Hace 21.000 años había humanos en la Región: el hallazgo de investigadores de La Plata, el registro más antiguo de Sudamérica
Edición Impresa | 18 de Julio de 2024 | 04:57

Investigadores del Museo de Ciencias Naturales de la UNLP confirmaron que la presencia de humanos y su interacción con megafauna en la región se produjo mucho antes de lo que la ciencia creía hasta hoy. Los expertos llegaron a esta conclusión al determinar que los restos fosilizados de un ejemplar de gliptodonte hallado recientemente en territorio bonaerense muestra evidencias de haber sido carneado y consumido por un grupo de seres humanos hace aproximadamente 21.000 años.
El análisis se realizó sobre los restos fósiles de un ejemplar de Neoesclerocalyptus, uno de los mamíferos acorazados conocidos como gliptodontes, que fueron hallados en 2016 en las barrancas del río Reconquista (Merlo, provincia de Buenos Aires).
La investigación podría marcar un verdadero cambio de paradigma, dado que hasta ahora la ciencia sugiere que la presencia humana en América, y en particular en el sur de Sudamérica, se remonta a unos 16.000 años atrás.
Podría marcar un cambio de paradigma respecto a la presencia humana en América
Este hallazgo no sólo se convierte en una de las evidencias de presencia humana más antiguas de Sudamérica, sino que confirma además la interacción directa del ser humano con la megafauna, la cual decreció progresivamente hasta extinguirse finalmente casi diez milenios más tarde.
El trabajo realizado por los Doctores en Ciencias Naturales Mariano del Papa. Miguel Delgado Burbano, y el Licenciado Martín de los Reyes fue publicado ayer por la revista científica internacional Plos One una de las publicaciones más importantes y prestigiosas del mundo.
El hallazgo
Los restos fósiles del gliptodonte (un antiguo pariente de las mulitas y peludos actuales extinguido hace 10 mil años) fueron hallados por el paleontólogo Guillermo Jofré, quien notó que los restos presentaban marcas de corte que no parecían haber sido causadas por animales carnívoros o roedores, ya que seguían patrones bien establecidos, como los observados típicamente en los huesos de animales consumidos por cazadores recolectores en la antigüedad, según se informó desde la UNLP.
Jofré dio aviso a un grupo de arqueólogos y paleontólogos del Museo de La Plata especializado en este tipo de hallazgos.
Los expertos llevaron adelante diversos y minuciosos análisis para determinar la naturaleza y origen de las evidencias.
Los especialistas realizaron distintos tipos de estudios especializados en los restos fosilizados: entre ellos, la datación por radiocarbono del espécimen y los sedimentos; el análisis químico de sedimentos hallados en el caparazón y hasta escaneo 3D en alta resolución y análisis cuantitativos de las marcas.
Todos estos análisis permitieron establecer la antigüedad del hallazgo, el paleoambiente en el cual vivió el espécimen y el origen humano de las marcas al hacer comparaciones detalladas con marcas experimentales derivadas de estudios actualísticos.
“Si bien no sabemos el contexto, es decir si fue producto de la caza o del aprovechamiento oportunista, los patrones de las marcas sugieren un claro origen humano”, detallaron los expertos platenses que estuvieron a cargo de la investigación.
El alcance del descubrimiento
Este descubrimiento y los resultados obtenidos representan un aporte muy significativo a la apasionante discusión sobre la antigüedad de la presencia humana en América, según se destacó desde la Universidad.
“El paradigma de poblamiento del continente sugiere que los seres humanos ingresaron a América hace unos 16 mil años, pero ocurre que desde hace algunos años empezaron a aparecer evidencias mucho más antiguas en Brasil, Canadá, Estados Unidos y México, entre otros lugares. Hay toda una visión tradicional que dice que esos hallazgos son anomalías, que no se sabe bien cómo se dieron, pero existe un creciente número de estudios muy serios publicados en las revistas científicas más prestigiosas, que ubican el primer ingreso entre 20 y 30 mil años atrás”, explica el Dr. Miguel Delgado, investigador del CONICET y docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.
El trabajo también confirma la interacción directa del ser humano con la megafauna
El hallazgo abre muchos interrogantes y cuestiona los modelos actuales de poblamiento del Cono Sur.
“Pone en la agenda que hubo humanos en la región mucho antes de lo que se pensaba”, concluye Delgado.
La investigación contó con el aporte interdisciplinario de investigadores del Museo de La Plata , el CONICET, el Centro de Investigaciones Geológicas (CIG-UNLP-CONICET), el Institut Pasteur de París, la municipalidad de Merlo (provincia de Buenos Aires) y la Fundación Azara.
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