Saúl Yurkievich: un talento literario que deslumbró a los intelectuales del mundo

El poeta, profesor y crítico tuvo una destacada trayectoria que se extendió mucho más allá de los límites de La Plata y brilló en distintas ciudades del mundo

Edición Impresa

El académico y poeta Saúl Yurkievich (1931-2003) dio como pocos testimonio del nivel intelectual de nuestra ciudad, en la que nació como integrante de una familia humilde, de inmigrantes rusos, para ser formado en los principios reformistas y vanguardias que hicieron grande a la Universidad Nacional de La Plata, para terminar laureado y reconocido en los centros intelectuales más avanzados del mundo, como los de París, Nueva York, Buenos Aires y otras ciudades.

Luego de estudiar y graduarse en Letras en la UNLP, hizo su tesis sobre el poeta francés Guilaume Apollinaire, que se publicó en 1968 como libro con el título de Modernidad de Apollinaire. Fue su entrada al reconocimiento posterior que lo acompañó a lo largo de una vida en la trabó amistad profunda con Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Severo Sarduy, José Lezama Lima, Cola Franzen y otros grandes.

Saúl Yurkievich fue valorado por los intelectuales más destacados

Tal como señalan sus biógrafos, ganó reconocimiento con la edición de Valoración de Vallejo (1958) y se mudó a París, donde trabajó como profesor y en 1974 empezó a colaborar con la revista Change por petición de su amigo Jean-Pierre Faye, para convertirse luego en traductor al español de poemas de Edmond Jabès por petición de este escritor.

Fue también un crítico agudo, innovador del lenguaje. Sus frases permanecen desafiantes de futuro. Así habló de las palabras: “La palabra es un núcleo de energía aspirante -impelente, un polo de imantación que irradia y atrae a sus homólogas y homófonas. Catalizador, mutante metamórfico, busca a sus conexas, puja por coaligarse, por constelarse. Palabra virador: principio de las multívocas circulaciones del sentido”.

Fue profesor titular de la Universidad de París Vincennes desde su fundación en 1969, profesor la Universidad de París X Nanterre durante varios años, también lo fue en la Universidad de Princeton,​ tuvo el título de Mellon Professor en la Universidad de Pittsburgh y Tinker Proffesor en la Universidad de Chicago, además de fungir como profesor visitante en la Universidad de Harvard, la Universidad de Columbia y la Universidad Johns Hopkins. También participó en conferencias en distintas universidades alrededor del mundo.

Saúl Yurkievich durante un encuentro literario

A poco de llegar a París se conocieron con Cortázar, estableciendo entre ambos una estrecha amistad que duraría toda la vida. En varias oportunidades Cortázar le pidió a Gladys Yurkievich, cónyuge de Saúl, que fuera ella quien archivara su obra y poco antes de fallecer Cortázar designó a Saúl y Gladys como albaceas de su obra con plenos poderes, dejando a Aurora Bernárdez como apoderada legal de su obra.

CON EL DIA

En varias oportunidades, cuando regresaba al país y a nuestra ciudad, Yurkievich fue entrevistado por este diario. Así, el 27 de octubre de 1999, en un artículo titulado “La Plata con signos de resurgimiento”, dijo ante el periodista Lalo Painceira que había ido a visitar su antiguo barrio, el del Regimiento 7 en 19 y 51 y que, sorprendido se encontró de pronto con un centro cultural “y un gran parque en donde vi familias, chicos jugando. Y me pareció maravilloso”.

“Lo gratificante no fue sólo la sorpresa del centro cultural. He visto varios signos que constituyen una conjunción que me parece extraordinaria. Signos evidentes en La Plata de renovación y resurgimiento, palabra tan elocuente y de connotaciones italianas. Se ha dado una renovación urbana notoria de la que puedo testimoniar ya que no he venido con mucha frecuencia. El Teatro Argentino, el pasaje Dardo Rocha, a los que sin duda se suma el centro Islas Malvinas situado frente a la casa en donde transcurrieron los primeros 27 años de mi vida”.

Yurkievich recordó con admiración la década del 60 en La Plata: “En los 60 hubo uno de esos momentos en La Plata, porque había gente talentosa en el campo de la cultura y de las artes. Había condiciones generales propicias en la Ciudad, un gobierno democrático y hasta cierta prosperidad económica, aunque a esto no lo recuerdo bien. En aquél momento empezamos por aliarnos, luego por programar y por último, a tratar de ponerlo en práctica. Se crearon grupos plásticos, galerías, se renovaron los museos, también la Escuela de Bellas Artes y hubo cambios en todas las disciplinas, en teatro y en el cine”.

“La confabulación con la palabra”, 1978, de Saúl Yurkievich

SUS LIBROS

Se transcriben a continuación sus obras editadas, desde las últimas de su vida hasta las iniciales: El perfil de la magnolia (2003); El huésped perplejo (2001); El sentimiento del sentido (2000); Vaivén (1996); La movediza modernidad (1996); Julio Cortázar: mundos y modos (1994); El Trasver (1988); A través de la trama. Sobre vanguardias literarias y otras concomitancias (1988); Identidad cultural de Iberoamérica en su literatura (1987) y Julio Cortázar: Al calor de tu sombra(1986).

“Suma crítica”, de Saúl Yurkievich

Acaso acoso (1982); Envers (1980); Riobomba (1978); Trampantojos (1978); La confabulación con la palabra (1978); Celebración del modernismo (1976); Poesía hispanoamericana 1960-1970 (1976); Detener sin retener (1973); Fundadores de la nueva poesía latinoamericana (1971); Fricciones (1969); Modernidad de Apollinaire (1968); Berenjenal y merodeo (1966); Ciruela la loculira (1965); Cuerpos (1965); Volanda Linde Lumbre (1961) y Valoración de Vallejo (1958).

“Julio Cortázar: mundos y modos”, 1994, de Saúl Yurkievich

 

Saúl Yurkievich

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE