jueves en Buenos Aires, y tuvo un “bonus track” en Luque, Paraguay, revolucionó toda la provincia y su estadía, desde la noche del lunes, tuvo como marco una impresionante movida de fanáticos, que coparon espacios en el aeropuerto, el hotel donde se alojó la delegación, el estadio Madre de Ciudades, y todas las calles que conectaron todos y cada uno de estos escenarios.

En este contexto, familias completas invirtieron muchas horas esperando el saludo de los integrantes de la Scaloneta desde que llegaron, el lunes por la noche, procedentes de la capital de Paraguay, tras el homenaje de la Conmebol antes de los sorteos de la Copa Sudamericana, con Estudiantes y Gimnasia en los bolilleros, y la Copa Libertadores, en ese orden.

Así, la ciudad amaneció con fanáticos apostados en la puerta del hotel donde se concentró la Selección nacional, y cerca de las 8 varios jugadores se asomaron a los ventanales cuando bajaron de sus habitaciones para desayunar, la mayoría con sus equipos de mate, y la gente comenzó a cantar el tema que ha sido un himno que acompañó al equipo argentino en el Mundial de Qatar: “Muchachos”.

La mayor parte de esa gente que pasó casi todo el día en la puerta del Hotel Hilton Garden no pudo conseguir entradas para acceder al Madre de Ciudades, motivo por el cual la única forma que encontraron para ver a los campeones del mundo fue cuando salieron de la concentración para abordar el micro que los trasladó hasta el estadio, lo cual ocurrió pasadas las 18:30.

Mientras el público buscaba el modo de sumarse a la gran fiesta, los encargados de la organización, gestionaron con Claudio (“Chiqui”) Tapia, el presidente de la AFA, la posibilidad que el plantel, con Lionel Messi como abanderado, hiciera el trayecto hotel-estadio en un micro descapotable estacionado en las inmediaciones para que el pueblo santiagueño, que esperaba en las calles, pudiera saludar a la Selección.

Con este tema sobre la mesa, Tapia se sentó a dialogar con referentes del plantel cuyo cuerpo técnico es comandado por Lionel Scaloni, y luego de un extenso debate, se dejó trascender en las primeras horas de la tarde que la propuesta sería posible, lo cual más tarde quedó desmentido por la realidad, ya que cuando los jugadores abandonaron la concentración se dirigieron al segundo micro dispuesto para el traslado del plantel.

En realidad, todas las partes involucradas aceptaron evitar el descapotable por cuestiones relacionadas con la seguridad, en particular por lo ocurrido un día antes, cuando la delegación llegó desde Asunción luego del homenaje en la sede de la Conmebol. Una multitud esperó para saludar a “los héroes de Qatar” en el hotel, mientras la banda de los Granaderos los recibió tocando la icónica “Muchachos”. En medio de la euforia hubo momentos de tensión cuando un vallado se desbordó y dejó como saldo varias personas golpeadas.

Para organizar a la gente que ocupaba las calles, desde la Secretaría de Deportes de Santiago del Estero se informó cómo sería el recorrido que tendrá por la ciudad capital el plantel albiceleste, que en definitiva comenzó a marcha rumbo al estadio a las 18:45.

El colectivo “cerrado”, porque como quedó referido, el descapotable descapotable no se utilizó, salió desde el hotel a las 18:45, por la calle Alem, luego avanzó por Jujuy y dobló en Roca, pasando por la Fan Zone. El vehículo luego bajó por Chaco hacia Belgrano y de ahí hacia el norte. En la denominada “rotonda del linyerita” giraron a la derecha y después fueron en dirección a otra rotonda ubicada en las inmediaciones del Madre de Ciudades. En el último tramo del viaje, que demandó 20 minutos, se observó al micro pasando por el predio de UPCN, tras lo cual tomó la avenida Diego Maradona, hasta llegar al estadio ya colmado.

Miles de personas, en orden, sin escenas que complicaran el traslado, porque todo el camino quedó despejado para el micro, saludaron en estos términos al seleccionado argentino, desde que los jugadores salieron del hotel para subirse al micro. La gran cantidad de personas ubicadas a los costados determinó que en un primer momento la unidad se desplazara a una baja velocidad, permitiendo un mejor contacto visual, de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera, en tanto que otra parte del trayecto, con menos fanáticos, permitió un desplazamiento más rápido.

No hubo descapotable, pero la Selección tuvo la posibilidad de recibir otra vez el cariño del público.

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