Menem se entrevista con el Papa mientras busca su nominación como representante del Vaticano

ROMA, enviada especial Marisa Alvarez.- El presidente Carlos Menem comenzó a desarrollar aquí a fondo la estrategia de buscar su designación como virtual embajador itinerante del Vaticano para los años que le esperan lejos del Ejecutivo argentino. El primer paso lo dio ayer, con las condecoraciones que le otorgó a dos altos miembros de la conducción de la Santa Sede y al periodista de la RAI Bruno Vespa. Y la estocada final seguramente la dará hoy, cuando se entreviste con quien maneja en la práctica la política y la administración del Vaticano, el cardenal Angelo Sodano, luego de asistir a su última audiencia con el Papa como jefe de Estado.
Las gestiones tras ese objetivo fueron iniciadas hace unos meses por el embajador argentino ante la Santa Sede, Esteban Caselli, pero todo indica -y así lo admitieron aquí fuentes diplomáticas- que esta última visita de Menem como jefe de Estado resultará clave para definir la cuestión.

En su primera jornada con actividad oficial tras su llegada a Roma en la noche del viernes, el Presidente asistió ayer por la mañana a la ceremonia de canonización del primer Santo argentino, Héctor Valdivielso Sáez (ver aparte) y por la noche ofreció una recepción a un centenar de invitados especiales, en cuyo marco condecoró con la Orden del Libertador San Martín en el grado de Gran Cruz al cardenal Jozef Tomko, responsable del área de Evangelización, y a monseñor José Saraiva Martins, de la Congregación de las Causas de los Santos. Además, le entregó la Orden de Mayo al periodista Bruno Vespa.
La mayor condecoración que concede el Estado argentino fue, así, para dos figuras importantes de la conducción vaticana. Y el cardenal Tomko fue específico al agradecer la distinción en su nombre y en el de Saraiva Martins. "Esto confirma, una vez más, la cercanía afectiva del presidente Menem con los esfuerzos que hace la Santa Sede en defensa de los Derechos del Hombre, en particular de la vida, la familia y la paz", dijo.
Es, justamente, por las políticas estrictamente ajustadas a esa consigna de la Iglesia Católica frente a la anticoncepción y el aborto que ha impulsado Menem durante sus dos mandatos, que el Presidente aspira a ser designado como una especie de difusor oficial del Vaticano de esas premisas a lo largo y ancho del mundo.
La ceremonia de condecoración se realizó anoche en la Villa Miani, una magnífica residencia del Estado italiano que se alquila para recepciones y fiestas y que está ubicada en una colina desde la que se tiene una espectacular visión de la ciudad de Roma.
Un cuarteto de cuerdas amenizó la reunión en Villa Miani, en la que se dejaron ver, esta vez, los miembros poco o nada visibles de la nutrida delegación que acompaña al Presidente en este viaje, en general porque no participan de las actividades oficiales porque nada tienen que ver con ellas. Así, asistieron a la recepción -además de "todo el Vaticano", como graficó un miembro del gobierno- Matilde Menéndez, ahora castaña casi rubia; Rodolfo Barra; Jorge Triacca; el periodista Daniel Hadad y el bombista Tula.
Desde ya, también estuvieron el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan; el ministro de Defensa, Jorge Domínguez; el secretario de Planeamiento Jorge Castro; Zulemita Yoma y el jefe del Ejército, general Martín Balza, quien contó que cuando se retire piensa dedicar los primeros seis meses a escribir sus memorias y prometió desgranar allí anécdotas jugosas.
El Presidente asistió, como se dijo, a la ceremonia de canonización del primer Santo argentino, luego almorzó con Zulemita y finalmente desistió de ir a la cancha -como había anunciado- para presenciar el clásico de esta ciudad, Roma-Lacio. Se quedó en el hotel a ver el partido por TV pero después del primer tiempo prefirió dormir. Sin embargo, y a pesar de que el sábado había sido una jornada íntegramente de descanso en su agenda, anoche en la recepción se lo vio con un aspecto tan cansado como el que había mostrado cuando llegó el viernes.
Tras los breves mensajes pronunciados en la corta ceremonia de condecoración, Menem se retiró a un salón donde se reunió con las autoridades vaticanas presentes y no departió con los demás invitados como suele hacer. Una hora y media después se volvió al hotel Excelsior, para ver vía satélite el partido River-Talleres, mientras Balza (reconocido fana de River) esperaba ansiosamente ser invitado.
El Presidente volverá hoy a la carga tras su objetivo. Su actividad comenzará muy temprano y la tendrá virtualmente dedicada al cardenal Sodano, el secretario de Estado y auténtico hombre fuerte del Vaticano. Arrancará a las 8,30 con una misa de acción de gracias en la Capilla Paulina de la Santa Sede que será celebrada, justamente, por Sodano; e incluirá una posterior audiencia y por último un almuerzo con este cardenal.
En el medio, Menem tendrá su última audiencia privada como jefe de Estado con el Papa Juan Pablo II y presidirá un acto conmemorativo de la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984 entre Chile y Argentina.
Fuentes diplomáticas confirmaron aquí que esta visita del Presidente y la particular agenda desarrollada "tendrán una fuerte gravitación en la definición" de la eventual designación vaticana de Menem, pero subrayaron que la resolución sobrevendrá después y las gestiones oficiosas continuarán en manos del embajador Caselli, quien tiene previsto abordar el tema con el cardenal López Trujillo.
El Presidente cerrará su actividad en Roma con una visita de cortesía al presidente italiano, Carlo Ciampi. Y cuando termine esa reunión, se dirigirá directamente desde el Palacio Quirinal al aeropuerto militar de Ciampino, donde abordará el Tango 02 que lo llevará de regreso a Argentina.