Impulsan cambios en la ley de internas abiertas bonaerense

EL MASSISMO IMPULSARÍA VARIOS CAMBIOS EN LA LEY QUE RIGEN LAS ELECCIONES PRIMARIAS EN TERRITORIO BONAERENSE

La posibilidad está siendo evaluada en algunos despachos de la Legislatura y forma parte de los análisis que realizan encumbrados dirigentes nacionales con base en la Provincia. Y de avanzar con forma de ley, implicaría un cambio sustancial en la forma de elección de los candidatos que competirán en 2015 por la Gobernación y los 135 municipios.

La ley que regula el funcionamiento de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) en territorio bonaerense está en observación. Fue puesta por estas horas bajo la lupa del Frente Renovador de Sergio Massa, pero también de otras fuerzas de la oposición. Lo que se buscaría revisar es el cepo que establece la normativa, puntualmente, los artículos que fijan que si un candidato se inscribe para un cargo, pasadas las primarias no puede aspirar a otro en las elecciones generales.

Ese corsé instalado tanto en la normativa nacional como la bonaerense es motivo de diálogo y análisis en diversos sectores partidarios, donde se visualiza 2015 a una distancia menor que la que marca el calendario. Y la inquietud que ya han dejado trascender algunos dirigentes es que, así como está, la ley acorta el margen de maniobra para algunas de las alquimias electorales que están en pleno proceso de maduración.

OTRA VIDA PARA EL QUE PIERDE

Lo que está bajo análisis es la exigencia que se impone a quien es candidato en las Paso, no pueda aspirar a un cargo distinto en las generales. Aún más: si es derrotado para el cargo ejecutivo para el que se postuló, no puede competir luego de las primarias.

Este cerco es el que se buscaría derogar. Al menos, es la idea que empujaría el massismo en los próximos meses y que está en sintonía con la forma en la que piensa resolver las candidaturas bonaerenses.

El propio Massa está auspiciando la competencia. De hecho, este diario informó que piensa en varias fórmulas para la Gobernación. Y lo mismo plantearía para los distritos que en dos años deben elegir intendente.

Esa premisa de que “jueguen todos”, sostienen en el massismo, debería estar apoyada en la posibilidad de que, quienes sean derrotados, tengan algún reaseguro. Concretamente, que puedan ser inscriptos para otro cargo en las generales.

En el caso de la fórmula para la Gobernación, hay legisladores que están proponiendo la alternativa de modificar el binomio en caso de que una lista no ganadora alcance determinado piso de votos. Así, el candidato a gobernador que fuera derrotado, podría en ese caso ubicarse como vicegobernador del vencedor.

De hecho, se autorizaría así una suerte de fusión de listas, actualmente vedada.

Ese mismo esquema se piensa para las listas municipales: el aspirante a intendente que llegue a un determinado número de votos y fuera derrotado, podría sumarse como candidato a concejal de la lista vencedora.

Otra variante que se analiza es directamente autorizar a quien se anota como candidato a intendente a figurar al mismo tiempo como aspirante a concejal, de modo que podría terminar intercalándose en el armado triunfador que competirá en las elecciones generales.

INCENTIVO

“Sería un buen incentivo para que se anoten todos los que quieran”, dicen en el massismo, donde no se esconde que la premisa es que el propio Massa -quien se descuenta será candidato a presidente-, sume por varias canastas.

¿Encontrará eco el massismo en este esquema que viene empujando?. Por lo pronto, hay quienes en lo que fue el Frente Progresista Cívico y Social ven con buenos ojos una reforma de estas características.

Radicales y socialistas también piensan habilitar varias listas para definir candidaturas en las Paso, siguiendo el esquema que alumbró Unen en Capital Federal.

Un candidato a intendente derrotado en las Paso, podría ser aspirante a concejal en la lista triunfadora

¿Y el oficialismo? Es una incógnita cómo decantará la disputa en el Frente para la Victoria, aunque ya hay varios dirigentes anotados tanto para la presidencial como para la sucesión de Daniel Scioli en la Provincia. Si la reforma fuera además funcional a sus intereses, para 2015 podría terminar rigiendo una nuevo modelo de selección de candidatos.