Caen peligrosos menores por un ataque a balazos

El "Chino" y el "Pipi" tienen 15 y 17 años respectivamente y viven en el barrio San Carlos. Pero llevan una vida muy distinta a la de la mayoría de los chicos de su edad. Los investigadores los consideran de "alta peligrosidad" y son responsables de más de una decena de delitos desde el año 2008. Ya estuvieron presos en reiteradas ocasiones por ataques brutales, pero pronto regresaron a la calle. Y ayer volvieron a ser detenidos por personal del Destacamento La Unión, acusados de haber baleado en las últimas horas a un joven de 16 años que está internado.

La policía asegura que no tienen límites. Y las sucesivas detenciones no han conseguido aplacar la violencia con la que cometen sus ataques. En lo que va del 2010 ya cuentan con dos causas por "tentativa de homicidio" y tres por "robo calificado", "hurto" y "encubrimiento agravado".

Esta vez, el arresto de los jóvenes y el secuestro de una moto en la que se movilizaban, se dio en el marco de la investigación de una causa donde otro muchacho resultó baleado y herido debajo de la tetilla.

BRUTAL ATAQUE

Como en su oportunidad informó este medio, el episodio aconteció el viernes pasado, alrededor de las 20, cuando, los ahora detenidos, a bordo de una Honda Biz color negra, dispararon en tres oportunidades contra un chico de 16 años, quien tuvo que ser asistido en el hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero.

El operativo, que incluyó el allanamiento de dos inmuebles, se produjo en las últimas horas y estuvo encabezado por personal del destacamento La Unión, al mando del comisario Gustavo Gallardo.

Posteriormente, uno de los adolescentes quedó alojado en el instituto Gambier de 520 y 226, mientras que el adolescente de 17 años permanecía detenido y a disposición de la Justicia al cierre de esta edición.

Los investigadores señalaron que la agresión se originó por una antigua disputa entre grupos de jóvenes. Cabe recordar que en un primer momento había trascendido que podría haberse tratado de un intento de robo, aunque eso está descartado.

VIOLENCIA SIN FIN

Entre los antecedentes delictivos de estos dos menores, figura uno de los ataques más salvajes cometidos en los últimos tiempos en nuestra Región: ocurrió en los primeros días de diciembre del año pasado, cuando María Esther Gigena, una jubilada de 68 años, fue castigada con una ferocidad inusitada, cuando los sujetos entraron a robar a su casa de 151 entre 69 y 70.

La víctima jamás opuso resistencia, sin embargo, los menores la sometieron a todo tipo de golpes en el rostro y en la cabeza, muchos de ellos con algún palo o fierro, para que entregue dinero y otros objetos de valor. Gigena les respondió que no tenía. Pero no le creyeron y casi la matan.

Poco después fueron apresados por ese caso y pareció que la situación habían alcanzado su límite. Pero pronto recuperaron la libertad, y días después volvieron a ser noticia.

El 1º de febrero, en Los Hornos, irrumpieron en la casa de una jubilada de 71 años y su marido de 79, quien se encuentra hemipléjico. Para robarles, encerraron al hombre en un baño y, a la mujer la ataron de pies y manos en una de las habitaciones, y hasta amenazaron con encerrarla en un placard sino les entregaba dinero.

Asimismo, el 14 de febrero el dúo estuvo vinculado con otra serie de disparos, que presuntamente realizaron sólo por diversión, que terminaron con una mujer herida en la cabeza.