La construcción de la Legislatura tuvo demasiadas complicaciones

El gobierno provincial encabezado por Dardo Rocha había puesto un especial énfasis en la edificación que, una vez fundada la ciudad de La Plata, comenzaría a levantarse sobre la Avenida 7, “mirando” a la Gobernación, para albergar a las dos cámaras del Poder Legislativo bonaerense.

Y por eso, en 1881, fue una de las primeras construcciones para las que se llamó a concurso internacional de proyectos. Tras una prolongada selección de las numerosas iniciativas presentadas, los expertos del Departamento de Ingenieros de la Provincia se inclinaron por el diseño de estilo neoclásico de orden jónico con influencia germánica de los arquitectos alemanes Gustav Heine y Georg Hagemann de la ciudad de Hannover.

Luego de la fundación de nuestra ciudad, la piedra fundamental de la Legislatura se colocó el 29 de mayo de 1883, iniciándose las obras adjudicadas a la empresa de los constructores Plou y Olivieri bajo la dirección del arquitecto alemán-argentino Karl Nordmann.

La duración total de la construcción de la Legislatura estaba inicialmente estimada en cuatro años. Sin embargo, se contemplaban habilitaciones parciales para permitir que las sesiones legislativas de ambas cámaras comenzaran a llevarse a cabo en la nueva capital bonaerense. Mientras tanto, las cámaras seguirían trabajando en el histórico recinto ubicado en la “Manzana de las Luces” de la ciudad de Buenos Aires.

Pero desde el comienzo mismo de la obra claramente se advirtió que los trabajos se llevaban a cabo de forma extremadamente lenta y con paralizaciones frecuentes debido a los problemas financieros que sufría la empresa constructora.

Mientras tanto, la Legislatura provincial seguía funcionando con normalidad en su sede en el centro de la Capital Federal.

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PRECARIA Y SIMBÓLICA MUDANZA

La previsión de una duración significativamente más extensa en la construcción del edificio legislativo en la ciudad se manifestó cuando, a finales de febrero de 1884, se inauguró el espléndido edificio de la Dirección de Ingenieros de la Provincia en 7 entre 56 y 57. Este edificio, más tarde transformado en la Dirección de Vialidad, actuó como sede temporal para algunas sesiones de las dos cámaras de la Legislatura. Durante estos eventos, ingenieros, arquitectos y proyectistas debían desalojar temporalmente los dos despachos más amplios, solo para volver a ocuparlos al día siguiente.

El interior de la Legislatura

Ocurría que el primero de mayo de ese año, Dardo Rocha concluiría su mandato como Gobernador y, antes de ello, aspiraba, aunque más no fuera de manera simbólica, a que tuvieran lugar en La Plata unas pocas sesiones de la Legislatura bonaerense, algo a lo que tanto diputados como de senadores accedieron no sin presentar las quejas del caso.

LEGISLADORES A LA CARGA

A mediados de 1887 la Legislatura ya debía tener su edificio completamente terminado, pero, como se dijo, la realidad distaba mucho de esa aspiración porque la obra proseguía llevándose a cabo lentamente ante la tolerancia de funcionarios provinciales que sostenían relaciones de amistad con los titulares de la firma encargada de llevar adelante la edificación.

Entre los legisladores cundía crecientemente la indignación y por esa razón, en julio de 1887, miembros de ambas cámaras conformaron una comisión que logró consensuar con el gobierno provincial que la propia Legislatura tomase las riendas del control y la finalización de las obras.

Los constructores se vieron forzados a contratar un número mucho mayor de obreros y acelerar las tareas, todo lo cual posibilitó que el 4 de mayo de 1888 se inaugurara una parte del edificio con la habilitación de la Cámara de Diputados; mientras que un año después, el 7 de mayo de 1889 comenzó a funcionar el recinto del Senado.

Claro que el resto de las oficinas, despachos y salones debieron esperar algo más en ser concluidos por lo que puede decirse que el edificio completo quedó concluido durante 1891.

ARQUITECTURA

En lo que respecta a su arquitectura, brevemente se puede reseñar que el Palacio Legislativo posee tres grandes pórticos, iguales en dimensiones y formas; uno da sobre 7, otro por 53 y el restante por 51.

La edificación es de dos plantas y techos planos, pero hacia calle 7 sobresale en altura notoriamente el conjunto formado por el techo del vestíbulo central y el de las dos salas de sesiones, rematado el conjunto por una mansarda de pizarra.

Por calle 8 se encuentra el acceso al gran patio central desde donde a su vez se accede a las galerías perimetrales de la primera planta que conducen a los despachos. Las entradas de 51 y 53 se corresponden a cada cámara y en ambos casos, permiten el acceso a un amplio salón, desde donde se pasa a los respectivos recintos de deliberaciones, ambos de forma semicircular.

El acceso principal del amplio edificio es el de calle 7 por el que se accede a gran del que hacia ambos lados surgen galerías que llevan a despachos y oficinas. Desde el centro del hall una imponente escalera imperial que se divide en dos ramas.

El frente de la calle 7 tiene ornamentos de cemento con alegorías simbólicas de la libertad y de pasajes de la historia argentina como la Revolución de Mayo, la Asamblea de 1813, las invasiones inglesas y la Declaración de la Independencia.

En la fachada que da a 51 las representaciones ornamentales están referidas a la Primera Junta, a la educación, la literatura, el telégrafo y el transporte de cargas, tanto marítimo como terrestre. El frente de la calle 53 en tanto, los ornamentos de cemento hacen alusión a la ganadería, la agricultura, la industria, el comercio y a la minería.

Norberto José de la Torre en el libro La Legislatura de Buenos Aires (1987) destaca que el concurso internacional para el diseño del edificio valoró la solución arquitectónica de los accesos “tanto para el ciudadano como para los legisladores, al ubicarlos como protagonistas diferenciados por sus roles y responsabilidades, pero ambos participando en un sistema que privilegia la libertad y la igualdad ante la ley”.

Al detallar la edificación, en la propia descripción realizada en la Legislatura, se puntualiza que “el interior del Palacio es decorado por elaborados ornamentos que se fusionan con los arcos, los frontis y las columnas de capiteles corintios y dóricos. Los relieves más frecuentes exponen coronas de laureles, figuras emblemáticas y el escudo nacional. En tanto en el cielorraso de la Cámara de Diputados se aprecia una pintura de Graciano Mendilaharzu que representa al Sol Naciente. Originariamente había otras representaciones vinculadas a la Justicia, la Paz, la Industria, el Comercio, la Agricultura, la Prudencia, el Arte, la Historia, la Ciencia, la Elocuencia y la Verdad. En su mayoría se perdieron por el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y otras acciones durante los años de los gobiernos de facto. En consecuencia, el edificio debió someterse a dos grandes procesos de investigación y restauración para recuperar parte de su esplendor; primero en 1985 y luego en 2004”.

Las escaleras de la Legislatura