Con lo justo: Boca será el rival de Gimnasia

En un partido que tuvo absolutamente de todo, un Boca algo deslucido debió trabajar más de la cuenta para eliminar a Talleres en los octavos de final de la Copa Argentina desde la definición desde el punto penal.

Tras el 1 a 1 en el tiempo regular, los de Diego Martínez estuvieron más certeros en los remates desde los 12 pasos y sacaron su boleto rumbo a cuartos de final, instancia en la que se medirán con Gimnasia, luego de imponerse 8-7 en una serie eterna, que incluso contó con disparos de los arqueros.

Leandro Brey, quien reemplazó al histórico Sergio Romero, resultó fundamental en la definición. El juvenil golero de Boca convirtió el último penal, algo que no pudo repetir Guido Herrera, echando por tierra la ilusión cordobesa.

De esta manera, el Xeneize dio un paso más en uno de los dos caminos que tiene por delante para clasificarse a la Copa Libertadores del 2025, la gran obsesión de los de Casa Amarilla.

CON POLÉMICA INCLUIDA, BOCA GOLPEÓ PRIMERO

A los 16 minutos Lautaro Blanco lo puso a correr a Brian Aguirre, una constante del ataque Xeneize por la izquierda, sector por el cual los de Martínez encontrando peligro siempre. Y pese a que el colombiano Kevin Mantilla cubrió bien la pelota, y la misma incluso salió del campo de juego, el ex Newell´s no se rindió. Con un toque que ni Andrés Merlos ni los líneas vieron, la trajo de nuevo, encaró hacia al área, dejó desairado a Guido Herrera y definió bajo por un 1 a 0 cargado de polémica.

En una competencia que no cuenta en estas instancias con el VAR, los de Martínez se aprovecharon de una enorme distracción de la terna arbitral para ponerse en ventaja, dejando en claro que con o sin la asistencia del VAR, los horrores aparecen de la misma manera.

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Pese a las lógicas quejas, Talleres no sintió el golpe y, herido en su orgullo, fue a buscar lo que le arrebataron. Así, minutos después llegó la reacción para seguir armando un auténtico partidazo.

A los 19m., Ruben Botta apeló a su experiencia y gran categoría. El ex Tigre e Inter de Milán le ganó la posición al ya mencionado Blanco, que es una cosa cuando ataco y otra cuando defiende, y con un toque sutil puso un pase profundo para Federico Girotti. El ex River ingresó al área a pura potencia y, sin dudarlo, cruzó un remate imposible para Leandro Brey: 1 a 1 y respuesta inmediata para los de Alexander Medina.

Tras ello, el encuentro profundizó el ida y vuelta constante, con Boca apoyándose sobre todo en Cristian Medina y los cordobeses en las diferentes contras. Así, la T terminó siendo un poco más dentro de un primer tiempo que tuvo de todo: una enorme polémica que no fue tal, porque la pelota se fue claramente en su totalidad, un gol por bando, y también varios duelos individuales a seguir de cerca de cara al complemento.

Para la segunda etapa, Martínez debió dejar en el banco a Aguirre, con hielo en una de sus rodillas, por lo que le dio ingresa a Exequiel Zeballos. Sin embargo, Boca perdió la intensidad que había mostrado en la previa y Talleres creció y se hizo dueño de la pelota y también del terreno.

La presión de los de Medina surtió efecto y merodearon el arco del pibe Brey en varias oportunidades, pero sin la eficacia necesaria para inflar la red. Apenas un remate de Botta, con más dirección que potencia.

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El Xeneize, por su parte, encontró en el ingresado Changuito el desequilibrio individual que aportaba el ex Newell´s. Así, el nacido en Santiago del Estero probó a Guido Herrera, quien le ahogó el grito de gol tras una gran jugada individual. Mismo caso para con Medina, de lo poco claro en los de La Ribera.

Talleres hizo lo suyo dentro de un encuentro muy parejo y disputado. Tras un gran tiro libre desde la izquierda, Suárez se perdió un gol imposible en el segundo palo ante una floja salida de Brey. Minuto después, y ya con dos equipos que de a poco comenzaban a conformarse con el empate, los líneas fueron protagonistas de una nueva polémica, en este caso en detrimento de Boca.

Tras un saque de arco, Bonfá le cobró offside a Giménez, quien lo estaba, pero que nunca quiso participar de una jugada que terminaba con gol de Jabes Saralegui ante la quietud de los jugadores de la T. Así llegaron los penales.