Milei pierde terreno: ¿un escenario más polarizado?

Con la campaña electoral para las Primarias formalmente desplegada, entre consultores y encuestadores asoma un dato que está adquiriendo categoría de certeza: el ascenso del libertario Javier Milei, que venía preocupando a las dos principales alianzas electorales, estaría frenándose. De profundizarse esta tendencia de cara al 13 de agosto, significa que el escenario que se configuraría en las PASO estaría mucho más cerca de la polarización entre Juntos por el Cambio y Unión por la Patria -aunque tal vez menos marcada que en elecciones anteriores- que del esquema de tercios que se vislumbraba hasta hace un par de semanas.

Se aclara: el candidato presidencial de La Libertad Avanza se encuentra en una situación respetable, según los últimos sondeos difundidos. Pero se observaría al menos cierto estancamiento que, con la maquinaria puesta a rodar de un Sergio Massa ya postulante y el ingrediente atractivo de la pelea Horacio Rodríguez Larreta- Patricia Bullrich, podría convertirse en bajada.

El politólogo Sergio Berensztein sostiene que “ante cierto vacío que venían mostrando el gobierno y la oposición, Milei encontraba un campo donde crecer. Ni bien se definieron los nombres del otro lado, se volvió a cierta normalidad. Milei va a ser un factor en este comicio, hará una relativa buena elección porque tiene una inserción efectiva en determinados sectores como los jóvenes”. Hay que tener en cuenta que el hombre será un debutante en un desafío electoral extra Ciudad de Buenos Aires, claramente su lugar de confort.

En las provincias

La saga de elecciones provinciales anticipadas que se viene desarrollando en el país ha arrojado como certeza que las expresiones identificadas con Milei hicieron agua. Desde lo discursivo, el economista no se hace cargo de ningún fracaso; hasta dice que usan su nombre sin permiso. Pero hubo casos puntuales, como los de La Rioja o Tucumán, en los que puso el cuerpo y sus candidatos no lograron buenos desempeños.

El torbellino inicial que significó su irrupción llegó a preocupar seriamente al peronismo. Al punto que muchos dirigentes de ese espacio (gobernadores, intendentes) temieron que, frente a una economía en caída y la ausencia de un candidato taquillero, el espacio antes conocido como Frente de Todos pudiera quedar afuera del eventual ballotage. El papelón de salir terceros en los comicios de octubre.

Esa es una de las razones por la que finalmente se impuso la teoría del candidato de consenso. Y dentro de la misma el nombre de Massa en detrimento del cristinista Wado de Pedro, éste último con mucho menor nivel de conocimiento y, desde ya, sólo identificado con una facción del PJ: el kirchnerismo.

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Una lectura posible del aparente desacelere de la postulación de Milei es que ha influido que se empezaron a conocer diversos manejos de su entorno en relación a la selección de candidatos en los diferentes distritos del país.

Se conoció a través de informaciones periodísticas una supuesta metodología de otorgar el uso de su figura como una suerte de franquicia a cambio de dinero en las provincias. También trascendió una especie de posible esquema de tarifas para que el candidato aporte su presencia personal para fortalecer a los candidatos locales.

Y como caso paradigmático estuvo lo de Neuquén: el candidato a gobernador local, Carlos Eguía, denunció que los operadores de Milei “lo apretaron” para pedirle contratos y cargos en la Legislatura provincial. Lo que puso al libertario justamente en el mismo lodo que dice combatir: el de la casta política. Prácticas que supuestamente él detesta.

Además, La Libertad avanza tuvo un muy desprolijo cierre de listas, en especial en la Provincia de Buenos Aires. Hay casos notables de referentes milenistas que trabajaron a destajo durante meses para poder juntar tropa y avales y, a último momento, fueron desplazados de las candidaturas distritales por “orden de arriba” para que esos lugares fueran ocupados por “amigos advenedizos” de gente del núcleo más cercano a Milei, denuncian, o por nombres ligados a Carolina Píparo, la postulante a la gobernación bonaerense. La Plata sería uno de esos casos emblemáticos.

Y ni hablar de lo que sucedió en Tigre, que profundizó la sospecha que circula en el mundo político desde hace meses: un posible acuerdo entre Milei y Massa para que el libertario se asegure fiscales en todas las mesas de la Provincia, un ejército de gente que él sólo no podría reunir pero sí con la ayuda del ministro de Economía, en los hechos su rival en la presidencial.

El día del cierre de las listas se viralizó un audio en el que se revelaría que Milei decidió “negociar y acordar” con Massa para entregar parte de las listas locales en algunos municipios del Conurbano. Como en Tigre, donde el ministro está obsesionado en derrotar al alcalde Julio Zamora.

En el audio se escucha a Martín Urionagüena, un empresario local que se metió en política porque Milei lo convenció de hacer algo nuevo, sin el tufillo de la política tradicional. Pero, según su relato, al filo de la presentación de las candidaturas los popes de La Libertad Avanza le ordenaron entregarle los lugares más expectantes de la lista de concejales de Tigre al massismo. De hecho, hasta afirmó que recibió una supuesta llamada de Malena Galmarini, esposa de Massa, que peleará la intendencia en las PASO contra Zamora.

Este tipo de maniobras dejan muchos heridos políticos. Y si bien esto no es reflejado directamente en las encuestas, su impacto real podrá medirse el día de las Primarias. No falta tanto.