Vivir más y mejor: nuevos avances contra el envejecimiento

Con el uso de fármacos y suplementos, como el NMN, la reprogramación epigenética y la eliminación de células senescentes, la ciencia busca “detener el tiempo”

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En la actualidad, la ciencia se encuentra en una encrucijada fascinante en la lucha contra el envejecimiento, proponiendo un futuro en el que vivir más y mejor deje de ser un mero sueño y se convierta en una posibilidad real. Las estrategias innovadoras que combinan el uso de fármacos y suplementos—como el NMN y la metformina—con técnicas revolucionarias de reprogramación epigenética y la eliminación selectiva de células senescentes, están marcando el comienzo de una nueva era en la medicina antienvejecimiento.

Durante años, los investigadores han buscado comprender los mecanismos que rigen el deterioro celular y la pérdida progresiva de la funcionalidad en los tejidos, con la esperanza de encontrar formas de revertir o, al menos, retardar este proceso. Entre los compuestos que han capturado la atención de la comunidad científica se encuentra el NMN (Nicotinamida Mononucleótido), un suplemento que actúa como precursor esencial del NAD⁺, una molécula vital para la generación de energía y la reparación del ADN. El mantenimiento de niveles adecuados de NAD⁺ parece ser crucial para activar sistemas de reparación celular similares a los inducidos por la restricción calórica. Investigadores de renombre, como el genetista de Harvard David Sinclair, han resaltado el potencial del NMN para restaurar la funcionalidad celular y prevenir el deterioro que conduce a enfermedades degenerativas. En esencia, el NMN se presenta como una herramienta capaz de poner en marcha procesos de regeneración que, de otra manera, se perderían con el paso del tiempo.

En paralelo, la metformina—un fármaco tradicionalmente utilizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2—ha emergido como un posible agente antienvejecimiento. Estudios recientes han sugerido que la metformina puede activar mecanismos de reparación celular y mejorar la sensibilidad metabólica, replicando algunos de los efectos beneficiosos de la restricción calórica. Este fármaco actúa modulando diversas vías metabólicas, lo que podría traducirse en una disminución de los procesos inflamatorios y oxidativos que aceleran el envejecimiento. La posibilidad de utilizar la metformina para prolongar la salud y prevenir enfermedades relacionadas con la edad ha generado un creciente interés, posicionándola como uno de los candidatos más prometedores en la lucha contra el deterioro orgánico.

Simultáneamente, la reprogramación epigenética emerge como una técnica prometedora que busca restablecer los patrones originales de expresión génica en las células. Este proceso implica modificar los marcadores epigenéticos que, con el transcurso de la vida, se van alterando y contribuyen a la pérdida progresiva de funciones celulares. En estudios preclínicos realizados en modelos animales, esta técnica ha demostrado ser capaz de revertir algunos de los efectos del envejecimiento, llegando incluso a recuperar funciones sensoriales, como la visión. La capacidad de “reescribir” el reloj biológico abre un abanico de posibilidades para tratar lesiones y daños en tejidos que antes se consideraban irreparables, lo que augura un futuro en el que la regeneración celular podría ser parte integral de la medicina preventiva y terapéutica.

 

Durante años, los investigadores buscaron comprender el deterioro celular

“Reescribir” el reloj biológico da posibilidades para tratar lesiones y daños en tejidos

 

 

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