Latinoamérica gravita en la elección del nuevo Papa

ODILO SCHERER, ARZOBISPO DE SAN PABLO, ES UNO DE LOS PRINCIPALES CANDIDATOS PAPABLES JUNTO CON EL ITALIANO ANGELO SCOLA

Por JORGE SAINZ (*)

CIUDAD DEL VATICANO.- Si Benedicto XVI hizo de la llamada nueva evangelización de Europa una de las misiones fundamentales de su pontificado, Latinoamérica puede marcar la pauta del nuevo Papa.

A pocas horas de que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina para celebrar el cónclave del que surgirá un nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica, la prensa italiana coloca al brasileño Odilo Scherer como uno de los principales favoritos a ocupar la silla de Pedro.

“Los retos de la Iglesia en general son sobre todo recuperar a la gente, a los fieles que se alejaron”, dijo José Ignacio López, experto en temas religiosos y director de la revista católica Vida Nueva en Argentina, al evaluar el perfil que tendría el futuro Papa.

“Hay muchas cosas para revisar, desde la manera de ejercer el pontificado hasta el papel de los laicos y de la mujer”, agregó.

“Hay muchas cosas para revisar, desde la manera de ejercer el pontificado hasta el papel de los laicos y de la mujer”

Y mientras se definen esas “pautas” para la elección, Scherer, arzobispo de San Pablo, ha copado las portadas de los diarios italianos como uno de los principales papables junto al italiano Angelo Scola.

De los 115 cardenales electores, 19 son de Latinoamérica, la segunda región en número de representantes detrás de Europa.

una region con 500 millones de fieles

De hecho, Brasil será uno de los primeros destinos del nuevo Papa, que presidirá la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro entre el 23 y 28 de julio.

Latinoamérica suma 501 millones de fieles, el 42% del total de católicos en el mundo, según datos del Anuario Estadístico de la Iglesia que publica la Santa Sede.

El número de sacerdotes y religiosos, en cambio, no es muy alto. Son casi 70.000 sobre un total de 415.000, lo que supone un religioso por cada 7.000 fieles aproximadamente.

Pero “Latinoamérica no tiene el 40% de los cardenales”, destacó, por su lado, el cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz al precisar el peso de la región en el cónclave.

Con todo, “en estos momentos, no se piensa en el origen, sino en la persona que tenga la cercanía con Dios, de amor a la gente, a los más pobres, capacidad de predicar el evangelio en el mundo, de entender a la juventud y de acercarla a Jesucristo”, señaló.

“Son esas las categorías que se manejan”, añadió el cardenal chileno.

mas cerca de la gente

Y en ese sentido, según algunos analistas los obispos latinoamericanos han llevado posiciones de renovación, de acercamiento a la gente, y desafíos que hay que enfrentar.

“Hoy lo ideológico tiene menos carga y ahora destacan los problemas y desafíos sociales, como ayudar a los pobres. Grupos cristianos están esperanzados de que el cambio que están esperando va a ocurrir”, explicó López.

Pero la Iglesia identifica también otros problemas en América Latina.

Se dan por superados movimientos como el de la Teología de la Liberación pero se admite que escándalos como el del mexicano fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, han hecho mucho daño.

religiosidad “popular” y el cultro a la santa muerte

El mayor reto, según analistas del Vaticano, se advierte en el crecimiento de un tipo de religiosidad popular alejada de la doctrina eclesial.

Uno de sus ejemplos más paradigmáticos es el culto a la Santa Muerte en México.

“El problema principal es el del sincretismo entre antiguas formas religiosas precolombinas, no cristianas obviamente, y el cristianismo. La incompatibilidad es total, pero hay que saberlo mostrar”, consideró Josep-Ignasi Saranyana, miembro del Pontificio Comité de Ciencias Históricas del Vaticano y profesor emérito de la Universidad de Navarra en España.

“Ese sincretismo religioso ha sido fomentado, en parte, desde las esferas de poder, bajo el argumento de una vuelta a los orígenes autóctonos y una ‘latinoamericanización’’’, agregó.

En Roma los fieles que se acercan a seguir el cónclave en primera persona todavía se confunden con los turistas que visitan la ciudad.

“Estamos de visita, pero está todo muy bonito, es impresionante ver esto”, dijo Miguel Sánchez, un mexicano de 28 años.

“No es tan importante si el Papa es o no latinoamericano. Lo más importante es que sea humano”, señaló Zunilda Garay, religiosa argentina de 46 años.

Benedicto XVI visitó México, Brasil y Cuba. Pero sobre todo hizo especial hincapié en Europa. Por ejemplo, viajó a España en tres ocasiones.

Ahora, salvo algún pequeño desplazamiento a nivel europeo, el primer viaje del nuevo pontífice será a Latinoamérica.

“Concedo a esa próxima visita del Papa a Brasil un importancia excepcional. Ojalá acuda, además, a otros países de la región”, comentó Saranyana.

“Tengo la sensación de que la conmoción que provocó la renuncia de Benedicto XVI podría dar lugar a un cambio necesario en el seno de la Iglesia”, precisó López.

“Acá hay una sede vacante no por la muerte de un Papa, sino por muerte de una forma de ejercer el pontificado. Se impone una renovación, buscar un pastor, un hombre libre, con vigor y capacidad de renovar la curia”, concluyó.

(*) Columnista de la agencia de noticias Associated Press (AP)