Por el momento, el acusado de matar a la tía optó por el silencio

ANGELA ESPINEL, LA MUJER DE 40 AÑOS QUE PERDIÓ LA VIDA AL SER ATACADA A BARRETAZOS POR EL SOBRINO

Cristian Espinel, el joven de 23 años que fue detenido acusado por un ataque a barretazos en perjuicio de su tía, Angela Espinel, quien, producto de esa salvaje agresión perdió la vida horas más tarde en el hospital Rossi de nuestra ciudad, fue indagado ayer por el fiscal que investiga el caso, Juan Cruz Condomí Alcorta.

Según fuentes de tribunales, el imputado, por el delito de “homicidio”, optó por el silencio cuando el funcionario judicial lo consultó acerca de si pensaba responder preguntas sobre el trágico suceso.

Los mismos voceros detallaron que el joven, por consejo de su abogado defensor, se amparó en el derecho constitucional de no declarar sin que ello importe presunción en su contra.

Al término de la audiencia, una vez que se firmó el acta, Espinel fue conducido a la sede de la DDI local y desde allí a la Alcaidía Roberto Pettinato de Olmos, desde donde, seguramente en un par de días, podría ser derivado a una unidad carcelaria.

INFORMES PERICIALES

A esta altura de la investigación, con los elementos de cargo que pesan sobre el joven de 23 años, los pesquisas adelantaron que el resultado de los informes periciales serían claves para determinar un posible agravamiento en la calificación legal.

“El fiscal y el juez -por Guillermo Atencio- serán los encargados de determinarlo, si consideran que pudo existir saña o alevosía”, explicó un informante.

Se refirió al hecho de que el sospechoso, de acuerdo a lo que surge de las actuaciones, le pegó dos barretazos en la cabeza a la tía, quien murió a raíz de las lesiones que sufrió en ese ataque.

En ese sentido, el artículo 80 del Código Penal establece que “se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua (...) al que matare:

(...) 2-Con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso”.

Acá, vale aclararlo, no existiría un agravamiento del crimen por el lazo sanguíneo (sobrino-tía), ya que la norma habla de “ascendiente, descendiente o cónyuge”, más allá de que sí puede constituir circunstancia agravante al momento de la imposición de una pena.

INEXPLICABLE

Tal como lo viene reflejando este diario, el asesinato de Espinel aún encierra múltiples interrogantes y no deja de provocar dolor entre sus familiares.

Al parecer, todo se desencadenó de la peor, el domingo pasado, manera cuando Cristian Espinel habría intentado afincarse en una vivienda ubicada en las calles 71 y 133, en Los Hornos, algo que el padre presuntamente le había prohibido por razones que se desconocen, más cuando el hombre se encuentra detenido, pero “no por un robo”, como aclaró un allegado que se comunicó con EL DIA.

En esas circunstancias, Angela intentó persuadirlo para que se retirara del lugar, “de buena manera”, según contó su propio hijo, Federico.

Sin embargo, la respuesta, salvaje, no tardó en llegar y arrojó las peores consecuencias.

“Le pegó con una barreta de hierro. Dos golpes, fortísimos. No se entiende por qué lo hizo”, agregó conmovido.

Si bien Espinel tuvo que ser sometida a una delicada operación neurológica, tras 36 horas de agonía se produjo su deceso.

Respecto de la posible participación en este sangriento caso de una chica, que mantendría una relación sentimental con el joven detenido, fuentes de la investigación reconocieron que “no tenemos nada, al menos por ahora”.