Barrera sanitaria al tomate de Chile por la plaga: ¿la solución a la problemática?

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Continúa el estado de alerta en especialistas, productores y comerciantes de la Región por una plaga de Chile que podría desembarcar en Argentina y afectar a la producción de tomate nacional. Cabe recordar que La Plata es uno de los principales polos de producción y distribución del cultivo.

Ante ello, un grupo de especialistas notificó a María Elena Gatti, Ingeniera Agrónoma y Coordinadora General de Certificación Fitosanitaria, representante del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), sobre la amenaza del Pepino Mosaic Potexvirus (PepMV) a la producción de tomate en Argentina.

El documento, que contó con la aprobación de 26 firmantes, manifestó los peligros del PepMV que en nuestro país presenta la categoría de plaga A1: “Aquella que puede tener importancia económica nacional para el país que corre el riesgo que esa plaga entraña, cuando aún la plaga no existe”. Los especialistas solicitaron al SENASA restricciones que correspondan a una “plaga cuarentenaria ausente” a las importaciones de todo tipo de material de tomate, incluidos los frutos para consumo, importado desde el país vecino.

La plaga, que puede afectar malezas sin mostrar síntomas, o con síntomas que pasan desapercibidos, es un patógeno “ampliamente difundido en Chile, donde se registró por primera vez en 2001, y se lo detecta en cultivos y malezas de varias zonas de producción, incluida la zona central de Chile donde se encuentra la mayor parte de la superficie nacional dedicada a este cultivo”, detalló el informe.

La voz de los especialistas

Sergio Camiletti, ingeniero agrónomo, asesor privado de zonas de producción y miembro firmante de la petición, resaltó que “no es una cuestión única del Cinturón Hortícola Platense, si no una problemática nacional” y en diálogo con EL DIA, explicó: “Ante la virosis que presenta el país vecino, publicada científicamente, recomendamos una barrera sanitaria. Si no hay medidas cuarentenarias, el virus puede generar problemas graves de producción”.

Trazando un paralelismo con la pandemia por COVID-19 que sucumbió al mundo, detalló que “ante estas plagas no hay recuperación. Lo que sucede es que la genética encuentra la resistencia”. Además, hizo hincapié en que frutos o productos sin síntomas pero que contienen el virus, pueden contagiar de igual manera.

Por otro lado, la asesora técnica Elena Dal Bó, expresó a este medio la necesidad de requerimientos -que ya están protocolizados- a productos importados: “En las bases de datos internacionales, este virus aparece en las regiones de Chile de donde se exporta a Argentina. Lo que sucede es que en los formularios donde se pide ciertas condiciones a la importación de tomate, no aparece este virus”.

Aunque no integró la lista de los 26 firmantes, Elena coincidió con la petición: “Se le pide al SENASA, que es la autoridad fitosanitaria, que pida análisis que demuestren que el producto está libre de virus, promoviendo una importación segura”.

Características del virus

El virus tiene como hospedantes principales al tomate y pepino pero también “puede atacar papa y berenjena, y permanecer en malezas que actúan como fuentes de inóculo”. A su vez, la transmisión por “contacto mecánico, por jugos” y su “gran estabilidad”, lo convierten en un virus muy “infectivo”.

El informe también destacó que puede mantenerse infectivo varias semanas en “tejido vegetal o en la superficie de herramientas que han estado en contacto con hojas o frutos infectados”.

 

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