Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |LA IMAGEN DE LA MADRE DE JESUCRISTO QUE SE SALVÓ DEL FUEGO

Milagros y fuertes tradiciones religiosas de nuestra ciudad

La historia de la Beata Sor María Ludovica, la aparición de la “Virgen del Vidrio” en una escuela del barrio de La Loma, la devoción por la Rosa Mística y la canonización de San Miguel de Garicoits resisten el tiempo

Milagros y fuertes tradiciones religiosas de nuestra ciudad

Sor María Ludovica en el Hospital de Niños

19 de Noviembre de 2024 | 00:33
Edición impresa

Escuchar esta nota

A pesar de que el intenso trajín de la vida actual con sus más diversos aditamentos de creciente banalidad y superficialidad vienen provocando en la mayor parte del mundo un descenso de la religiosidad y del espiritualismo, circunstancias a las que desde luego no escapa nuestra ciudad, en La Plata subsisten con vigor viejas y fuertes tradiciones en su mayoría cristianas.

Cuando en algún lugar se produce un hecho considerado milagroso, rápidamente la noticia se expande y se producen afluencias de personas ávidas por encontrar algo espiritual a lo que aferrarse, con una fe que termina formando parte misma de la tradición que envuelve a la situación que originó el “fenómeno” original.

Todo esto, en La Plata, tiene como fundamentos varios hechos de índole religiosa, algunos más fuertes que otros, pero que de todos modos, en su mayoría, siguen vigentes desde hace mucho tiempo.

LA ROSA MÍSTICA

Una muestra de fe por la Rosa Mística

En la parroquia de Nuestra Señora de las Victorias, situada en 54 y 23, desde hace décadas se venera la advocación de la conocida “María Rosa Mística”.

Cada 13 de julio, el templo abre desde temprano para recibir a miles de fieles platenses y de distintos puntos de nuestro país, que asisten, según los casos, a agradecer peticiones cumplidas o solicitar distintas cuestiones que hacen a curaciones, mejoras de difíciles situaciones o simplemente a orar.

Los 13 de cada mes también concurre mucha gente a este templo platense, pero es en julio cuando el multitudinario fervor religioso alcanza su punto máximo.

Durante años, varias figuras del espectáculo y las artes han concurrido a la Iglesia de 54 y 23, destacándose el conocido caso de Mirtha Legrand, quien una vez confesó que venía a “la Rosa Mística de La Plata para agradecer tantos dones recibidos”.

La devoción por María Rosa Mística comenzó en nuestra ciudad en 1983, cuando el sacerdote en ese momento a cargo de la parroquia Nuestra Señora de la Victoria, el padre Ángel D’Auro, regresó de Europa con un cuadro de María Rosa Mística y narró a los feligreses la historia de Pierina Guilli, de 36 años de edad, la enfermera italiana a quien en abril de 1947, en Montichiari, Italia, según cuenta la historia, “se le apareció la imagen de María Rosa Mística con tres espadas clavadas en el pecho, pronunciando las palabras ‘oración, sacrificio, penitencia’.

“Pero al poco tiempo, un 13 de julio, la imagen volvió a aparecérsele a Pierina -sostiene el relato-, aunque esta vez, en lugar de espadas en el pecho tenía tres rosas, una blanca, otra roja y la restante amarilla”, flores que precisamente muchos feligreses depositan cada 13 de julio a los pies de la imagen existente en la parroquia platense.

El culto a la advocación de la Rosa Mística nació en Montichiari, Italia, en la primavera boreal de 1947. La enfermera Pierina Guilli contó que se le había aparecido la figura de una hermosa mujer doliente, que vestía túnica morada, velo blanco y tenía, en lugar de corazón, tres espadas clavadas en el pecho. Guilli también dijo que en ese momento escuchó de labios de la mujer tres palabras: oración, sacrificio y penitencia.

“Soy la madre de Jesús y madre de todos vosotros. Nuestro Señor me envió para implantar una nueva devoción Mariana. Y les prometo que si me veneran de esta manera especial, gozarán particularmente de mi protección. Deseo que el día 13 de cada mes se me consagre como día Mariano; en ese día derramaré abundancia de gracias y santidad sobre quienes así me hubiesen honrado. Deseo que el 13 de julio de cada año sea dedicado en honor de Rosa Mística”; cuenta el relato que esas palabras les fueron dichas a Pierina en la segunda aparición.

Según esa devoción, las tres espadas significan “la pérdida culpable de la vocación sacerdotal o religiosa”, “la vida en pecado mortal de personas consagradas a Dios”, y “la traición de aquellas personas que pierden la fe y se convierten en enemigas de la Iglesia”.

SOR MARÍA LUDOVICA

Antonina De Angelis nació el 24 de octubre de 1880 en el pueblo italiano de San Gregorio, provincia de L’Aquila. Como primogénita tuvo pronto que ayudar a sus hermanos, de modo que apenas si aprendió a leer y a escribir. En la adolescencia se hizo agricultora, hasta que a los 24 años de su edad ingresó en el noviciado de las Hijas de la Misericordia, consagrándose el 14 de noviembre de 1907 a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia, y tomando el nombre religioso de Sor María Ludovica. Ese mismo año fue enviada a la Argentina, llegando a Buenos Aires el 4 de diciembre.

Comenzó su vida misionera en el Hospital de Niños de La Plata, que hoy lleva su nombre, y del cual llegó a ser directora hasta su fallecimiento, el 25 de febrero de 1962.

Su proceso de beatificación comenzó en 1996; fue declarada Venerable en 2001 y beatificada en Roma el 3 de octubre de 2004 por el Papa Juan Pablo II tras comprobarse su primer milagro ya fallecida.

De acuerdo a una síntesis publicada en su momento por EL DIA acerca del milagro atribuido a Sor María Ludovica, “una niña nació en mayo de 1988 con una patología congénita, espina bífida, con las vías urinarias, vejiga y un riñón muy deteriorados y severamente afectados los miembros inferiores, inmovilizados. Nació y fue atendida por médicos de una clínica privada. Su estado era tan severo que a los dos meses la intervinieron para colocarle una cánula que posibilitara el funcionamiento parcial de sus vías urinarias. Al cumplir los 9 meses, un tío de la niña, hermano de su madre y médico, fue a ver a una monja llamada Emilia para que rezara a Sor Ludovica. La religiosa les dio las llaves del panteón en el cementerio local y el médico, su hermana y la niña en brazos, se trasladaron hasta allí. Ingresaron a la bóveda de las Hermanas de la Misericordia, no lejos de la entrada principal, y colocaron a la nena en el piso, junto al féretro que guarda los restos de Sor Ludovica. La pequeña, que hasta ese momento no movilizaba sus piernas, se apoyó en el ataúd y se puso de pie. A los 20 meses caminaba. La familia siguió orando a sor Ludovica porque los otros problemas eran muy severos.

“Cuando la nena tenía 4 años -cuenta la hermana Emilia- sus padres la trajeron al Hospital de Niños porque había que operarla. Cerrarle aquella operación realizada de pequeña, extirparle un riñón que no funcionaba y tratar de reconstituir la vejiga con una parte del intestino delgado, es decir, una operación sumamente compleja. Estando todo listo para operarla, una inflamación hizo que el médico decidiera postergarla. Regresaron tres meses más tarde. Y la niña estaba óptima para la intervención. Actualizaron los estudios, todo estaba listo y cuando iniciaron la operación, se dieron cuenta que la vejiga funcionaba y se había ampliado, lo mismo que el riñón. Sólo hubo que reimplantarle los uréteres”. Este es el milagro que analizaron con todos los estudios y la historia clínica en mano, científicos italianos y llegaron a una conclusión: “Una curación científicamente inexplicable”.

MILAGROS DE SAN MIGUEL DE GARICOITS

En La Plata se dice que ocurrieron los dos milagros atribuidos a San Miguel de Garicoits y que posibilitaron su canonización.

Miguel de Garicoits nació el 15 de abril de 1797 en Francia y falleció el 14 de mayo de 1863 a los 66 años de edad. Se ordenó como sacerdote en 1820. En 1841 fundó la obra del “Instituto de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram”.

En la esquina de 11 y 51 hay una estatua del santo cuyo nombre lleva el colegio de la Universidad Católica de La Plata allí ubicado. Por dos milagros que se le atribuyen y ocurridos en nuestra ciudad, primero fue beatificado el 14 de mayo de 1923 y luego canonizado el 6 de julio de 1947 por el papa Pío XII.

El primero de esos milagros ocurrió en 1912 cuando una niña de nuestra ciudad enferma del corazón fue curada gracias a una reliquia de Garicoits que su padre le puso en la frente. El segundo fue en 1935 cuando una religiosa platense que llevaba años enferma recibió la “visita espiritual” de Garicoits, quien le dijo que le concedería la salud.

NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

El 8 de abril de 1992 en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, ubicado frente a la Plaza Güemes (19 y 38) y lindero a la parroquia del mismo nombre, se produjo un hecho singular cuando una alumna de séptimo grado dijo haber visto la imagen de la Virgen grabada en el vidrio de la ventana de un aula. 

El primero en reconocer que no lograba ver la imagen fue el propio párroco Luchino, pero con el correr de los días, la imagen comenzó a hacerse más nítida hasta quedar fijada en el vidrio.

Si bien hubo algunas controversias con respecto a lo que se veía, lo cierto fue que el vidrio tenía una particular imagen grabada, y tiempo después fue retirado del aula para ser expuesto durante años y debidamente resguardado en la gruta existente en el patio delantero del templo de La Loma.

Al conocerse la noticia no tardaron en llegar miles de platenses, y decenas de multitudinarios contingentes de fieles del Gran Buenos Aires y la Capital Federal para observar la imagen y orar frente a ella.

Particularmente los fines de semana y los feriados, era tan grande la cantidad de colectivos que traían feligreses desde el Conurbano y otros puntos, que colapsó el estacionamiento vehicular en un amplio radio en torno a la Plaza Güemes, habiéndose producido incluso algunos altercados entre choferes y vecinos a los que se les había ocluido el acceso a sus garajes.

Ante esta situación, se decidió guardar el vidrio en dependencias del colegio.

EN EL INCENDIO DEL TEATRO ARGENTINO

En la tarde del fatídico 18 de octubre de 1977 se incendió el viejo y espléndido Teatro Argentino.

Días después del siniestro comenzaron las tareas de remoción de escombros, oportunidad en la que, para sorpresa general, se encontró en la zona de los depósitos del teatro intacta la imagen de una virgen realizada con papel y cartón, por Dino Orlandini, jefe de Utilería del Argentino, y que había sido utilizada mucho tiempo antes en la ópera “Tosca”.

Todo alrededor de esa imagen había sido consumido por las llamas, lo que motivó que se la denominara como la “Virgen de las cenizas”, la que una vez construido el edificio del nuevo teatro, estuvo un corto tiempo en exhibición.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla