Playa de maniobras

Oriundo del Oeste y cercano al Chávez y a bandas como NoDisco y Pocket, Lombardo es uno de los combos del Gran Buenos Aires que más ruido está haciendo en la escena emergente.

El flamante DVD “En vivo en el estudio” es su carta de presentación audiovisual, después del EP “Mucho bailar” (2006) y el álbum “Ha oscurecido tanto que se ve” (2010).

Integrado por la cantante Luján Vera junto al bajista Florencio Finkel y Fer Acedo en guitarras y programaciones, el grupo revela que “arrancamos hace 7 años. Tuvimos un parate en el medio por la paternidad de algunos de nosotros y hace 3 años estamos otra vez en la ruta pero de otro modo, con una postura más descarada, más pop, no tan oscura como en los primeros tiempos”.

“Cuando arrancamos fue casi al mismo tiempo que el boom de Miranda! con su segundo disco” recuerdan: “éramos medio kisch, grotescos. No llegando a ese extremo, pero sí muy pop. Y era lo que teníamos ganas de hacer en ese momento. Pero después del parate nos dieron ganas de hacer algo más serio. También crecimos, ¿no? Nos enganchamos mucho con Massive Attack y cosas así que hicieron que la banda pegara un giro medio raro”.

EL TOQUE DE CHAVEZ

La producción del cada vez más solicitado Chávez le puso la frutilla al postre. “Empezamos demeando nosotros y necesitábamos una mirada externa que nos supervisara” admiten los músicos: “él sacó el lado más oscuro de nosotros. Le gustaron todas las canciones que le mostramos”.

“Queríamos hacer canciones pop porque a los tres nos fascinan The Beatles, pero queríamos darles mugre, esa cosa de violas rotas” aclaran, “oscura pero bailable; las guitarras son la tracción a sangre que tenemos, como los bajos. Hay muchas voces combinadas, con máquinas y batas de verdad. Quisimos hacer algo electrónico pero orgánico a la vez.

El trío considera que “hacer música electrónica hoy está al alcance de muchos porque con una laptop y un micrófono, si querés, podés salir a tocar. A nosotros se nos complicó porque tratamos de que sea lo más en vivo posible. Tocamos con sampler, ahora con dos violas. El armado del disco fue mucha posproducción, pero a la hora de tocarlo decidimos no hacerlo desde una compu, sino más vivo, cantando los tres.

En la escena del Oeste, de estirpe principalmente rockera y “alterlatina”, Lombardo es algo así como una “rara avis”.

INNOVANDO DESDE EL OESTE

La banda cree que “es difícil encajar en un ambiente ‘hostil’; el Oeste está muy marcado por Divididos y muchas bandas rockeras... Hay que ir haciéndose lugar y por eso intentamos este año tener una proyección hacia Capital porque el público es más abierto, no espera tanto rock de guitarras distorsionadas. Si bien hacemos rock, es desde otro costado. Pero nunca vamos a dejar el Oeste, vivimos ahí, armamos el estudio; es donde está nuestra base”.

Con el sello de la independencia impreso a fuego, como la amplísima mayoría de las bandas que cultivan sonoridades no complacientes, aseguran que “artísticamente no podríamos trabajar con nadie que nos dijera cómo hacer el disco; el planteo a priori fue tener total libertad artística, y la única manera de lograrlo era hacerlo en forma independiente. Teníamos nuestro estudio, somos nuestros propios ingenieros, nos producimos. Creo que somos independientes hoy en día porque nos conviene, tenemos la libertad de hacerlo, además, nunca fuimos a ninguna discográfica a tocar el timbre”.