VIDEO. Replantear(nos) nuevas formas de ser
Edición Impresa | 26 de Octubre de 2025 | 04:01
Por ALEJANDRO ALFONZO
Según la Real Academia Española el término “mandril” se circunscribe a un “cuadrumano de unos 80 centímetros, desde lo alto de la cabeza al arranque de la cola. (...) Nariz roja, chata, con alas largas, arrugadas, eréctiles y de color azul oscuro, y cola corta y levantada”. También se lo puede vincular con una pieza de madera. Pero, Javier Milei, presidente de la República Argentina (no es necesario explicar el término “presidente”), acuña el concepto mandril a todo aquel que exhibe una idea o postura diferente. En vez de expresar “yo tenía razón, te gané”, utiliza al pobre animal para construir una imagen de sometimiento haciendo alusión a la penetración anal.
Si bien podríamos hablar de Giulano da Empoli, quien en “Los ingenieros del caos” (2019) analiza una forma de constuir poder con la violencia como eje, en este caso, hablaremos de Nicolás Papalía que, hace algunas semanas, publicó su nuevo libro “La Rebelión de los mandriles. El impacto de la violencia en la sociedad contemporánea” (2025).
La metáfora presidencial, en palabras del abogado y psicólogo Papalía, “revela como operan las pautas hegemónicas de la masculinidad”. La frase, que se puede encontrar en la introducción de la obra, es un adelanto de lo que el escritor va a desandar en el libro: “Pretende aportar una reflexión crítica sobre las estrategias críticas adoptadas hasta ahora y plantea la importancia de aprender de los errores cometidos, promoviendo así una construcción de masculinidades más democráticas, que no sólo rechacen las violencias, sino que también promuevan relaciones de igualdad, respeto y justicia social entre los géneros”.
La obra, cuyo objetivo principal es hablar sobre la violencia, cómo se construye y cómo afecta a las mujeres pero también a los varones, alejada está de tecnicismos. Con una conceptualización certera pero simple -el famoso “bajado a tierra”-, Papalía realiza una historización sobre el concepto “género” con autores como Judith Butler y Paul Preciado. Lo hace de una forma lineal, sin apuro y con la necesidad imperiosa de que se entienda. Además, resignifica la intervención jurídica y penal: la sanción está bien, pero ¿es suficiente?
Nicolás Papalía
EL DUELO DEL VARÓN
(Este cronista lo explicará con palabras simples que, para su profundización, aconseja la lectura del libro). Podría decirse que vivimos inmersos en un coyuntura con prácticas adquiridas y aprehendidas son propias del mismo contexto. A través de ellas, elaboradas en base a diferentes condicionantes, como lo es el género, se establecen relaciones de poder. Y, si hay relaciones de poder, hay asimetrías e intereses.
Nicolás Papalía en el estudio de EL DIA, dijo: “El género nos atraviesa a todos. Hablamos de normas, reglas y valores que nos dicen cómo tenemos que comportarnos las personas” e inmediatamente aclaró: “Esto existe en torno a las mujeres, pero también a los varones. Son reglas sociales, condicionamientos que nos determinan, nos condicionan en la forma que vivimos en nuestra vida. Esto tiene un peso a los varones”.
Según el escritor, nacido en Los Toldos pero que reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los varones “se nos enseñó que para ser reconocidos por nuestros pares como varones, teníamos que representar ciertas pautas: no podíamos llorar, teníamos que detentar el poder, ganar. En ello, se nos permite la violencia: como varones la tenemos habilitadas”, explicó.
Entonces, ¿qué pasó? A pesar de que fue una denuncia histórica, en 2015 se elevó de manera nacional el reclamo feminista. En 2018, el proyecto de ley de aborto legal fue aprobado en la Cámara de Diputados y a fines de 2020, finalmente fue legalizado por el Congreso Nacional. En este escenario y durante los últimos diez años, la forma de “ser varón” se puso en jaque. “Las proclamas feministas nos invitaron a abandonar esa forma para vivir en una sociedad más igualitaria y libre de violencias. Eso, genera incertidumbre, pérdida de sentido y el ‘duelo del varón’”, advirtió Papalía.
Devino el proceso de deconstrucción. ¿Y después?
RESISTENCIA
Un adolescente de 13 años asesina a una compañera. Es arrestado. La familia no entiende por qué. Se preguntan qué pasó. Repiten una y otra vez: “Esto no puede ser. Mi hijo no es así, no es una persona violenta”. La serie Adolescencia tuvo enorme éxito en el público argentino y generó una batahola de noticias sobre qué eran los “incels” o la “manósfera”.
Hace algunas semanas, Pablo Laurta mató a su ex pareja, a su ex suegra y escapó con su hijo. El femicida pertenecía a Varones Unidos, una organización que él mismo definió en 2018 como “una organización de derechos humanos para los hombres”. Ese día, recibieron a Nicolás Márquez y Agustín Laje que presentaron “El libro negro de la nueva izquierda”.
Según Papalía, el género es “uno de los condicionantes que da forma a cómo se estructuran las formas de poder. Cuestionar eso, es cuestionar intereses muy arraigados”. Hoy, convivimos con “resistencias a las oleadas feministas”, agregó y sentenció, haciendo alusión a los escenarios actuales: “Los Incels, por ejemplo, se escriben en esa línea. Los movimientos neoconservadores ofrecen un horizonte mucho más claro sobre cómo ser varon”.
DECONSTRUCCIÓN Y CONSTRUCCIÓN
Papalía plantea que “Los avances de los feminismos o las disidencias sexuales, pusieron mucha énfasis en el empoderamiento de las mujeres pero quizás no tanto en el abordaje de los varones” por lo que “no hay un horizonte claro sobre cómo ser varón en este momento”, advirtió y sentenció: “Hoy es necesario construir consensos sobre los modelos de masculinidad que queremos.
La rebelión de los mandriles, en tanto, es un llamado a buscar esos consensos. Hoy, los mandriles vivimos en un escenario donde aquellas cosas que criticábamos volvieron estar puestas sobre la mesa, adquieren nuevas formas de legitimación y hasta son celebrados por diferentes sectores.
Por eso, “a partir de nuevos consensos, tenemos que reconocernos como varones a partir de pautas diferentes que tengan que ver con la igualdad, con un mundo más democrático” analizó Papalía y cerró: “Es necesario que los varones nos incorporemos a este debate. Tenemos que ‘hacernos cargo’ para construir un mundo más justo y más democrático”.
Editorial: Galerna
Páginas: 189
Precio: $28.900
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